Inteligencia artificial para controlar el crecimiento de los cerdos

La empresa IA Sapiens Innovations desarrolla un sistema que permite controlar el crecimiento individualizado de cada cerdo utilizando sensorización, datos e inteligencia artificial con el fin de optimizar la producción porcina y anticipar en la explotación posibles problemas como los sanitarios.

De cero a 15 kilos. Éste es el cambio medio de peso que se produce en un cerdo desde su nacimiento hasta que pasa a la fase de cebo para su engorde y llevarlo posteriormente a matadero.

Una etapa en la que el lechón va creciendo y que, ahora, es posible controlar y conocer con más detalle de forma individualizada en la explotación porcina gracias a la inteligencia artificial (IA).

“Hasta el momento, en las granjas, en las que se están engordando para ir a matadero, se sigue un esquema de todo dentro, todo fuera. La gestión que se ha venido haciendo es por naves o un lote, de unos 1.000 animales, analizando todos a la vez. “Es lo normal”, afirma Antonio García, CEO de la empresa zaragozana IA Sapiens Innovations, que ha desarrollado un sistema para realizar todo este seguimiento con una monitorización individual de cada lechón con el fin de analizar los datos de crecimiento del cerdo y generar alertas ante posibles problemas o incidencias en todo este proceso o enfermedades del animal. Una solución con la que se posibilita así conocer qué está sucediendo y si el cerdo tiene un crecimiento óptimo e, incluso, predecir qué resultados va a obtener un matadero, entre otros aspectos.

“Supone un cambio muy importante en el sector. Se va a pasar de tener un control, una monitorización y datos de cómo funciona una explotación y de tener estadísticas de ese lote, a trabajar de manera individual y ver cómo crece cada lechón, si hay alguna incidencia o si potencialmente puede haber un problema sanitario en la granja”, añade Antonio García.

El sistema propio desarrollado por IA Sapiens Innovations combina las telecomunicaciones, que deben estar instaladas en la explotación porcina, con la arquitectura cloud, big data para consolidar los datos de forma correcta e inteligencia artificial para enriquecer esos datos y generar valor. La solución se completa con una capa de presentación con la que interactúa el usuario de negocio para sacar partido al valor generado.

Esta solución, relacionada con la ganadería de precisión, facilita que, con este control individual del cerdo, se trate de influir en factores técnicos y económicos. Por ejemplo, se puede conocer la ganancia media diaria, es decir, cuántos kilos coge el lechón y a qué velocidad crece, así como el índice de conversiones para saber si convierte bien el pienso que ingiere y los kilos de alimento que necesita ingerir.

“Normalmente, un animal necesita comer 2 kilos de pienso para ganar 1 kilo pero, si no está bien, necesita más de 3 ó 3,5 kilos para engordar o puede que no engorde”, explica el CEO de esta startup tecnológica especializada en soluciones para el sector porcino.

Estos factores de tipo técnico están muy relacionados con distintas variables económicas como los costes del pienso del animal, del manejo o de medicamentos. “Si un animal está enfermo, se necesita más mano de obra para atenderlo, sube el consumo de medicinas y los costes de manejo”, entre otros, incide Antonio García, quien apunta que “cuantos más datos se tenga, mejor porque, de cero a 15 kilos, al animal le han pasado muchas cosas”.

Gases, temperatura y humedad

Además, “el nivel de resolución que tenemos por la sensorización es muy grande”, siendo capaz también de atender diferentes variables ambientales como el estado de gases de la granja, la temperatura o la humedad y disponer de la curva de crecimiento diaria e, incluso, cómo se relaciona el cerdo con otros animales, su comportamiento social, entre otros aspectos.

Esta solución ya se ha instalado en algunas granjas de lechones para monitorizar el seguimiento de los animales en las que, además, se ha validado el sistema. Ahora, el objetivo es seguir avanzando en incorporar más etapas de la vida del cerdo. “Nuestra idea es tener monitorizado a cada animal desde que nace y tener una trazabilidad, incluso aguas arriba, para conocer toda su historia. Al igual que son importantes nuestros padres y abuelos, también lo son para el cerdo”.

De este modo, el siguiente paso es incorporar toda la información del cerdo desde la fase previa a su nacimiento, su estancia en los parques de producción, la de destete de la madre, su paso por los cebaderos y su final en el matadero, entre otras de las distintas etapas, para tener control de toda la cadena e incorporar nuevas funciones como la detección de un potencial brote sanitario en la granja. Esta solución es pionera por su nivel de precisión, control individual del animal y el nivel de IA que aplica. “Utilizamos tecnologías disruptivas, más sensórica y más inteligencia artificial para generar valor añadido, precisamente, en la parte de la pirámide de más valor añadido. El sector está empezando a tener una “generación brutal de datos a los que, ahora, se les puede sacar más partido”.