El eje cantábrico pide medidas para frenar las inundaciones

Las crecidas de los caudales son el principal riesgo para las localidades de la Demarcación, y es necesario controlarlas mediante la retención del agua y la restauración fluvial

El impulso de las medidas de retención de las aguas de forma respetuosa con el medio ambiente, la limpieza y mantenimiento de los cauces fluviales y la restauración hidrológico-forestal de las cuencas del Cantábrico Occidental se estiman cruciales para evitar las posibles inundaciones y sus efectos en las poblaciones. Por eso, estas medidas han centrado las propuestas repasadas en la última conferencia de la Demarcación organizada por la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en su línea de Esquemas provisionales de Temas Importantes. En el caso del Cantábrico Occidental, las inundaciones representan el principal riesgo natural de la demarcación, puesto que un 5% de su población está asentada en zonas de probabilidad media de inundaciones y más de un 3,5% en espacios de alta probabilidad.

En el Esquema provisional se ha establecido que la reducción del riesgo de estos fenómenos debe abordarse mediante la aplicación de la Directiva de Inundaciones, mientras que en paralelo debe continuar siendo desarrollado el Plan de Gestión de Riesgo de Inundación (PGRI) de segundo ciclo que concretará las actuaciones articuladas en cuatro medidas: prevención, protección, preparación y recuperación y evaluación de los daños ocasionados.

El estudio preliminar cerrado a finales de 2019 establece hasta 146 Áreas de Riesgo Potencial Significativo, situando cuatro de ellas en Galicia, 76 en Asturias, 65 en Cantabria y una en Castilla y León, y concretando que son 752 los kilómetros de cauces implicados y 4.852 hectáreas afectadas.

Soluciones naturales

El Esquema provisional recoge asimismo que las actuaciones estructurales acometidas en el pasado, como encauzamientos o construcción de presas y diques de protección, han generado hasta ahora impactos negativos relevantes sobre la hidromorfología de las masas de agua de la Demarcación, provocando alteraciones que comprometen significativamente los objetivos medioambientales.

Tras la constatación de este hecho se ha acordado que, de ahora en adelante, se buscará proteger la zona con Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) en los lugares donde sea posible.

Como propuestas que se considera deberán ser tenidas en cuenta en el Plan Hidrológico, han quedado establecidas como posibles líneas de acción las políticas preventivas, los principios de protección y mejora de estado de las masas de agua superficiales y zonas protegidas y la presencia destacada del principio de coste-eficiencia en el diseño futuro de medidas estructurales.

Así, se aplicarán los protocolos de adaptación a los posibles efectos del cambio climático recogidos ya en estudios como el Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático en España, al tiempo que se seguirán promocionando las medidas naturales de retención de aguas, las restauraciones fluviales y forestales de las cuencas y la lucha contra los procesos de desertificación, procurando implementar SbN.

Además, se propone continuar desarrollando la normativa estatal y seguir actualizando el inventario de las presiones hidromorfológicas y procurar una mayor coordinación entre las Administraciones, así como mejorar la conectividad transversal y facilitar la compatibilización de usos del suelo con el estado del dominio público hidráulico.

Situación nacional

Según los últimos informes del Ministerio para la Transición Ecológica, 12.000 kilómetros en España están considerados como zonas con riesgo de inundación. Los Mapas de Peligrosidad elaborados con estos datos establecen que más de 700.000 personas viven en estas áreas.