Juan Antonio de la Cuerda, Director Gerneral de Afarvi: “La reutilización de agua es una necesidad moral que el sector industrial debe cumplir”

Ingeniero Industrial especializado en mecánica por la Universidad Pontificia de Comillas, Juan Antonio de la Cuerda fundó Afarvi Sistemas en el año 2003 como una empresa especializada en equipos e instalaciones para la producción y distribución de agua. Hoy, la firma trabaja para grandes multinacionales, sin dejar de lado las pymes.

Ya en 2019, Afarvi logró superar el objetivo planteado para este año, 2020, ampliando su plantilla un 40% y sumando más de 90 profesionales en un solo año. En la actualidad, participa en proyectos de grandes farmacéuticas nacionales e internacionales, garantizándoles la adecuación de las instalaciones a sus necesidades y la puesta en marcha y mantenimiento de los equipos, adaptándose al tiempo a los exigentes cánones de calidad del agua que impone, especialmente, el sector farmacéutico, principal fuente de trabajo de Afarvi, pero también el veterinario y, cada día más, el cosmético. Cuando todo el mundo espera que cuanto antes la ciencia halle la vacuna contra el coronavirus, de la Cuerda repasa, entre otros aspectos determinantes para su sector, el papel crucial que el agua desempeña en el proceso de desarrollo de los medicamentos.

Afarvi ofrece un servicio de ingeniería completa, desde el diseño hasta la puesta en marcha del sistema. ¿Cuáles son sus líneas de negocio?

Afarvi nace en 2003 dedicada, fundamentalmente, al tratamiento de agua en un sector entonces moderadamente pequeño en España, el farmacéutico, pero que sí presenta las suficientes exigencias para que nosotros seamos necesarios. El farmacéutico es un sector con unas necesidades de calidad de agua muy específicas y exigentes, recogidas en la normativa Farmacopea. Este es el ámbito en el que nos iniciamos y es en el que continuamos trabajando, junto al de la farmacia veterinaria, con criterios muy similares.

El sector farmacéutico está muy sujeto a las normas y tiene muchas exigencias no sólo en cuanto a la calidad sino en cuanto a la demostración de que la calidad se mantiene en el tiempo. Por otro lado, hay muchos mercados que, poco a poco, van emulando al farmacéutico, como el de la cosmética. Cada vez más, esta industria empieza a exigir más requisitos sobre la calidad del agua que, si bien no se enmarcan en normativas tan exigentes y concretas como las de la farmacéutica, se aplican con igual intensidad en muchos casos por orden y requerimiento de los propios fabricantes..

Inicialmente, Afarvi estaba especializada en la fabricación y mantenimiento de equipos e instalaciones para la producción y distribución de agua de proceso, pero dio el salto a la realización de proyectos de instalaciones y a la fabricación propia. ¿Cuáles fueros las razones de este cambio y qué servicios ofrecen actualmente?

Nuestra compañía ha tenido una evolución a lo largo de sus 17 años empezando como una empresa pequeña de tres trabajadores y llegando a donde estamos hoy, con casi 100 empleados y una capacidad de producción y unas competencias que van mucho más allá del tratamiento del agua. Poco a poco, en estos años Afarvi se ha especializado en todas las necesidades de los procesos de la industria farmacéutica. Aunque la piedra base sobre la que empezamos a trabajar fue la del tratamiento agua, pronto observamos otras oportunidades de negocio dentro del sector, Allá donde haya tuberías, reactores, calentamiento, agitación, traslados, traspasos de fluidos... nosotros estamos listos para trabajar aportando nuestra capacidad de ingeniería y gestión de proyectos, llevando a cabo las necesidades de calderería y montaje que puedan ser precisas en cada proyecto de nuestros clientes.

El agua es la sangre de la industria farmacéutica puesto que, para los laboratorios, es fundamental para producir y fabricar los medicamentos, pero también para realizar la limpieza de sus herramientas y sus líneas y elementos de producción. Por eso, nuestra evolución ha resultado casi natural, especializándonos en todos los procesos.

En una primera etapa, desde 2003 hasta 2013, operamos como ingeniería subcontratando todo lo que tenía que ver con la fabricación de los elementos y su montaje. Fue a partir de 2013 cuando empezamos a fabricar por nosotros mismos

La mayor parte de su negocio se concentra en la colaboración con el sector farmacéutico. Prestan sus servicios a firmas para relevantes como Bayer o GSK. ¿De qué forma participan en sus procesos?

Desde dos puntos de vista. Uno, en el día a día. Muchos de estos laboratorios confían en nosotros para hacer el seguimiento y mantenimiento de sus instalaciones. Ese seguimiento nos permite tener presencia en los procesos para mantener las instalaciones y, además, documentar ese mantenimiento; la industria farmacéutica requiere una documentación y un seguimiento muy exigente, por lo que nuestra presencia diaria resulta crucial y se realiza a través de este contacto constante que, dependiendo del cliente, puede ser visita mensual, trimestral...

Por otro lado, también estamos presentes en nuevos proyectos, fruto de nuestras colaboraciones con las empresas. En sus fases de crecimiento o remodelación de sus instalaciones, las empresas requieren nuestra colaboración para ayudarles a llevar a cabo las nuevas instalaciones de proceso que se precisan.

¿Qué ventajas ofrecen a los laboratorios?

Como ventaja fundamental destaca el hecho de que somos capaces de facilitar todas las instalaciones de proceso. Podemos hacer de la ingeniería, el montaje, la calderería... s in contratar a terceros. El interlocutor directo y único es Afarvi: nuestros ingenieros coordinan y ponen en marcha las instalaciones, programándolas y verificando su funcionamiento, entregando al cliente la instalación totalmente preparada y documentada. En la industria en la que trabajamos, la documentación es tan importante como las propias instalaciones. Por eso, disponemos de un departamento específico, formado a día de hoy por cinco personas, que se encarga de la validación y gestión documental de las instalaciones. Así logramos asumir todas sus necesidades.

¿Qué papel desempeña el agua y su tratamiento en el proceso de creación de un nuevo medicamento?

El agua es una de las materias primas cruciales para la industria farmacéutica; es, como decía, la sangre de muchos de los laboratorios. Además de formar parte de la base de muchos medicamentos, es también el agente que se utiliza en las limpiezas, bien sea en líquido o en forma de vapor (vapor puro, en nuestro caso) Así, el agua, en la industria farmacéutica, es una de herramientas fundamentales para fabricar un medicamento y, por eso, soporta unos niveles de exigencia de calidad, desde el punto de vista microbiológico y químico, muy elevados.

Ahora que todo el mundo espera la creación de una vacuna contra el coronavirus, ¿cómo de determinante puede resultar el tratamiento de aguas en este proceso?

Lo es, en la medida que lo es también para la fabricación de cualquier medicamento. El agua por sí sola no será capaz de crear el medicamento en sí, pero sí formará parte del medicamento que utilicemos. Está claro que, independientemente de cuándo contemos con esa vacuna, en parte estará compuesta por agua, tanto si es en formato inyectable como si el medicamento se produce en pastillas para ingerir, puesto que el agua habrá colaborado en la limpieza del laboratorio y de los equipos donde el nuevo fármaco haya sido creado y habrá jugado papel determinante en otros procesos de producción.

¿Cuáles han sido los progresos en el uso del agua por parte de la industria farmacéutica en los últimos años?

Aunque el proceso ya lleva tiempo formando parte de la tecnología utilizada en el sector, uno de los grandes avances sobre la generación de agua de calidad es la electrodesionización. Ha eliminado la utilización de químicos para poder regenerar las aguas, y permite además mantener su calidad de forma estable en el tiempo sin el uso de otros agentes con potencial contaminante. Este es uno de los grandes avances y, para nuestro sector en particular, también lo ha sido el del recurso de la salinización térmica; poder utilizar la temperatura para hacer sanitizaciones de las instalaciones que producen agua purificada.

Por otro lado, y sin lugar a dudas, todo lo que tiene que ver con la electrónica ha supuesto un avance también muy relevante en la industria del agua. Variadores de frecuencia para minimizar los costes energéticos, la recuperación del agua que se desecha en el proceso de ósmosis... Todo lo que tiene que ver con la electrónica ha permitido mejorar el control de todos los elementos de proceso y obtener así información fundamental para hacer un seguimiento más detallado del mantenimiento y las instalaciones y minimizar el gasto de agua.

El futuro pasa por el ahorro y la eficiencia energética y por la mejora de la calidad en los procesos industriales. ¿Qué ventajas ofrece su compañía en ese sentido?

Creo que, para el futuro del sector, van a resultar muy importantes los variadores de frecuencia para rebajar el coste de consumo eléctrico cuando no haya demanda de agua. La particularidad de una planta farmacéutica es que tiene que estar en constante funcionamiento para evitar la contaminación, y minimizar el consumo eléctrico es, al tiempo, lo que hay que procurar en cualquier industria.

Además, reutilizar el agua que se rechaza, optimizándola y recuperándola, será también una línea fundamental. El proceso de ósmosis siempre produce rechazo de agua, pero hay sistemas para poder reusarla y tender, de esta forma, al vertido cero.

La industria está cada vez más concienciada en que el agua es un recurso escaso y que, aunque se deseche una cierta cantidad, existen fórmulas para reutilizarla. Seguramente, no será más barato que tirarla, pero desde el punto de vista moral es una necesidad que debemos cumplir.

¿Cómo están impactando las nuevas tecnologías en los procesos de producción y distribución de agua?

Actualmente, se está trabajando en la implantación más generalizada de una nueva tecnología para el mantenimiento, IO-Link. Esta herramienta permite, con inteligencia artificial, saber si, en una instalación, una válvula concreta se abre o se cierra más veces que otra, y esto permite optimizar el proceso de vigilancia y, además, prever el mantenimiento general de la instalación, ahorrando costes de una forma muy importante.

Hemos hablado de su trabajo con compañías farmacéuticas internacionales. ¿Cómo valora la potencia del músculo de esta industria en España?

Conviene recordar que las exigencias internacionales para la industria farmacéutica son aplicadas por cualquiera de las empresas que forman parte del sector, independientemente de dónde estén radicadas. Y que, además, esas exigencias son extremadamente altas.

Afarvi ha tenido la posibilidad de viajar con las ingenierías españolas a países extranjeros para poner en marcha las instalaciones que hemos fabricado y puedo decir que el grado de especialización y el músculo de la industria farmacéutica española son extremadamente potentes. No tenemos nada que envidiar a las empresas farmacéuticas extranjeras.

La industria farma en España es un sector altamente especializado y cualificado, que cuenta con magníficos profesionales.