El valor de la tecnología para gestionar, medir y reportar la sostenibilidad

La empresa es un ecosistema que se mueve a partir de datos. Compras a proveedores, ventas a clientes, presupuestos, facturación, impuestos, gastos de infraestructuras, gastos de material, gastos de personal, gastos de marketing o publicidad, etc. Del equilibrio de estos datos depende su continuidad y su futuro, y para saber si se ha alcanzado ese equilibrio basta con aplicar la matemática pura: si de la operación [Ingresos - (Gastos + Impuestos)] se obtiene un valor positivo, todo va bien; cuando el resultado es negativo es cuando su propietario empieza a preocuparse.

Pero no todo en el mundo de la empresa se puede calcular con una sencilla operación matemática. Y al mismo tiempo, las organizaciones se enfrentan a una exigencia cada vez mayor de convertir en dato todo aquello que aplica al negocio, incluso lo que no resulta tan fácil de medir.

Existen una serie de elementos que se consideran intangibles, como la reputación, la marca, la comunicación o el propósito corporativo, cuya gestión y medición, tal y como se afirmaba recientemente en una jornada organizada por Corporate Excellence - Centre for Reputation Leadership, se está convirtiendo en algo prioritario para las organizaciones. Cada vez más la sociedad exige a las empresas un papel activo en la comunidad, una actitud comprometida con la sociedad y con el planeta; y la ciudadanía -los consumidores- premia a las marcas que se implican y penaliza a aquellas que no cumplen con su responsabilidad social.

A esto se une el hecho de que, desde el mes de diciembre de 2018, se incluye en la normativa a cumplir por las empresas la obligación de llevar a cabo un reporte en materia de información no financiera y diversidad. Es decir, más allá de sus auditorías económicas, las compañías tienen que rendir cuentas de las acciones de carácter social y medioambiental que llevan a cabo para apoyar el desarrollo sostenible, así como de su compromiso con el buen gobierno y la gestión responsable.

Esta normativa anima a las organizaciones a alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por Naciones Unidas, y contribuir a su cumplimiento antes del año 2030 para mejorar las condiciones de vida de la población mundial y garantizar el futuro del planeta.

Ahora bien, ¿qué fórmula matemática y qué herramientas existen para que las empresas puedan convertir toda esta actividad en datos, medirlos y después presentar los correspondientes informes de resultados? ¿Cómo se traduce a cifras el impacto social y medioambiental? ¿Cómo puede una empresa cuantificar cómo ha contribuido con sus medidas de buen gobierno al ODS 5 Igualdad de género; o al ODS 8 Trabajo decente y crecimiento económico; o al ODS 12 Producción y consumo responsable? ¿O cómo puede medir su propósito corporativo y la aportación de sus iniciativas de sostenibilidad al ODS 6 Agua limpia y saneamiento, o al ODS 13 Acción por el clima?

Reunir todos esos datos requiere de personal específico que dedica una gran parte de su tiempo a bucear entre diferentes fuentes de información de los diferentes departamentos de la empresa y consolidarlo en un archivo, muchas veces de forma manual o mediante documentos de Excel. Y presentar de este modo los informes de actividad no financiera se convierte en una complicación y en un sobreesfuerzo que podría simplificarse enormemente a través de la tecnología.

Hasta ahora, las grandes multinacionales sí contaban con costosas soluciones desarrolladas a medida para automatizar todo este proceso, pero no todas las medianas y grandes empresas podían permitirse realizar este desembolso. Sin embargo, del mismo modo que existen los ERP para gestionar los recursos empresariales, o los CRM para gestionar la base de clientes, se hacía necesario contar con una herramienta estandarizada capaz de automatizar y centralizar todo lo relacionado con la gestión de la sostenibilidad y los planes de responsabilidad social de las organizaciones, y a un coste asequible para todo tipo de empresas.

Recientemente, se acaba de presentar en el mercado APlanet, una plataforma tecnológica desarrollada por una startup española que permite optimizar los recursos y los esfuerzos de las compañías en este terreno, reducir la carga administrativa de los responsables de sostenibilidad, simplificar la alineación de las estrategias generales de las organizaciones con sus estrategias de sostenibilidad, e incrementar su impacto positivo en la sociedad.

La plataforma APlanet actúa como un gestor automatizado de datos capaz de recopilar, centralizar y consolidar en un mismo lugar, y con la máxima fiabilidad, toda la información procedente de los diferentes departamentos de las empresas -huella de carbono, energía consumida procedente de fuentes renovables/no renovables, materiales reciclados/no reciclados utilizados, igualdad de género, medidas de conciliación, etc.-. Posteriormente, gracias a sus herramientas de medición de impacto resulta sencillo convertir esa información en datos estratégicos y reportarlos mediante informes de actividad no financiera, tomando como referencia los principales estándares globales de reporting, como el Global Reporting Initiative o el Greenhouse Gas Protocol.

Al tratarse de una plataforma escalable, es capaz de resolver las necesidades tanto de entidades con una larga trayectoria en la integración de criterios ASG -ambientales, sociales y de gobierno corporativo- en su gestión como de aquellas que desean dar los primeros pasos en el ámbito de la sostenibilidad y empezar a adoptar medidas que contribuyan a los ODS

Porque además de la continuidad y el futuro de nuestras empresas debe preocuparnos la sostenibilidad y la supervivencia del planeta, y la tecnología puede ayudarnos a que nuestra acción responsable y nuestros esfuerzos en este sentido obtengan mejores resultados.