La economía azul, oportunidad para modernizar el tejido empresarial costero y marítimo

Con 8.000 kilómetros de costa y parte de las ciudades más importantes del país ubicadas frente al mar, España, se ha convertido en un referente nacional y europeo en Economía Azul. Una variante económica que reconoce la importancia de los mares como motor de la economía por su vinculación con la innovación y el crecimiento desde una perspectiva sostenible.

La producción de energías renovables, la pesca, el turismo costero y marítimo o la bioeconomía son algunas de las actividades más características de este nuevo modelo de desarrollo, según la Comisión Europea. Un modelo que, según cifras de la misma institución, genera unos 5,4 millones de puestos de trabajo y un valor añadido bruto de casi 500.000 millones de euros al año.

En España, las cifras referentes a 2019 -el impacto del Covid-19 hace que las de 2020 no sean del todo realistas-, indican que, incluyendo el turismo costero, el sector llega a producir 33.360 millones de euros, con un VAB del 3%.

Y es que, a nivel nacional, ya hay una gran tradición y dedicación a actividades relacionadas con la Economía Azul. Aun así, no cabe duda de que es necesario darle un impulso a través de la inversión, la renovación y la capacidad de desarrollo de proyectos innovadores, ya que este puede ser el engranaje perfecto para aportar valor añadido y darle el empuje que necesita para reinventarse.

Desde Gijón Impulsa, como expertos en el desarrollo empresarial, estamos convencidos de que es esencial iniciar este proceso de modernización en el sector costero y marítimo español para aprovechar todo su potencial. Bajo esa premisa, en el caso de Gijón, primero, hemos llevado a cabo un estudio diagnóstico en el que han participado 156 empresas y entidades relacionadas con el sector de la Economía Azul. Este análisis nos ha permitido conocer qué entidades formaban parte de esta industria, así como su dimensión, y qué productos y servicios ofrecían. De este modo es más sencillo llevar a cabo acciones de promoción y consolidación entre empresas del sector, al mismo tiempo que se favorecen las sinergias entre las mismas.

Con estrategias como estas, el tejido empresarial no solo percibirá la Economía Azul como un sector con proyección de futuro centrado en la innovación y la sostenibilidad, sino también en la sociedad y en la economía.

Para conseguirlo, es necesario que las instituciones públicas se impliquen en el proceso y trabajen de la mano de las empresas costeras y marítimas, potenciando la formación de sus plantillas y orientándolas hacia un modelo de negocio digital y tecnológico que permita desarrollar sus capacidades y ofrecer nuevos servicios. Todo ello, además de fomentar empleos de calidad en las distintas localizaciones y seguir incentivando el I+D desde las empresas y los centros de investigación especializados.

Esto es precisamente lo que intentamos desde la sociedad municipal Gijón Impulsa al situarnos al lado de las compañías y de sus empleados para detectar y apoyar las oportunidades innovadoras, con todo su potencial, que giran en torno al mar Cantábrico.

Como organismo que fomenta la innovación, el emprendimiento y el desarrollo económico en la ciudad, tenemos encomendada la misión de ejecutar las acciones recogidas en el Pacto Social con relación a los proyectos y sectores de especialización.

Por ello, a través de la marca ‘Gijón Azul - Campus del Mar’ combinamos la rica historia industrial de la ciudad con nuevas actividades de alta intensidad tecnológica que repercuten, inmediatamente y de forma directa, en el desarrollo económico y social de forma sostenible.

Así, promocionamos un sector económico que tiene una potencialidad creciente e importante en la ciudad, donde la facturación total en 2019, justo antes del estallido de la pandemia, alcanzaba los 767,7 millones de euros, y donde el turismo costero juega un papel determinante (56,6%). De ahí la importancia de contar con los recursos idóneos y con un trazado consensuado de una hoja de ruta a seguir en las distintas ciudades.

Sin acciones como estas, en las que las instituciones públicas trabajamos de la mano de las empresas del sector, la transición hacia una Economía Azul será inviable. La razón es sencilla: para que la energía de las olas y mareas, la producción de algas o el desarrollo de actividades de pesca innovadoras generen nuevos empleos, es fundamental ayudar a las compañías a nutrir el tejido empresarial con inversión, modernización y soluciones vanguardistas.

Servicios orientados a la aceleración de proyectos, formaciones y subvenciones como las que realizamos desde Gijón Impulsa son las que permiten que la Economía Azul se perciba como un sector con proyección de futuro. Esto sin olvidar que el sector va completamente ligado a los propósitos de la economía verde y el Pacto Verde Europeo, pues contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidades. Principalmente, en el ODS número 14 centrado en la conservación y utilización sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos.

Por ello, es esencial que todas las instituciones trabajemos juntas y posicionemos nuestras ciudades costeras como polos de formación y capacitación de excelencia del entorno marítimo.

El objetivo común y compartido debe ir orientado a dar lugar a un entorno de generación de nuevas profesiones marítimo-portuarias sostenibles, eficientes y con altísimo valor añadido.