Los retos del Miteco ante la ‘nueva normalidad ambiental’

Pacto del Agua, cambio climático y reto demográfico son los principales desafíos del Ministerio liderado por Teresa Ribera a comienzos del nuevo curso político marcado por la pandemia.

El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud escribía el encabezado de uno de los capítulos más perturbadores de la historia reciente. Bastó una palabra: pandemia. La COVID-19, ya entonces considerada una emergencia para la salud pública, obligaba a confinar no únicamente a la población, sino cualquier proyecto, plan y objetivo que no se concentrase en contener y controlar la capacidad devastadora de la enfermedad. Aún omnipresente, el virus no ha supuesto la supresión de otras problemáticas sino que, únicamente, ha congelado las acciones para enfrentarlas, si no las ha complicado todavía más.

Las consecuencias de la crisis se cuentan por miles, igual que las lecturas de la nueva realidad que ha configurado. En paralelo a las trágicas cifras sanitarias, y a las no menos nefastas económicas, el coronavirus ha precipitado al tiempo un redibujo de prioridades en todas las escalas.

A las puertas de un nuevo curso político y, más allá, de un nuevo escenario, repasamos los retos que enfrenta España en materia de agua, medio ambiente y sostenibilidad, la mayoría desplegados sobre la mesa de la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Pacto Nacional del Agua

La gestión de los recursos hídricos es, tradicionalmente, una de las empresas más relevantes para los gobiernos españoles. El gran compromiso del Ejecutivo de la decimocuarta legislatura es firmar un Pacto Nacional del Agua que coordine las acciones, intereses y expectativas de las confederaciones hidrográficas y de las Comunidades Autónomas. Por el momento, el Miteco ha completado una planificación hidrológica que sentará las bases de la gestión general a lo largo de 2021.

La protección de la franja litoral, con la actualización de la Ley de Costas de 1988, es otro de los compromisos del Gobierno, para el que plantea presentar en este curso una Estrategia para la Protección de la Costa Española, una adaptación de la actual legislación a las exigencias del cambio climático.

Pero es la depuración y el tratamiento de las aguas el reto de mayor envergadura. La pandemia ha supuesto un inevitable retraso en las licitaciones programadas a tal fin, y las labores para condensar en un texto el Plan de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilización (DSEAR) siguen abiertas.

Residuos, cambio climático y movilidad

Son las tres grandes líneas de trabajo en materia medioambiental. Compendiar los objetivos para abordar la situación de las dos primeras y las herramientas para hacerlo en sendas leyes fue una de las primeras promesas de Teresa Ribera, a principios de 2020. Dos compromisos cumplidos, hoy en trámite parlamentario.

El Consejo de Ministros aprobaba el anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados el 2 de junio, planteando limitar y gravar la utilización de envases no reutilizables y otros utensilios como pajitas, cubiertos, bastoncillos o platos y vasos de plástico. El texto plantea que, desde el 3 de julio de 2021, los establecimientos de restauración españoles tendrán prohibido su uso, debiendo apostar por alternativas sostenibles.

El Gobierno pretende, igualmente, reducir el consumo nacional de materiales plásticos no reciclados un 30% para 2030 y disminuir un 15% la cantidad de residuos. Paralelamente, ha aprobado la Estrategia España Circular 2030 y un Real Decreto para mejorar la trazabilidad y el traslado de residuos.

El anteproyecto de Ley de Cambio Climático, ya también en el Parlamento, prevé la descarbonización de España y la neutralidad climática del país antes de 2050, impulsando el coche eléctrico y las energías renovables.

Asimismo, una vez superada la fase de consulta pública, el Miteco espera que el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 quede aprobado a lo largo del próximo año. Contempla 81 líneas de acción en 18 ámbitos de trabajo y, recientemente, ha sido presentado al Consejo Nacional del Clima y al Consejo Asesor de Medio Ambiente. La estrategia se asume como una herramienta para la recuperación alineada con el Pacto Verde Europeo que facilitará la mitigación de los efectos del cambio climático.

Los trabajos los Miteco encuentran complemento en los del Ministerio de Fomento. La Estrategia Española de Movilidad Sostenible, aprobada el 30 de abril, establece la coordinación de las políticas sectoriales para facilitar la movilidad baja en carbono, prestando especial atención a las alternativas al vehículo privado.

Estrategia del Reto Demográfico

Completar la digitalización, reactivar las economías locales y fomentar la vivienda y la agenda urbana. Son los ejes principales de la Estrategia Nacional para el Reto Demográfico que Ribera se ha comprometido a aprobar antes de que termine el año.

Procurar el reequilibrio de distribución de recursos entre el ámbito rural y el urbano es una de las prioridades del Ministerio de Teresa Ribera desde que su cartera escaló al rango de vicepresidencia en la actual legislatura, añadiendo a sus retos el demográfico. Para su asunción, la Estrategia Nacional establece como objetivo general “la garantía de igualdad de oportunidades y el libre ejercicio de los derechos de la ciudadanía en todo el territorio a través de la coordinación y cooperación de todas las Administraciones, el aprovechamiento sostenible de los recursos y la colaboración público privada”.

Un futuro incierto

El Plan de Salud y Medio Ambiente, la Ley de Bienestar Animal, los cambios en el modelo energético... son muchas las iniciativas que la pandemia ha dejado en suspenso o ha retrasado sine die.

De igual forma, la alteración de las prioridades ha situado las iniciativas climáticas y sostenibles en una situación de potencial peligro. El fondo de 750 mil millones de euros aprobado por la Unión Europea para facilitar la recuperación económica presenta ante los socios una realidad de doble filo: por un lado, acceden a fondos que les ayudarán a reflotar sus cuentas (140 mil millones para España) pero, por otro, algunos programas han visto recortadas sus dotaciones.

Por delante, ahora, el dibujo que el Parlamento Europeo establece para el montante general y la distribución de los fondos que corresponden a España. Igualmente, el futuro de los proyectos a los que la situación mundial ha alterado el calendario. La mayoría, en el maletín de Teresa Ribera.