El autogás, la solución de hoy para acelerar la transición hacia las cero emisiones netas

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), de cada 100 millones de toneladas de CO2 que son necesarias eliminar anualmente en España, 28 millones provienen del transporte. De esta última cifra, la mayoría de las emisiones se originan en la movilidad relacionada con la actividad laboral y de la distribución de mercancías. Un reparto que, con los nuevos hábitos de consumo y la llegada de la pandemia, aumenta la circulación del transporte.

Ante esta situación, es cada vez más importante replantear el transporte urbano y potenciar la transición hacia energías limpias que ayuden a mejorar la calidad del aire que respiramos.

Actualmente, los grandes avances en el sector permiten contar con gran variedad de energías alternativas; algunas maduras como el autogás, que ya propulsa a más de 25 millones de vehículos en el mundo; y otras aún en desarrollo.

Por ello es importante seleccionar la tecnología más adecuada para cada uso, sin descartar ningún tipo de energía que sea clave en el corto-medio plazo para descarbonizar el transporte.

Todas las energías bajas en huella de carbono para la movilidad serán necesarias para alcanzar los objetivos de neutralidad climática. De todas ellas, el gas licuado de petróleo (GLP), también conocido como autogás, es considerado uno de los principales combustibles alternativos con potencial para sustituir al petróleo, lo que proporciona al sector del transporte la solución perfecta para las flotas de autobuses y camiones urbanos.

Contemplado como una energía alternativa por la Directiva 2014/94/UE y recogido en el Marco de Acción Nacional de Energías Alternativas en el Transporte, el autogás es el combustible alternativo más usado en el mundo, en primer lugar, porque ofrece las mismas prestaciones que los carburantes tradicionales, pero también por sus ventajas económicas y medioambientales. Tres factores que lo convierten en un combustible sostenible y ecológico.

Para avanzar hacia un futuro más responsable en materia de movilidad sostenible es necesario que instituciones, ayuntamientos y empresas trabajemos juntos en una misma dirección con objetivos definidos y reales a corto, medio y largo plazo.

Todo ello, teniendo en mente los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que la ONU estableció en la Agenda 2030. Especialmente los referentes a lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles -Objetivo 11-, garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles -Objetivo 12-, y a adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos -Objetivo 13-.

En ese sentido, BeGas tiene una propuesta para contribuir a un futuro más sostenible del transporte de personas y mercancías, gracias al desarrollo de los primeros motores 100% gas licuado (autogás) de inyección líquida homologados bajo la normativa europea EURO VI-D, encargada de regular las emisiones contaminantes.

Los motores de nuestra compañía, de base tecnológica y carácter investigador, consiguen emisiones de CO2 más bajas que las de los diésel más modernos. Además, reducen drásticamente las emisiones de otros gases contaminantes: un 51% en niveles de CO, el 22% en niveles de PN, el 57% en niveles de NOx, el 29% en niveles de PM10 y un 87% en los niveles de HC.

Desde BeGas ofrecemos dos soluciones para su aplicación en flotas de camiones y autobuses urbanos. Por un lado, estos motores se pueden integrar en vehículos pesados nuevos, pero también es posible instalarlos en camiones o autobuses urbanos de entre 12 y 26 toneladas y con una antigüedad de 3 a 8 años, sustituyendo el motor diésel por un motor BeGas AVG 100% gas licuado cuando el vehículo aún conserva las mejores prestaciones.

Al mismo tiempo, los motores BeGas AVG cuentan con notables ventajas. Entre ellas, su eficacia, ya que consiguen un par y potencia máxima en un régimen de giro muy bajo, lo que está directamente relacionado con la eficiencia de su consumo energético.

Otro factor determinante en cuanto su aportación a la sostenibilidad económica de las flotas es el precio del autogás, aproximadamente un 45% más económico que el litro de diésel, lo que permite un ahorro de hasta el 36% en los gastos de explotación de combustible.

De todos sus beneficios destaca también su tamaño, ya que tienen unas dimensiones mucho más compactas que los motores convencionales, lo que, sumado a la propulsión por este combustible alternativo en fase líquida, aumenta las prestaciones del motor.

La aportación ecológica de estos motores es, precisamente, su razón de ser. Por ello, todos los vehículos que incorporan un motor AVG obtienen la etiqueta Eco-DGT, además de contar con la última homologación europea.

Es en Europa donde el GLP (autogás) está reivindicando un mayor espacio y relevancia, ya que, como hemos comentado, ofrece destacables ventajas y su implantación es sencilla, económica y eficaz.

En nuestro país, las velocidades son distintas. Por ello, es importante seguir trabajando en la innovación de motores, en línea con la estrategia europea de reducción de emisiones, buscando sinergias entre instituciones, ayuntamientos y empresas, ya que la transición hacia un transporte responsable debe ser conjunta.