Arabia Saudí aspira a posicionarse como motor de la era verde

El príncipe Mohamed Bin Salman ha presentado dos ambiciosas iniciativas, una para el país y otra para la región, que ayudarán a paliar el impacto de la crisis climática, a detener la desertización progresiva de sus tierras de cultivo y a reforzar su liderazgo en la transición ecológica global

Es uno de los principales productores de petróleo del mundo y también uno de los más contaminantes, pero en los últimos años ha demostrado un compromiso fuerte y decidido por impulsar la descarbonización y adaptar su modelo económico y productivo a las exigencias de la transición ecológica. El país lleva tiempo inmerso en el desarrollo de su Plan Nacional de Energías Renovables, que puso en marcha con el objetivo de anticiparse al declive del petróleo como fuente principal de energía y que le permitirá convertirse en líder global en cuanto a producción de hidrógeno y de energía fotovoltaica. Arabia Saudí ha dejado claro que no quiere perder la oportunidad de fortalecer su posición de cara al nuevo escenario y, como muestra, acaba de presentar dos iniciativas que le ayudarán a posicionarse como referente en la era verde y a luchar contra el cambio climático.

A través de los proyectos ‘Arabia Saudí Verde’ y ‘Oriente Medio Verde’, el país también pretende iniciar un nuevo rumbo que le ayude a cambiar su imagen, históricamente asociada al oro negro, el desierto y la escasez de agua.

La medida estrella de estos planes, presentados por el príncipe Mohamed Bin Salman, pasa por plantar 50.000 millones de árboles en Oriente Medio, una acción que contribuiría a detener la desertización progresiva de sus tierras de cultivo y también a paliar el impacto de la crisis climática.

‘Arabia Saudí Verde’ tiene como objetivo aumentar la cobertura vegetal, combatir la contaminación y la degradación de la tierra y preservar la vida marina, especialmente los arrecifes de coral. Para conseguirlo se plantarán 10.000 millones de árboles dentro del reino en los próximos años y se elevará el porcentaje de áreas protegidas a más del 30% de su superficie total. Todo esto reducirá de las emisiones un 10% a nivel local y un 60% en todo Oriente Medio. También se pondrán en marcha ambiciosos proyectos de energía renovable que proporcionarán el 50% de la producción de electricidad para 2030 eliminando así más de 130 millones de toneladas de emisiones de carbono.

Consciente de los desafíos que enfrenta la región desde el punto de vista hídrico, financiero y geográfico, el príncipe Bin Salman también ha lanzado el proyecto ‘Oriente Medio Verde’, una hoja de ruta para todos los países que foman parte de esta zona del sureste asiático y que aspira a contribuir a implantar los objetivos globales que ayuden a enfrentar el cambio climático.

Esta iniciativa pasa por coordinar los esfuerzos y acompañar los desarrollos regionales e internacionales a través de diversas acciones como mejorar la eficiencia de las tecnologías de hidrocarburos o poner en marcha el mayor plan de reforestación del mundo, con la plantación de 40.000 millones de árboles en el territorio, una cifra que representa el 5% del objetivo mundial -que establece plantar un billón de árboles-. Estos esfuerzos conjuntos contribuirán rebajar un 10% las emisiones de carbono a nivel global.

El proyecto deberá desarrollarse en colaboración con los países del Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo y del Medio Oriente, y también se trabajará con los Estados y organismos internacionales en la búsqueda de mecanismos para que los países más pobres puedan financiar las acciones. En este sentido, algunas propuestas ya contemplan el desarrollo conjunto de métodos innovadores para el riego a través de agua tratada, la siembra de nubes o la plantación de especies aptas para la región que sólo requieran un aporte hídrico extra al principio, y luego crezcan con riego natural a su debido tiempo.