Los regantes de Palos apuestan por la fotovoltaica

Con dos instalaciones generadoras de energía limpia ya en funcionamiento, la comunidad onubense acaba de abrir a licitación una nueva planta para el bombeo de agua

Hablar de la importancia capital del sol a un agricultor puede parecer una obviedad pero, más allá, aprovechar la luz que este proyecta y transformarla en una herramienta energética que contribuya a aumentar la eficiencia del regadío en cultivos y plantaciones es uno de los mayores retos a los que se enfrenta este gremio. Quienes se dedican a la agricultura saben de sobra que los fenómenos meteorológicos y el clima son dos condicionantes fundamentales de su actividad, y por eso se están convirtiendo en uno de los sectores más activos en el ámbito del autoconsumo.

El campo es uno de los grandes beneficiados del auge que están experimentando las energías renovables. La derogación del ‘impuesto al sol’ y el abaratamiento de los precios de las placas fotovoltaicas han llevado al regadío a apostar por este modelo energético sostenible. Tanto es así que concentra ya el 25% de las plantas solares para autoconsumo que concentra España, según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).

La Comunidad de Regantes Palos de la Frontera (Huelva) es una de las más comprometidas con el impulso de las energías limpias y pionera en Andalucía en la implantación este tipo de innovaciones. No en vano, hace poco más de un año inició una autodenominada “revolución verde” por la que recientemente ha abierto a licitación la construcción de una planta fotovoltaica con una potencia nominal de 986 kwp para el bombeo de agua.

La nueva obra, que tiene un plazo previsto para su ejecución de cinco meses y que cuenta con un presupuesto cercano a los 1.100.000 euros, sería la tercera infraestructura fotovoltaica para el consumo interno de electricidad que la asociación ha puesto en marcha dentro de las instalaciones en los últimos doce meses.

El pliego de cláusulas administrativas particulares señala que esta planta irá destinada especialmente a suministrar la energía necesaria para el bombeo del agua en el sector 3 de riego, que durante los últimos tres años ha registrado un consumo de energía eléctrica de 1.853.158 kWh (media anual) y cuyo coste soporta la comunidad. “Con esta obra se pretende llevar a cabo una importante reducción de estos costes energéticos a la comunidad de regantes y amortizarla en pocos años”, aseguran desde la entidad.

Del total de la energía producida por la nueva planta fotovoltaica, un 80% será autoconsumida por la Comunidad de Regantes, siendo el 20% restante vertido a la red general. Respecto a las emisiones de CO2 a la atmósfera, supone asimismo una reducción de unas 425 toneladas de CO2 al año gracias al ahorro de energía procedente de otras fuentes contaminantes.

Con su entrada en funcionamiento, la planta reforzará la apuesta de la Comunidad de Regantes Palos de la Frontera por las energías renovables, sumándose a sus instalaciones ya en funcionamiento: otra planta fotovoltaica situada junto a la balsa del sector 1 (que ha conseguido durante el primer año de funcionamiento un ahorro de de 75.000 euros) y una segunda instalación solar en las propias oficinas de la entidad, unas placas solares que filtran la luz y aprovechan su energía permitiendo así iluminar el edificio y que producen, anuamente, 15.000 varios a la hora con tecnología de células monocristalinas de última generación.

En cuanto a esta tercera instalación, la empresa Texla Energías Renovables, encargada de ejecutar el proyecto, confirma que la zona donde se encuentra ubicada ofrece una condiciones excepcionales respecto a la cantidad de radiación solar que recibe, puesto que supera con crecer otras fuentes de energía, como la eólica o la biomasa.

Así, la planta fotovoltaica se llevará a cabo utilizando una tecnología fija, principalmente en el suelo y también en parte de los tejados de las naves de la zona pertenecientes a la Comunidad de Regantes Palos de la Frontera.

El acuerdo suscrito con la propietaria del terreno, Keafer Suministros, permitirá igualmente abaratar de forma notable los costes de la nueva instalación fotovoltaica puesto que, ante la falta de terreno disponible inicialmente, había quedado proyectada la instalación de una planta fotovoltaica flotante cuyo coste hubiera sido superior, dada la inversión en flotadores para sostener las placas y captar de forma adecuada la energía solar necesaria para alimentar la planta.