La lucha contra la deforestación, una herramienta clave contra el cambio climático

La Comisión Europea refuerza su apuesta por la biodiversidad para convertirla en una de las herramientas clave en la lucha contra el cambio climático. El Ejecutivo comunitario acaba de tomar medidas para blindar los bosques. A partir del 1 de enero, todos los vendedores estarán obligados a certificar que sus productos no han sido generados en terrenos deforestados y que, además, observan las exigencias legales de sus propios países de origen.

Los operadores deberán obtener las coordenadas geográficas de las parcelas donde se hayan producido los productos básicos que comercializan. Esta estricta trazabilidad pretende garantizar que solo entren en el mercado de la UE productos libres de deforestación y que las autoridades de control de los Estados miembros dispongan de los medios necesarios para comprobar que se cumple este requisito. Asimismo, la Comisión aplicará un sistema de evaluación comparativa para determinar qué países presentan un riesgo bajo, estándar o alto de producir productos que no estén libres de deforestación o que no se ajusten a la legislación del país productor.

La iniciativa ha sido presentada días después del pacto alcanzado durante la celebración de la COP26 para reducir la deforestación, que avanza a un ritmo alarmante, especialmente en determinadas zonas del planeta como la Amazonía brasileña.

Según el último balance del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), la selva amazónica perdió 13.235 kilómetros cuadrados de árboles entre el 1 de agosto de 2020 y el 31 de julio de 2021. Este valor representa un aumento del 21,97% en comparación con la tasa de deforestación calculada el año pasado, que fue de 10.851 kilómetros cuadrados para los nueve estados que conforman la Amazonía Legal brasileña (ALB).

La nueva normativa pretende dotar de herramientas a los 27 para avanzar hacia una economía circular y proteger la naturaleza, elevar los estándares medioambientales y fortalecer el Pacto Verde Europeo, una de las grandes apuestas del Ejecutivo comunitario. Por eso, llega acompañada de otras dos propuestas para hacer frente a los retos que plantean los residuos ilegales y su exportación a terceros países, así como una nueva estrategia para que todos los suelos europeos se rehabiliten, sean resilientes y estén adecuadamente protegidos de aquí a 2050.

La consulta pública abierta lanzada por la Comisión con relación a esta propuesta legislativa reunió más de 1.200.000 respuestas, lo que la convierte en la segunda más popular de la historia de la UE y muestra el apoyo abrumador de los ciudadanos europeos a la lucha contra la deforestación.