Los regantes aún no han recibido el 81% de la financiación prevista

Fenacore ha presentado la segunda alegación a los Esquemas Provisionales de Temas Importantes en la que denuncia que las medidas destinadas a la atención de las demandas de agua apenas han recibido un 19% de la cantidad contemplada en los planes hidrológicos

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes, Fenacore, ha hecho pública su protesta contra el Gobierno denunciando que apenas han recibido el 19% de las ayudas para inversión previstas en los planes hidrológicos. En la segunda alegación a los Esquemas Provisionales de Temas Importantes referentes al Tercer Ciclo de Planificación, presentada recientemente ante el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, así como el resto de organismos de cuenca de España, reprocha al Ejecutivo el incumplimiento de sus promesas.

Los regantes ponen el acento en las cifras: casi un millón de hectáreas están, todavía, pendientes de modernizar, y un importante porcentaje de las obras en infraestructuras hidráulicas consideradas de interés general aún no ha comenzado a ser ejecutado, a pesar de aparecer recogidas en los sucesivos planes hidrológicos ya en vigor.

De forma específica, la Federación apunta que los 25 Planes Hidrológicos revisados ya en el segundo ciclo, correspondiente a los años 2015/2021, contemplan 11.224 medidas concretas y una inversión de 22.332 millones de euros para implementarlas. A pesar de ello, según los últimos datos condensados por Fenacore, hasta diciembre de 2018 apenas se habían finalizado el 7% de estas medidas, habiéndose invertido para ellas 3.650 millones de euros, apenas el 16% de lo comprometido, aun habiendo ya superado el ecuador temporal de la planificación.

Así las cosas, los regantes subrayan que, a su juicio y a la luz de los datos, la planificación hidrológica carece de credibilidad; denuncian el incumplimiento reiterado, y por las sucesivas administraciones a lo largo de varias legislaturas, de los acuerdos que el Gobierno ha suscrito con las Comunidades de regantes.

Por ello también, insisten de nuevo en el necesario cumplimiento de los planes vigentes y la atención, ahora sí específica, a los programas de medidas pactados, con el fin de poder recuperar la confianza en la planificación hidrológica y en las administraciones que deben acometerlos.

Una crítica reiterada

En la alegación que antecede a la recién presentada, Fenacore ya dejó patente su oposición a los nuevos Planes Hidrológicos motivada por la desconfianza hacia las administraciones que, según entienden, presentan de un tiempo a esta parte posiciones contrarias a los regadíos y un desapego hacia las ideas que defienden la importancia de disponer de agua garantizada en todas las cuencas hidrográficas, puesto que así se garantiza y asegura la alimentación, el suministro y, a la postre también, la correcta pelea contra el cambio climático y la despoblación de la España rural.

No obstante, Fenacore sigue manteniendo la mano tendida y muestra su predisposición a colaborar activamente en el nuevo ciclo de planificaciones, procurando así alcanzar nuevamente acuerdos tan significativos como los ya firmados. Recuerdan, por ejemplo, la relevancia de la Ley de Aguas consensuada en 1985 y sus reglamentos de 1986 y 1987, así como los ciclos de planificación hidrológica de 1998, 2014 y 2016.

Según Andrés del Campo, presidente de la federación, se solicitará que el conjunto de las Administraciones Públicas y, de manera especial, el Ministerio para la Transición Ecológica y los Organismos de cuenca que tienen las competencias en materia de agua en España “den un impulso al cumplimiento de los programas de medidas comprometidas con los regadíos para fomentar el ahorro de este recurso y facilitar el acuerdo del regadío español al nuevo ciclo de planificación”.

Reivindica así del Campo el papel de sus representados, usuarios de, aproximadamente, el 70% del agua en España, y que abogan por el consenso para garantizar unas condiciones mínimas para así apoyar los nuevos Planes Hidrológicos, sabedores de que las decisiones que se tomen hoy marcarán de forma definitiva la gestión del agua en los próximos años y décadas.