César Pérez, director de Calidad y Sostenibilidad en Vincci Hoteles: “España tiene todo a su favor para ser un referente en turismo sostenible”

El hotelero ha sido, y sigue siendo, uno de los sectores más vapuleados por la pandemia. Aunque su modelo clásico recobrará pronto su latido, el obligado paréntesis se traducirá en no pocos cambios de paradigmas. La sostenibilidad y la eficiencia energética se erigen ya como nuevos motores para su solvencia económica

Vincci Hoteles cuenta con un grado de implantación de los Objetvos de Desarrollo Sostenible del 89%, según afirma un estudio elaborado por la compañía especializada en sostenibilidad Valora. Estas buenas cifras son fruto de su compromiso con el turismo responsable y de la constante aplicación de un modelo global de crecimiento sostenible centrado en el ahorro de los recursos naturales y el cuidado del entorno. En su 20 aniversario la cadena puede presumir de haber logrado importantes hitos desde el punto de vista medioambiental que le permiten desarrollar su actividad priorizando el control de consumos, mejorando la gestión de los residuos e impulsando la eficiencia energética. No en vano, el 60% de sus establecimientos se abastece ya con energía 100% renovable y cada año implanta medidas para disminuir su huella hídrica y de carbono.

Vincci Hoteles acaba de presentar el Plan de Gestión Sostenible del Agua, cuyo objetivo es ahorrar más de 33 millones de litros. ¿Qué medidas contempla esta iniciativa para conseguirlo?

La estrategia va dirigida a reforzar las medidas de ahorro que ya habíamos implementado con la instalación de herramientas como reductores de caudal, sanitarios eficientes, dispensadores que recogen el agua de la red local, programadores en los riegos, sustitución de filtros de arena por vidrio en las piscinas, diseño de jardines con plantas de poco rendimiento hídrico o la utilización de agua de lluvia.

También estamos poniendo especial atención en la calidad de los vertidos. Hemos instalado digestores de grasas y realizamos análisis periódicos para asegurar que el agua que devolvemos esté en las mejores condiciones posibles. Para completar estas acciones llevamos a cabo una importante labor de sensibilización que pretende concienciar, tanto a huéspedes como a empleados, del valor y la importancia del agua.

Asimismo, trabajamos para minimizar nuestra huella de carbono y compensamos el CO2 que no podemos eliminar mediante planes de reforestación. A lo largo del mes de junio, lanzaremos una calculadora que permitirá conocer el CO2 que nuestros clientes han generado durante su estancia y compensarlo colaborando con el proyecto de reforestación en el que estemos trabajando en ese momento.

También ha lanzado un nuevo Plan de Gestión de Residuos que prevé reducirlos y gestionarlos de forma correcta. ¿Cómo?

Su propósito es mejorar la gestión de residuos que genera, con su actividad, la compañía, y procurar la eliminación total o al menos parcial de algunos de ellos, como el papel o embalajes.

En cuanto al reciclaje, se centra sobre todo en la sustitución y revisión de amenities y productos de bienvenida. Los dos hitos más importantes son el proyecto Plastic Free, a través del cual se han eliminado prácticamente todos los plásticos de la cadena, y la sustitución de los productos químicos.

Hemos conseguido prescindir de casi el 70% de los químicos que usábamos para la limpieza y cambiarlos por un producto que generamos en los hoteles utilizando un proceso de hidrólisis. Es 60 veces más potente que la lejía, inocuo para el medio ambiente y evita los problemas de alergia y los riesgos por inhalación. Además, nos ha permitido eliminar los envases que generábamos.

El 60% de los establecimientos de la cadena incorpora ya energía 100% verde. ¿Cuál es el siguiente reto desde el punto de vista energético?

Desde 2015, hemos ido incorporando este suministro eléctrico a los alojamientos y actualmente 20 hoteles, de los 37 que gestionamos, se abastecen ya con energía verde, pero la meta final es que todos los establecimientos de la cadena puedan disponer de energía limpia. El siguiente reto es que, en un plazo de dos años, al menos 29 hoteles cuenten con este tipo de electricidad.

La compañía aplica desde sus inicios en 2001 un modelo global de crecimiento sostenible. Sin embargo, por aquel entonces hablar de sostenibilidad era algo bastante novedoso. ¿Cómo surgió la idea de apostar por este sistema?

En primer lugar, por convencimiento personal y también porque desde el punto de vista empresarial creíamos que era el camino por el que debíamos avanzar, ya que una compañía como la nuestra que vende vacaciones depende del medio ambiente.

Hemos intentado ir siempre por delante de los requerimientos legales porque, además de asegurarte de que estás haciendo las cosas bien, generas una ventaja competitiva.

También es llamativa su apuesta por favorecer la movilidad sostenible...

Ofrecemos un servicio de alquiler de bicicletas que hemos ido adaptando a medida que los servicios municipales han tomado fuerza en las diferentes ciudades. También tenemos cargadores de coches eléctricos en nuestros aparcamientos, y paralelamente, nuestra app aporta información sobre las líneas públicas de transporte o la posibilidad de alquilar patinetes.

A nivel interno llevamos un control de los medios de transporte que usan los empleados y tenemos suscritos acuerdos con empresas de carsharing para compartir coche.

Todas estas iniciativas también favorecen a nuestra actividad porque nuestros hoteles tienen ubicaciones muy céntricas y las ciudades son más agradables si tienen menos coches. Somos conscientes de que no vamos a solucionar el problema del tráfico, pero creemos que debemos aportar nuestro granito de arena para contribuir en la medida de lo posible.

¿Forma parte de su estrategia procurar la implicación de la plantilla en este tipo de iniciativas?

Tenemos un programa de comunicación verde, el Green news, que enviamos una vez al mes a todo nuestro equipo destacando un motivo relacionado con el medio ambiente. Recordamos la importancia de ese recurso y explicamos lo que estamos haciendo a nivel compañía.

También contamos con manuales de buenas prácticas que ofrecen consejos extrapolables a su vida doméstica. Los hoteles no dejan de ser casas grandes y pueden actuar como un magnífico altavoz para trasladar principios y prácticas beneficiosas en todos los sentidos.

Cómo principal responsable de la estrategia de sostenibilidad, ¿qué objetivo le queda por cumplir?

Estamos diseñando el programa Desperdicio Cero para reducir el desperdicio alimentario controlando las compras y caducidades y también para evitar que la comida sobrante acabe en la basura. El plan revisa los procedimientos de elaboración, almacenaje y compras mediante el uso de un software específico que ayudará a reducir al menos un 50% los desperdicios alimentarios de la cadena. Es un proyecto que me hace especial ilusión porque este tipo de acciones tienen unas consecuencias gravísimas. Algo falla cuando millones de personas se mueren de hambre en el mundo y otros tantos tienen que ir al médico porque tienen problemas de obesidad.

El concepto de turismo sostenible está cobrando cada vez más importancia. ¿Cuáles son los beneficios derivados de esta práctica?

Nos hemos dado cuenta de la importancia de desconectar, recuperar el medio rural, disfrutar de la naturaleza, etc. Son ventajas personales, pero también para la salud, para el desarrollo económico de las zonas que se están despoblando y para optimizar la gestión empresarial, porque con la excusa de la calidad y el medio ambiente estos sistemas obligan a medir, a repensar, a mejorar lo que estás haciendo. Hace unos años se empezó a notar una mayor concienciación, pero todavía no era reseñable. Las nuevas generaciones, sin embargo, están más preocupadas por todas estas cuestiones.

La implantación de este tipo de acciones, ¿ayuda a los clientes a decidirse por sus hoteles?

Creo que sí. Cada vez hay más items que nos indican esta tendencia. Diariamente se multiplican los comentarios sobre estos asuntos en los cuestionarios que rellenan nuestros clientes y el número de visitas y de consultas en nuestro microsite se ha incrementado notablemente. Cada vez más empresas nos piden tener una certificación medioambiental, y en el área de la restauración está creciendo mucho el interés por los productos ecológicos y de kilómetro cero.

Con la perspectiva de procurar la recuperación económica, ¿van a mantener el mismo grado de compromiso con sus políticas de sostenibilidad?

Si. De hecho, lo hemos mantenido a lo largo de todo este tiempo. Es cierto que algunas iniciativas han tenido que frenarse, pero hemos seguido controlando los residuos, gestionando el agua y avanzando en eficiencia energética. También hemos sacado provecho de algunas prácticas que habíamos implementado.

Por ejemplo, el producto que habíamos fabricado para sustituir los químicos ha resultado un desinfectante magnífico contra el coronavirus. Por tanto, aunque algunos proyectos que requerían inversión se han ralentizado, este tiempo también nos ha permitido avanzar en otros aspectos que requerían una organización más detallada y que ahora vamos a poder retomar con mucho más impulso.

El Gobierno ha presentado la hoja de ruta para elaborar la Estrategia de Turismo Sostenible. ¿Qué oportunidades tiene España de desarrollar un ecosistema en torno a este sector?

Yo creo que muchas. España no deja de ser una potencia turística y tiene un know how importante. Además, en los últimos años hemos avanzado mucho en el área de gestión medioambiental, contamos con una legislación bastante completa y somos uno de los países más ricos de Europa en biodiversidad. Tenemos todo a nuestro favor para poder ser referentes en ese área.

El del turismo es uno de los sectores más golpeados por la pandemia. ¿Qué ha cambiado en la industria? ¿Hasta qué punto serán diferentes los viajes post Covid?

Creo que poco a poco iremos volviendo a la normalidad, aunque algunas prácticas han llegado para quedarse. Los nuevos procedimientos de higiene, por ejemplo, van a ser permanentes porque hemos visto que son más eficientes y, además, logramos que el cliente se sienta más confortable y seguro.

La pandemia ha supuesto sobre todo un revulsivo para el turismo rural y quizá haya servido para que mucha gente descubra una alternativa de ocio que hasta ahora desconocía.

En cuanto a los viajes corporativos, es posible que se reduzcan por la generalización en el uso de las herramientas tecnológicas, pero es probable que mucha gente utilice los hoteles para teletrabajar. Creo que la principal diferencia estribará en que, a partir de ahora, la línea entre los viajes de ocio y trabajo se va a ir diluyendo. A partir de ahora, cuando tengamos que viajar por trabajo acabaremos aprovechando para disfrutar y hacer turismo.