Cepsa reafirma su apuesta por la economía circular

Ha implantado un sistema de producción y consumo basado en el aprovechamiento de los subproductos y la energía que promueve las sinergias

El concepto de economía circular cobra cada vez más fuerza en la transformación que están experimentando todos los sectores para adaptarse a una economía más sostenible, incluso entre aquellos que, aparentemente, tienen más dificultades para ajustarse a políticas respetuosas con el medio ambiente.

Consciente de que la revolución verde no admite alternativas, Cepsa está diseñando un plan estratégico que guíe a la compañía en su empeño por adaptar el negocio a los nuevos activos bajos en emisiones y abordar los desafíos a largo plazo que plantea la transición energética. Uno de los primeros pasos de la empresa ha sido impulsar un modelo que favorezca la economía circular. Se trata de un sistema de producción y consumo basado en el aprovechamiento de los subproductos y la energía que promueve la búsqueda de nuevas sinergias entre los diferentes negocios de la energética y otras empresas.

Su proyecto se basa en una utilización eficiente y sostenible de los recursos y pasa por una producción menos intensiva de los servicios no renovables, la promoción de un consumo responsable, la reutilización de residuos, la optimización en el consumo de materias primas y la reducción del impacto medioambiental en los recursos naturales.

Uso responsable de agua

La compañía ha puesto en marcha el proyecto de conversión de la planta de alquilación de Puente Mayorga para adaptarla al proyecto Detal, una tecnología ideada y desarrollada por Cepsa en colaboración con la UOP (Universal OilProducts) que mejorará la calidad y la variedad del Alquilbenceno Lineal (LAB) -la base de la mayoría de los detergentes biodegradables-, incrementará la seguridad de los procesos y la eficiencia energética del centro industrial y disminuirá sus emisiones porque consumirá menos gas natural y electricidad. Además, este proyecto de economía circular reducirá en gran medida los residuos generados y permitirá aumentar la producción hasta alcanzar las 250.000 toneladas, un hito que ayudará a la compañía a mantenerse como una de las empresas líderes del mundo en este sector, con una cuota de mercado del 17%.

Cepsa ha invertido en esta iniciativa cerca de 100 millones de euros y ha creado alrededor de 250 puestos de trabajo en el Campo de Gibraltar, con picos de hasta 600 durante la etapa de construcción.

Además, prevé instalar los programas de transformación digital diseñados por la compañía. El sistema YET (Yield, Energy and Throughput), un programa de inteligencia artificial y aplicación de tecnologías propias de la industria 4.0 (machine learning, big data y advanced analytics), logrará optimizar los procesos y mejorar la eficiencia energética.

Mediante este proceso también se va a ampliar la capacidad de producción de la planta en 50.000 toneladas de LAB (un 25% más), con el objetivo de abastecer el consumo creciente de países emergentes en África. La compañía estima que desde ahora hasta 2035, la demanda de LAB de estos países aumentará un 5% anual.

Comprometida con el uso responsable de agua, todas las instalaciones de la empresa contemplan sistemas para la reutilización de aguas de proceso, la reducción de aguas de producción, la recuperación de aguas residuales y la utilización de alternativas como el agua marina para reducir el consumo de agua dulce.

En este sentido ha renovado la planta de reutilización de agua en la Refinería de Gibraltar-San Roque para reducir el volumen captado en un 20%. Esta remodelación permite aprovechar los recursos naturales captados por la refinería y, además, fomentar una operación industrial más respetuosa con el medio ambiente.

Valorización de residuos

En el ámbito de los residuos, la compañía energética firmó a finales del año pasado una acuerdo con una empresa de gestión de residuos para la valorización de las tierras filtrantes resultantes de los procesos de la planta de Bioenergía de San Roque.

Esta instalación produce una media anual de 1.000 toneladas de este desecho, pero ahora es posible valorizar hasta el 100% de la tierra inerte impregnada en aceite vegetal que antes se destinaba a un depósito de seguridad de residuos en Andalucía. Gracias a esta iniciativa ya es posible valorizar el 90% de los residuos que genera la instalación -junto con otros que ya se valorizaban para fabricar biocombustibles- y se abren nuevas vías de trabajo en el ámbito de la protección ambiental.