Canarias tendrá una desaladora pionera en Economía Circular
La instalación, que será desarrollada por Canaragua y Elmasa, no usará reactivos químicos en el pretratamiento, prescindirá de la filtración en arena y prevé incorporar energía solar fotovoltaica aislada de red sin excedentes, conectada directamente a los variadores de frecuencia de la planta.
Será la primera planta desaladora construida bajo los criterios de la Economía Circular de las Islas Canarias. La Mancomunidad del Norte ha adjudicado, por un importe de 207.583 euros, a la UTE conformada por Canarias Concesiones y Elmasa Tecnología del Agua los trabajos de ingeniería, fabricación, instalación, puesta en marcha, explotación y legalización de esta novedosa infraestructura que será habilitada en el Parque Tecnológico de Gran Canaria, en la Punta de Gáldar, contribuyendo de esta forma al desarrollo del Ciclo Integral del Agua de esta instalación.
La actividad de esta desaladora de agua de mar se basa en la tecnología de ósmosis inversa y contará con una capacidad de producción de 375 m3/día de agua desalada, de los que 75 m3/día podrán ser destinados al agua de abastecimiento para el consumo humano del personal que trabaja en el propio Parque Tecnológico, reservando el resto para uso industrial y para la actividad de proyectos desarrollados en esta instalación.
Innovación y eficiencia energética
La desaladora ha sido diseñada en base a criterios altamente innovadores y presenta significativas diferencias en sus características y en su forma de ser explotada respecto a otras infraestructuras de este tipo.
Por un lado, se prescinde del uso de reactivos químicos en el pretratamiento y quedan eliminados los procesos de filtración de arena, por contar con un pozo playero de captación de agua del mar. Además, se trabajará para dimensionar la desaladora con el equilibrio óptimo entre la conversión del proceso, el más bajo flujo de membrana posible (13,68 L/m2/h) y la energía consumida (1,96 kWh/m3).
Cuenta también con un sistema de control y de adquisición de datos para garantizar la eficiencia de todas las operaciones en modo automático presencial y también en remoto vía GMS.
En este sentido, el proyecto prevé también incorporar al diseño de la instalación una pieza pensada para reducir todavía más la huella de carbono derivada del proceso de desalación: la contribución de energía solar fotovoltaica aislada de la red sin excedentes y conectada directamente a los variadores de frecuencia de las bombas de la planta.
Se trata de una alternativa pionera: mediante la instalación de 22,5 kWp de energía solar fotovoltaica en la misma cubierta de la nave que alojará la planta desaladora, se podrá procurar un ahorro esperado de energía de la red eléctrica superior al 20% anual.
Alternativas parecidas en otras plantas desaladoras garantizan los resultados de esta solución para poder superar niveles de ahorro de energía fósil del 35%, en las operaciones diurnas.
Uso sostenible de las materias primas
La instalación contratada por la Mancomunidad del Norte de Gran Canaria será la primera en apostar por implantar los criterios de la Economía Circular del archipiélago. En base a estos principios, ha sido concebida para implementar procesos de producción de agua desalada con totales garantías pero requiriendo la mínima cantidad de energía al mayor factor de conversión posible, realizando un uso sostenible de las materias primas imprescindibles (como el agua del mar y los productos químicos y fungibles).
Más adelante, cuando la planta se encuentre ya a pleno rendimiento, sus gestores se han comprometido a promover iniciativas de valorización de la salmuera producida.