El campo quiere dejar de ser invisible en la escuela

COAG pone en marcha una campaña de incidencia política para que los contenidos sobre el sector agroalimentario se impartan de una manera más amplía y objetiva en el temario.

Para recabar el máximo número de apoyos posibles, COAG ha elaborado un exhaustivo informe que se presentará a partidos políticos, instituciones públicas estatales y autonómicas y a todo el tejido asociativo relacionado con esta iniciativa: asociaciones de padres y madres de alumnos, profesorado, nutricionistas, organizaciones profesionales de la cadena alimentaria, pedagogos, etc.

“En estas páginas queremos demostrar que los agricultores y ganaderos somos esenciales a pesar de ser casi invisibles en los contenidos que se imparten en colegios e institutos. Para ello, partimos de argumentos procedentes de las ciencias biológicas, económicas y sociales, que justifican que el currículo escolar debe reconocer al sector agroalimentario como un pilar fundamental para el desarrollo económico, social y medioambiental de un país como el nuestro. En la misma línea, consideramos importante que la ciudadanía disponga de la mejor y más completa información a la hora de tomar decisiones respecto a su alimentación y eso pasa con una formación acorde con la importancia estratégica del sector primario”, ha apuntado Miguel Padilla, secretario general de COAG.

Las tres temáticas que constituyen el eje del documento -alimentación, salud y cadena agroalimentaria- no sólo están fuertemente interrelacionadas, sino que juegan un papel muy importante en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por esta razón, los expertos de COAG han realizado un estudio sobre la presencia que tienen estas temáticas en el currículo de enseñanza obligatoria. Por una parte, se han analizado los saberes básicos que establece la normativa de Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato y su representación en los libros de texto. “Partimos de un currículo estatal muy ambicioso en cuanto a contenidos, pero poco concreto, que pone el foco en la ciencia, la tecnología, la sostenibilidad y lo urbano, pero que en general muestra un sector agroalimentario sesgado y filtrado por el medio ambiente y bajo una visión eminentemente urbana. Por ejemplo, en bachillerato el término “agricultura” aparece 5 veces, cuatro de ellas citado simplemente como ejemplo, y la quinta en el contexto de “la contaminación, la salinización y la degradación del suelo y las aguas”. Algo similar ocurre con el término ganadería, que aparece tan sólo 3 veces”, ha subrayado Jaume Bernis, responsable de esta iniciativa en la Comisión Ejecutiva de COAG.