La CHG presenta un plan para modernizar los arrozales

El proyecto, dotado con un presupuesto de 238 millones de euros, beneficiará a más de 37.000 hectáreas y pretende paliar los efectos de una sequía cada vez más común en la región

Con un 33% de la superficie arrocera del país, Andalucía es la principal región productora de este cereal en España. Sevilla, en concreto, es la provincia que más arroz produce, y esta actividad se ha convertido en un importante dinamizador de la economía regional. Sin embargo, la sequía meteorológica que en los últimos años vive la zona está impactando notablemente en su producción. El pasado mes de mayo, la falta de agua obligó a los agricultores a dejar sin sembrar más de la mitad de la superficie arrocera en la Marisma del Guadalquivir, una medida que repercutirá notablemente desde el punto de vista económico, pero también medioambiental, ya que estos arrozales son un pilar fundamental para el mantenimiento de la avifauna que habita el entorno de Doñana.

Con el objetivo paliar en la medida de lo posible esta situación, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha presentado un plan para modernizar los regadíos de arroz dotado con un presupuesto de 238 millones que beneficiará a más de 37.000 hectáreas arroceras. Según UPA Andalucía, este proyecto, que se encontraba congelado desde el año 2015, pretende restaurar y recrecer los canales existentes entre Peñaflor e Isla Mayor, así como construir un tramo de tubería o un sifón para pasar de la margen izquierda a la derecha del río.

La obra se divide en cuatro fases y la primera, que contempla la redacción del proyecto, se encuentra ya en fase de adjudicación. Los siguientes ciclos irán asociadas a la planificación hidrológica de los próximos años y el presupuesto asignado deberá ser consignado por el ministerio de Agricultura y el de Transición Ecológica. “Esperamos que no se quede en papel mojado. Desde 2015 nadie se había preocupado por un plan de modernización que se podría haber ejecutado ya. Seis años después, la Confederación vuelve a recuperar un plan ambicioso para ahorrar en torno a 60 hectómetros cúbicos en la cuenca”, explica Roque García, vicesecretario general de Desarrollo Rural, Agua y Acción Sindical de UPA Andalucía.

El proyecto de modernización evitaría el bombeo de agua, lo que reduciría la factura de la luz; incrementaría la productividad de arroz por hectárea, ayudaría a paliar los efectos provocados por la sequía y acabaría con las restricciones impuestas por la Confederación cuando la cantidad de agua embalsada es escasa para hacer frente a la campaña de riego, un hecho que cada vez ocurre con más frecuencia. La pasada primavera, la CHG destinó 187 hectómetros cúbicos de dotación para el cultivo de este cereal, un 53% menos que la cantidad asignada al sector por derecho propio. Y no se trata de un hecho puntual, ya que en el año 2007 la sequía obligó a sembrar únicamente el 50% de la superficie destinada al cultivo de arroz.

El plan también contribuiría a mitigar el problema de la calidad del agua por salinidad que históricamente sufren los arroceros del Guadalquivir. Esta circunstancia tiene un impacto muy negativo en las cosechas y cada año provoca cuantiosas pérdidas económicas. Las plantaciones ubicadas en la zona sur tienen una especial dificultad para evacuar los caudales de desagüe al estuario del río, una particularidad que merma la calidad del agua y hace que durante la campaña de riego los agricultores se vean obligados a recircular aguas con un nivel de salinidad superior al recomendado.

Esta práctica acaba afectando a las comunidades de regantes cercanas, que ven cómo se incrementa la salinidad en sus circuitos de recirculación interna de desagües, empeorando la calidad del agua destinada al riego.

Impacto económico

La actividad agrícola desarrollada en Las Marismas desempeña un papel estratégico para la región andaluza. Con 36.500 hectáreas de cultivo, los arrozales sevillanos producen unos 700 millones de toneladas de arroz anuales. No en vano, están considerados como uno de los mayores humedales del continente europeo y aportan una parte significativa del arroz producido en el conjunto de España y en el contexto de la la Unión Europea. Según el informe Estudio económico y social del cultivo del arroz en las Marismas del Guadalquivir como dinamizador de la economía andaluza, la industria arrocera y sus actividades asociadas, como la comercialización del cangrejo rojo o el turismo gastronómico, representa el 1,9% de los puestos de trabajo (5.037 trabajadores), genera unas ventas anuales de más de 680 millones de euros y contribuye con 38 millones a las arcas públicas.