Zaragoza acogerá la primera planta de residuos sólidos de Europa

Urbaser y su filial Socamex lideran esta iniciativa que cuenta con un presupuesto de 23 millones de euros y en la que participan 11 socios de cinco países

Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles. Este es el principal reto que plantea el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12 centrado en minimizar los efectos destructivos que las fuerzas impulsoras de la economía mundial tienen sobre el planeta a través de fórmulas innovadoras que permitan hacer más con menos y desvincular el crecimiento económico de la degradación ambiental.

La energía limpia y sostenible se posiciona como uno de los principales aliados de este modelo, y la biomasa, en concreto, ha ganado popularidad en los últimos años, ya que, además de generar electricidad, calor o biocombustibles, permite producir materiales aptos para diferentes actividades industriales.

El papel de las biorrefinerías resulta fundamental para realizar un procesamiento eficiente (baja huella ambiental, uso de fuentes renovables, y materia prima no útil para otros usos, como alimentaria), pero a partir de ahora estas instalaciones también podrán valorizar la fracción orgánica del residuo sólido urbano y los lodos procedentes de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) a través de productos de alto valor añadido.

La primera planta dedicada a esta actividad será una realidad dentro de cinco años y estará ubicada en Zaragoza. La Comisión Europea ha adjudicado a Urbaser y Socamex el proyecto europeo de I+D+i denominado “Turning carbon of complex organic urban waste streams into value-added products” (Circular biocarbon), en el que participan un total de 11 socios pertenecientes a cinco países europeos entre los que se encuentran España, Italia, Dinamarca, Francia y Alemania, y supone un hito para toda Europa por su capacidad de replicación.

La biorrefinería comenzará a construirse en el Centro I+D+i de Urbaser, “Alfonso Maíllo” y en el Complejo para Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ), gracias a la colaboración del Ayuntamiento. El proyecto contará con un presupuesto global de 23 millones de euros, de los cuales la Comisión Europea financiará 15 en forma de subvención.

Hacia una bio-economía sostenible

El objetivo fundamental del proyecto es abrir nuevos marcos empresariales y de negocio, basados en una nueva visión circular del tratamiento de residuos y lodos de EDAR en la ciudad hacia una bio-economía sostenible y optimizar la gestión tanto de fracción orgánica de residuos sólidos urbanos como de lodos de depuradora, consiguiendo aprovechar todo el carbono generado en un núcleo de población.

Algunos de los productos que se podrán obtener gracias al tratamiento de estos residuos son: fertilizantes de mayor calidad, productos de valor basados en el carbono del biogás, bioplásticos, así como productos intermedios obtenidos para dar valor a los fertilizantes, coberturas de carbono de tipo diamante, grafeno, así como una variedad de otros productos intermedios como por ejemplo proteínas, estruvita, sales de amonio y bioestimulantes algales. La participación en este proyecto europeo está en línea con el compromiso adquirido por Urbaser, de encontrar soluciones que promuevan la economía circular y la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 (ODS 12), que busca garantizar nuevas fórmulas de consumo y producción sostenibles.

Este proyecto de tratamiento de residuos no sería posible sin una infraestructura como el CIAM, Centro de Innovación Tecnológica de Residuos de Urbaser “Alfonso Maíllo”, que se ha convertido en un referente mundial en innovación y pronto en proyectos de economía circular asociada a residuos, como es el caso de Biocarbón.

En el CIAM se reproducen a escala piloto las etapas críticas del tratamiento de residuos. Un equipo multidisciplinar de técnicos en procesos térmicos y biológicos trabaja en un laboratorio realizando pruebas en sólido, líquido y gas. El centro cuenta con más de 2.500 metros cuadrados de laboratorio específico para dar forma a los proyectos de I+D+i que luego se incorporan a los servicios de Urbaser.