Félix Francés, presidente de la Plataforma Tecnológica Española del Agua (PTEA): “España domina la investigación y el desarrollo; ahora debe centrarse en aprender a vender”

Coordina la plataforma que reúne a casi un centenar de entidades vinculadas al agua en España, procurando impulsar la I+D+i entre los actores científicos, empresariales y públicos. Félix Francés trabaja también para procurar que el sector y su actividad aquí sea referencia y voz principal en el panorama internacional.

Es Catedrático en Ingeniería Hidráulica, y ha ocupado diversos cargos directivos en la Universitat Politècnica de València. Con una carrera ligada a la academia, Félix Francés conoce de primera mano la importancia de la investigación, habiendo participado y dirigido desde 1988 más de un centenar de proyectos en todo tipo de campos. Por eso, en su agenda como presidente de la Plataforma Tecnológica del Agua, cargo que ocupa desde noviembre de 2020, tienen un lugar principal los trabajos para procurar que la innovación sea el lenguaje común de sus socios. Se afana también el profesor Francés en procurar que estos puedan poner en común sus resultados particulares para, juntos, reforzar el sector del agua en España.

¿Qué balance realiza de este primer año al frente de la Plataforma?

El balance solo puede ser positivo. Creo que estamos cumpliendo satisfactoriamente los retos que nos hemos planteado. Junto con la actual directiva de la PTEA, diseñamos una hoja de ruta con cinco grandes objetivos: conseguir un mayor alcance de nuestra opinión tanto a nivel nacional como internacional, difundir las estrategias entre los socios para aumentar la inversión en I+D+i, seguir actualizando la Agenda Estratégica y procurar más oportunidades de colaboración entre quienes forman parte de la Plataforma.

En cuanto al primer gran reto, el de reforzar nuestra capacidad de opinión también en el ámbito europeo, somos ya socios de una propuesta del partenariado (uno de los nuevos instrumentos que tiene Europa para financiar la investigación en los próximos años) referente al agua, denominado Water4All. Además, a nivel nacional, donde ya teníamos un gran alcance, estamos consiguiendo aumentarlo ahora a escala regional, contactando con las agencias de financiación territoriales, por un lado, y sumando nuevos socios estratégicos, por otro.

¿Cómo progresan los demás objetivos?

El segundo, el procurar una mayor difusión a las estrategias de I+D+i, tanto nacionales como internacionales, entre nuestros socios, sigue encontrando en nuestra Agenda Estratégica su herramienta fundamental. Su versión actual, la ideada para el periodo 2020-2022, y su resumen ejecutivo, ya ha sido compartido con la Administración Pública y con los agentes financiadores.

Por otro lado, estamos logrando también incrementar significativamente el número de socios, y seguimos trabajando por facilitar más posibilidades de colaboración y negocio entre ellos. En este sentido, estamos construyendo un Foro Tecnológico; esperamos poder mantener la primera reunión en las próximas semanas, antes de octubre, para avanzar hacia la constitución de un espacio de encuentro entre las empresas que quieren vender su tecnología y las compañías y Administraciones que pueden tener interés en comprarla. Queremos, en este foro, poner en contacto a los dos tipos de agentes, para que en su mutuo beneficio a corto plazo, se favorezca la inversión en investigación a medio plazo.

La Plataforma planteó para el periodo 2020-2022 la Estrategia Tecnológica del Agua. En el paso de ecuador de su implementación, ¿qué tal avanza este proyecto?

Para estructurar esa Agenda, primero, observamos los condicionantes generales a gran escala, a nivel mundial y europeo para, después, estudiar las necesidades y puntos fuertes del sector del agua en España. El resultado se condensa en ocho ejes temáticos que pivotan en torno a la acción por el clima, a las tecnologías digitales, al nexo agua-energía-alimentos, la economía circular, las soluciones basadas en la naturaleza, las ciudades inteligentes y sostenibles y, por último, dos ejes más tradicionales: la gestión integral del agua, en la que España tiene una experiencia mucho mayor que cualquier otro país (porque desde principios del siglo XX tenemos claro que la gestión del agua debe hacerse a escala de cuenca) y la problemática específica de los acuíferos como, por ejemplo, el impacto medioambiental que producen los acuíferos contaminados (en las lagunas del Mar Menor) o su sobreexplotación (Parque Nacional de Doñana).

¿Cómo valora la situación de la I+D+i española para enfrentar lo retos de la gestión integral y sostenible del agua?

Realmente digna. Es cierto que, si se atiende a las inversiones en I+D+i en el sector del agua en España, se observa que efectivamente están por debajo de lo deseable para un país desarrollado, y eso se traduce, a medio y largo plazo, en una economía menos dinámica. Sin embargo, creo que podemos y debemos ser optimistas: si nos fijamos en los proyectos europeos, España queda en primer lugar en retorno en financiación, en cantidad de actividades en las que participamos y en número de proyectos liderados.

España y Países Bajos, en segundo lugar, lideramos la investigación sobre agua financiada con fondos europeos, lo que significa que alumbramos buenos proyectos para enfrentar problemas interesantes; tenemos buena base, aunque lo que falta todavía es incrementar la inversión. Y esta es precisamente una de las razones por las que trabajamos para constituir el Foro Tecnológico: para poner en contacto los resultados interesantes con quienes los necesitan, porque buscan esos resultados.

Según el informe ‘Hacia una financiación más eficiente de las infraestructuras del ciclo urbano del agua en España’, realizado por la Aeas y el AGA en 2019, España ocupa la posición 17 en el ‘Ranking Global Competitiveness Index 2018’, en cuanto a gestión del ciclo integral del agua. ¿Sería conveniente implantar estrategias de mejora para conseguir crear una “estrategia común de sector” que permitiera generar y vender un producto global en el extranjero y disfrutar de una marca global potente?

Absolutamente. En eso, los holandeses son realmente buenos. Los Países Bajos tratan permanentemente de vender sus resultados a nivel internacional, y es increíble cómo llevan a cabo estas gestiones para conseguir que su mercado sea global. Dedican con bastante frecuencia una parte significativa de sus proyectos de investigación a buscar y generar oportunidades de negocio.

Los españoles, a la internacionalización de nuestros proyectos, no le conferimos tanta importancia, aunque realmente la tiene. Ahora, desde la Plataforma, puedo observar las dos maneras de operar en primera persona.

En Países Bajos, sus embajadas y asociaciones nacionales trabajan coordinadas para vender sus innovaciones. Ciertamente, ese papel podría asumirlo en España la Plataforma u otras asociaciones más especializadas dentro del sector del agua. En nuestro caso, con nuestro presupuesto actual, resulta imposible. Por eso, por el momento seguimos concentrados en generar un foro nacional y en otras líneas también importantes, como nuestra participación en el partenariado europeo Water4All para tratar así de captar financiación que nos permita dar este tipo de servicios a nuestros socios.

Más allá, debemos seguir generando buenas propuestas para las convocatorias europeas. Dominamos la investigación y el desarrollo, y tenemos que centrarnos ahora en aprender a venderlas. Es nuestra falla; debemos trabajar para mejorar en este sentido.

¿Se plantean implementar en España iniciativas como la holandesa, que funcionan realmente bien en otros países?

Sí. Entiendo que se debe tener mucho más en cuenta a las empresas involucradas en las acciones y proyectos, pasando a ser más protagonistas. Más allá de los ministerios o embajadas, el actor principal debería ser la empresa o un clúster de empresas.

El modelo actual se basa en que, con dinero público, se asume los gastos, por ejemplo, de los viajes de representantes de empresas; pero quizá sea mejor dar dinero a un clúster de empresas y que sean ellas las que, directamente, organicen la misión, asumiendo un papel más activo, más implicado desde el inicio. Considero que eso facilitaría mucho más los procesos de apertura de oportunidades de negocio. Y observo que ese es precisamente el modelo de operar que despliegan los Países Bajos, también ejemplo en este sentido.

¿Qué papel cree que debería desempeñar la tecnología para hacer más sostenible la gestión del agua?

La tecnología es fundamental en cualquier sector y, en nuestro caso, lo es al 100%. En mi caso como investigador, toda investigación que nosotros llevamos a cabo se basa en modelos matemáticos; es la herramienta fundamental para resolver las problemáticas a las que nos enfrentamos.

Ocurre en la lucha contra el cambio climático, en la medida en la que claramente afecta al ciclo del agua; con las matemáticas y la tecnología analizamos su impacto en los recursos hídricos. También, en el ámbito del saneamiento y la depuración de aguas urbanas se ha producido un enorme salto gracias a las mediciones telemáticas, tanto en ámbitos urbanos como en riego.

En cualquier sector, por supuesto también en el nuestro, la tecnología ha permitido que se pueda estar al cabo de la calle, enfrentando cualquier problema.

Más allá de la tecnología, ¿cree que hay en España una conciencia social suficiente sobre la importancia de un recurso vital como el agua?

Creo que sí. Seguramente ese sea el motivo por el que logramos liderar tantos proyectos europeos. Históricamente, España ha arrastrado un déficit importante de recursos hídricos, y esa realidad genera en la sociedad una cultura del agua; al menos, una cultura superior a la que se tiene en otros países. Ocurre lo mismo con las inundaciones: las regiones que las sufren están más concienciadas sobre la necesidad de seguir investigando para enfrentar estos fenómenos. La experiencia, las vivencias... son generadoras naturales de conciencia social.

¿Percibe implicación por parte de la Administración Pública en aquello que ustedes proponen?

Siempre hemos mantenido muy buena relación con el ministerio al que le han correspondido las competencias relacionadas con este sector. De hecho, la Dirección General del Agua del Miteco forma parte de nuestra Junta Directiva, con voz, aunque sin voto.

Para nuestro sector, la administración es un actor muy relevante en la medida que es financiador de la I+D+i, cliente de la tecnología que se genera y responsable de las políticas del agua, y por eso está integrado en nuestros equipos. Hay buena sintonía; atienden nuestra opinión y nosotros la suya. Aunque todo es mejorable.

Respecto, por ejemplo, a los Fondos de Recuperación y la partida anunciada para el sector del agua de 1.700 millones de euros, aunque suponiendo una cantidad significativa, es del todo insuficiente si se compara con el presupuesto anual de la Dirección General del Agua. La cantidad anunciada repartida en un periodo de tres años, no llega ni de lejos a lo que se invertía en los mejores momentos. El sector del agua, pese a su importancia para España, seguirá quedando así en un segundo plano. Soy consciente de que por encima de cualquier sector hay siempre una política económica y social a escala nacional, pero, aun así, percibo que la cantidad presupuestada no es la adecuada, que es insuficiente.