Los mejores AOVEs españoles tienen alma de cooperativa

El sector vive un momento dulce ya que no sólo brilla en los certámenes y rankings más prestigiosos el mundo, sino que, además, acaba de sumar una nueva DOP con el Aceite Villuercas Ibores Jara.

Aroma fresco, suave y delicioso, sabor afrutado con perfecto equilibrio entre amargor y picor, y color entre verde oscuro y toda una gama de amarillos. Efectivamente, son las señas de identidad del aceite de oliva virgen extra (también conocido por el archi expandido acrónimo AOVE), pilar de la dieta mediterránea, protagonista destacado de la despensa española y uno de los buques insignia de nuestro sector agroalimentario. El cultivo de más de 200 variedades de aceituna no sólo salpica nuestra geografía de una amplia variedad cromática dorada, sino que nos brinda un extenso abanico de aceites de oliva virgen extra capaces de conquistar todos los gustos. Y hablando de gusto, hay que decir que, en estos momentos, el AOVE español está de dulce.

Dos son los motivos fundamentales que le colocan en dicho estado. En primer lugar, la lista de 29 DOPs y dos IGPs que amparan los mejores AOVEs de nuestro país crece: la próxima primavera se espera el reconocimiento europeo de la DOP Aceite de Madrid -actualmente bajo Marca de Garantía-, mientras que se acaba de sumar la DOP Aceite Villuercas Ibores Jara, que en diciembre obtuvo el visto bueno de la Junta de Extremadura a sus Estatutos en lo que constituye una protección nacional transitoria hasta su deseable inscripción también en el registro comunitario, y que está vendiendo en estos días sus primeras botellas con el anhelado sello. Por otro lado, nuestros AOVEs siguen cosechando éxitos en los principales certámenes internacionales y copando los primeros puestos en los rankings más prestigiosos del sector; lo hacen, además, con una característica especialmente destacada: buena parte de ellos tienen alma de cooperativa.

Es el caso de Parqueoliva Serie Oro, un aceite amparado por la DOP Priego de Córdoba y elaborado en Almazaras de la Subbética, una cooperativa con sede en Carcabuey (Córdoba) que se colocó en el tercer cajón del pódium de Sociedades del World Ranking of Extra Virgin Olive Oils o EVOO World Ranking 2022. Obtenido de las variedades picuda y hojiblanca, este oro líquido que podemos paladear por 13,95 euros la botella de 500 ml, copó el primer puesto entre los 100 AOVEs más premiados del mundo, gracias a los 1.412,73 puntos y 34 premios obtenidos en diferentes competiciones internacionales.

Es una de las joyas de la corona de esta cooperativa considerada todo un referente mundial, pero no la única. De hecho, el segundo puesto en ese prestigioso listado fue para otro de sus aceites, un virgen extra ecológico de la variedad hojiblanca y de nombre Rincón de la Subbética, mientras que logró colar en el TOP 10 dos más de sus productos, Almaoliva Bio y Almaoliva Arbequino. Precisamente, Rincón de la Subbética se ha hecho también merecedor del título de mejor AOVE del mundo (ex aequo con el italiano Monini Bio) en la séptima edición de los Evooleum Awards, los Premios Internacionales promovidos por la Asociación Española de Municipios del Olivo. En ese Top10 en el que el año pasado brilló otro aceite patrio de sello cooperativista, el Olibaeza de la Cooperativa El Alcázar de Baeza (Jaén), también se ha colado, asimismo, el Parqueoliva Serie Oro.

Ecológico

Y si de los mejores exponentes del oro líquido hablamos, no podemos dejar al margen al ganador del Premio Especial Alimentos de España al Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra 2021-2022, el aceite de producción ecológica O´oleum, presentado por otra entidad colectiva, en este caso Agropecuaria Ecológica Sierra de Alcaráz. Sus 122 socios y socias miman con esmero, y bajo estrictas normas ecológicas, olivares que suman cerca de 3.000 hectáreas en territorio albaceteño.

Estos aceites ponen de manifiesto el buen hacer de las cooperativas que hay tras ellos, como también la excelencia del sector en cada uno de los territorios en los que el olivar deja su impronta, de Córdoba, a Jaén; de Jaén a Albacete, y de Albacete, también a Extremadura, comunidad autónoma que acaba de sumar su quinta DOP para AOVEs producidos con manzanilla cacereña, cornicabra, picual y minoritariamente con las variedades verdial de Badajoz, morisca y arbequina, en los 19 municipios del Geoparque Mundial de la Unesco Villuercas Ibores Jara. Según explica Antonio Villegas, productor con Oleoext y miembro de la asociación que inició el camino hacia la DOP en febrero de 2020 y ahora del Consejo Regulador, este marchamo servirá para avalar “la autenticidad y calidad” con la que han venido produciendo y comercializando sus aceites un centenar de olivareros de esta zona del este de Cáceres de los que, por el momento, una veintena se han adherido al sello que, en su estreno, luce ya en botellas comercializadas bajo cuatro marcas -Aceites Valdelagar, Oloext, El Olivar de San José y Aceites El Tilo-.

Campaña irregular

Será poco el aceite de la nueva DOP que llegará al mercado debido “a una campaña irregular y una cosecha pobre y de escasez de fruto”, pero el efecto de ese sello ya se deja notar. No en vano, afirma Villegas que les han llegado “solicitudes de clientes y mercados” a los que individualmente antes no podían acceder, como también espera que se les abran a futuro puertas de ferias y de eventos y espacios gastronómicos hasta ahora inaccesibles. En este sentido, no les cabe duda a los promotores de la nueva DOP Aceite Villuercas Ibores Jara que arranca para ellos una nueva etapa de “unión, trabajo en equipo, creación de sinergias e intercambio de conocimientos” para, en definitiva, “ganar visibilidad” y afrontar una nueva estrategia competitiva.