Galicia prepara un plan para reducir las inundaciones

La Xunta reúne en un inventario las infraestructuras que existen en las 170 áreas fluviales con más riesgo y diseñará medidas para controlar las crecidas

Con la vista puesta en el 21 de diciembre, cuando el Plan de Gestión del Risco de Inundación de la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa deberá ser definitivamente aprobado, la Xunta de Galicia trabaja ya para procurarse un inventario de las infraestructuras que existen en las 170 áreas fluviales con más riesgo de inundación en el litoral de la Comunidad.

Augas de Galicia ha licitado el contrato de servicio para analizar los grados de peligro de inundación que existen en las estructuras diseminadas a lo largo de 548 kilómetros de río, dotando a la iniciativa de 1,3 millones de euros y proponiendo a las empresas interesadas que, hasta el 3 de junio, presenten sus ofertas de actuación que se extenderán, más tarde, por un periodo de año y medio.

El objetivo es identificar las distintas alternativas para la protección, defensa de los encauzamientos y canalizaciones de los ríos con muros, rellenos o dragados de sus cauces para, de esta forma, poder priorizar las soluciones que minimicen el riesgo de sufrir inundaciones.

Así, en principio, los trabajos se concentrarán en identificar y catalogar las infraestructuras de defensa longitudinal frente a las inundaciones y protección de márgenes que ya operan en estas áreas de riesgo, tales como encauzamientos y canalizaciones, coberturas, entubamientos o actuaciones de rellenos y dragados.

El plan prevé también la compilación de las infraestructuras de drenaje transversal dedicadas a garantizar el cruce de carreteras o de las vías de ferrocarril sobre los ríos, ya sea en forma de puente o de estructuras similares.

Toda esta catalogación, pretende el plan, permitirá después realizar el inventario general para, en segundo término, poder establecer una estrategia general pensada para reducir los riesgos de inundación y sus posibles consecuencias, al tiempo que se siga procurando el servicio de carreteras y transporte ferroviario en momentos de avenidas.

Los inventarios y, más allá, el análisis pormenorizado de cada infraestructura, es la herramienta con la que el Gobierno regional pretende dotar a Aguas de Galicia para que pueda apoyarse en sus estudios sobre el comportamiento de las infraestructuras en los ríos de la Demarcación de la costa. Asimismo, el consorcio podrá servirse de esta información para proponer las medidas que estime deben acometerse en las instalaciones para poder paliar, minimizar o controlar los efectos de las inundaciones, pudiendo combinar en sus propuestas las iniciativas que permitan mejorar las condiciones ecológicas de los ríos y los entornos fluviales.

La mitad de los concellos, expuestos

De acuerdo con los planes especiales de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones, las zonas expuestas, denominadas Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs) en Galicia están diseminadas a lo largo de 166 concellos de un total de 314. A los 548 kilómetros de cauces se suman otros 160 de áreas costeras en las que los efectos de origen fluvial se combinan con los mareales. Desde estas últimas se siguen las consecuencias de los temporales cada vez más usuales en el litoral mediterráneo, si bien se estima que la configuración de la costa gallega, más salpicada de acantilados, es muy diferente a la de levante, aunque sin obviar el hecho de que el océano Atlántico tiene mayor capacidad destructiva que el mar Mediterráneo.

Ante estas evidencias, la Xunta de Galicia ha diseñado herramientas de alerta y prevención; en 2019, el Gobierno regional suscribió un convenio de colaboración con la Fundación Enxeñería Civil para implementar el sistema ‘Merlín’, que permite alertar de forma temprana, automática y en tiempo real del riesgo de inundaciones igualmente en las 21 cuencas de la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa.

Por el momento, tanto Augas de Galicia como las confederaciones hidrográficas no vaticinan un aumento significativo inminente de los episodios de inundaciones, si bien observan la evolución de los efectos del cambio climático. Por eso, se estima que la tendencia en las próximas décadas sea hacia el alargamiento de los periodos secos y el aumento de los episodios de precipitaciones extremas.