Canarias prueba un generador de agua dulce a partir de olas

El proyecto W2EW, desarrollado por Astilleros Canarios y pionero en la Unión Europea, es capaz de convertir la energía del mar en electricidad y agua desalada

El mar es un generador de energía natural potente, predecible y, obviamente, renovable. Desde hace mucho tiempo, la fuerza de sus corrientes, la energía de sus mareas, el envite de sus olas y la diferencia de temperatura entre la superficie y el fondo ha estado en el punto de mira de los investigadores que trabajan para crear sistemas energéticos más limpios.

Una de las iniciativas más prometedoras en este ámbito es el proyecto Wave to Energy and Water (W2EW), emprendido por el consorcio formado por las entidades VryhofAnchors (Holanda), Fiellberg (Finlandia), Energía Mediterránea (Italia) y Wavepiston (Dinamarca), con el respaldo del programa europeo FastTrack to Innovations (FTI).

La asociación empresarial ha ideado un dispositivo pionero en la UE capaz de producir de forma inteligente agua desalada o electricidad a partir de las olas del mar utilizando un sistema de energía undimotriz a escala real. El mecanismo ha sido desarrollado por Astilleros Canarios con sede en los puertos de La Luz y de Las Palmas, y ha comenzado a probarse recientemente en el banco de ensayos de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan).

Las condiciones climáticas favorables con olas fuertes, pero no extremas, y la plataforma marítima de Plocan, que disminuye el coste del proyecto de infraestructura y cuenta con el gran apoyo a la energía oceánica en las islas, han sido factores determinantes para realizar las pruebas de este innovador sistema en Gran Canaria.

Un sistema pionero en la UE

La principal ventaja de la solución W2EW es que permite generar energía en los sistemas insulares de una forma barata, rápida y eficiente, ya que aprovecha el movimiento de las olas y lo convierte en agua a presión que a continuación envía a un generador de turbina terrestre para producir electricidad, o a la planta desaladora para convertirlo en agua dulce. Es, además, capaz de suministrar energía a dispositivos colocados en el medio marino o a equipos conectados a la red.

Su principal innovación radica en el diseño del dispositivo, que se compone de 24 filas de placas encargadas de bombear el agua del mar con solo dos puntos de anclaje.

Con tan solo el 10% de su capacidad, que es el grado al que se están realizando las pruebas, cada línea de 24 placas es capaz de producir 150 kilovatios a la hora, una cantidad que en Dinamarca, donde el consumo de energía es mucho mayor que en Canarias, permite dar servicio a 150 casas.

También es capaz de producir 28.000 metros cúbicos de agua desalada al año, un potencial que, al igual que el relativo a la generación eléctrica, será diez veces superior cuando el sistema se encuentre funcionando a pleno rendimiento.

Según datos de Wavepiston, empresa integrada en el consorcio, la energía de las olas podría cubrir el 10% de las necesidades actuales de electricidad en Europa para 2050, lo que equivale a las necesidades energéticas anuales de 94 millones de hogares europeos. Al mismo tiempo, creará 400.000 empleos verdes en Europa para 2050.