Tierra de Barros ya tiene permiso para abastecerse de agua

La Confederación Hidrográfica del Guadiana ha otorgado a la comunidad de regantes la concesión de aprovechamiento de aguas superficiales a extraer de los embalses extremeños de Alange y Villalba. Las obras del proyecto, que convertirá 15.170 hectaréas de secano a regadío, comenzarán en 2023

El proyecto de regadío de Tierra de Barros está cada vez más cerca de convertirse en una realidad. La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha otorgado a la comunidad de regantes constituida para tal fin la concesión de aprovechamiento de aguas superficiales por un volumen de 43,38 hectómetros cúbicos al año, que se extraerán de los embalses de Alange y Villalba.

Esta concesión permite aprovechar un caudal máximo de 3.700 litros por segundo del embalse de Alange sin que pueda sobrepasarse un volumen máximo anual de 36,63 hectómetros cúbicos, y un caudal máximo instantáneo de 1.200 litros por segundo del embalse de Villalba, hasta alcanzar un máximo anual de 6,75 hm3.

La Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura considera que la concesión de las aguas supone “un nuevo espaldarazo a este proyecto” considerado “la obra de mayor envergadura para el campo extremeño de los últimos 50 años” y que ha sido concebido con el fin de “impulsar al sector agroalimentario de la región” así como para generar un “gran impacto” económico y social.

El plan de conversión de secano a regadío ha sido declarado recientemente de interés general por el Gobierno Central que, junto al Ejecutivo regional y los propios regantes, financiará parte de la inversión, prevista en 250 millones de euros aproximadamente.

Se trata de la mayor zona regable impulsada por la Consejería de Agricultura y afectará a más de 15.170 hectáreas establecidas en 6.586 parcelas con una media de 2,3 hectáreas dedicadas a cultivos tradicionales locales -básicamente olivar y viñedo- en 12 municipios ubicados en las comarcas de Tierra de Barros y Mérida, concretamente Almendralejo, Alange, Aceuchal, Villafranca de los Barros, Villalba de los Barros, Ribera del Fresno, Solana de los Barros, Torremejía, La Zarza, Fuente del Maestre, Mérida y Villagonzalo.

Sistema de riego

Tal y como se explicó durante la presentación del proyecto, el regadío contará con una dotación de 2.765 metros cúbicos de agua por hectárea al año a través de riego de apoyo con sistema por goteo y se dispensará por demanda ordenada a la comunidad de regantes, que será la encargada de establecer el horario, aunque nunca podrá exceder de seis días a la semana durante un máximo de 16 horas diarias. Asimismo, contará con telecontrol, automatización, un centro de control general e hidrantes en las parcelas.

El proyecto establece 17 sectores de riego y tres balsas de regulación que disponen de una capacidad de almacenamiento de 14 hectómetros cúbicos. El 63,4% del agua de dedicará a regar viñas, un 36,2% a los olivares, y el 0,4% restante para otras variedades de cultivo.

El sistema constará de dos captaciones de agua superficiales con sus respectivas estaciones de bombeo -una en Alange y otra en Villalba- y para conducirla hasta las parcelas se construirán 2.262 kilómetros de tuberías entre las de conducción, la red principal y la red secundaria.

Una de las principales novedades es la construcción de una planta fotovoltaica que producirá 11,4 megavatios y ocupará más de 32 hectáreas, aportando el 65% de la energía necesaria para llevar a cabo esta actividad. Todo ello supone un ahorro de coste energético estimado en el 79%, es decir, unos 44 millones de euros en 25 años.

Tras la concesión de agua y la reciente declaración de impacto ambiental positiva, las obras pueden salir a concurso. Se prevé que los trabajos comiencen en 2023, con un plazo de ejecución de cuatro años.