Agricultores y ganaderos, atrapados por la escalada del euríbor

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y las comunidades de Castilla y León, Extremadura y Galicia han acordado con las entidades financieras una rebaja de un punto en el diferencial de los nuevos préstamos del Instrumento Financiero de Gestión Centralizada (IFGC), por lo que no aliviará la situación de los agricultores y ganaderos que los contrataron con anterioridad y que se encuentran ahogados por la subida del euríbor.

El coste de la financiación se sitúa ahora en euríbor más 1 punto, la mitad del diferencial que se aplicaba hasta ahora. La medida llega después de que la organización agraria Asaja Castilla y León diese la voz de alarma y solicitase medidas ante la escalada del principal índice de referencia de los créditos.

El Instrumento Financiero de Gestión Centralizada nació como un mecanismo para proporcionar financiación al sector agrario, en colaboración con la banca comercial. Las administraciones aportaban las garantías, lo que permitía a las entidades financieras aprobar operaciones de mayor riesgo vinculadas sobre todo a jóvenes que se incorporan al campo y que disponen de escasas propiedades para responder ante los bancos por su endeudamiento.

La subida exprés de los tipos de interés, desde niveles en negativo hasta el 4% en prácticamente un año, dio un vuelco a la situación. Agricultores y ganaderos han pasado de pagar el 1,70% de intereses, a sufragar con las nuevas revisiones, el euríbor más un 2%, en total un 5,5%. “Esto supone, en un préstamo medio, un aumento de entre 5.000 y 10.000 euros que tienen que pagar a mayores los agricultores y ganaderos, en un momento muy delicado donde los costes han subido una barbaridad, explicaba Donaciano Dujo, presidente de Asaja Castilla y León. Una situación que se agrava aún más con la sequía que ha diezmado las cosecha en toda España.

Solo en en Castilla y León, se han formalizado préstamos por inversiones que rondan los 139 millones de euros con más de 900 solicitantes.

Uno de ellos fue Concepción López Arranz, agricultor de Cogeces del Monte en Valladolid, que hace tres años se acogió al instrumento financiero para comprar una nave que hasta ese momento tenía en alquiler con otro agricultor. “Él dejaba la agricultura y me propuso comprarla. Con la financiación tradicional eran 55.000 euros a pagar en 7 años, pero con el instrumento financiero y el respaldo de la Junta me ofrecían poder pagarla en 10 años y estar más desahogado, por eso me decidí”, comenta este agricultor vallisoletano.

Según López Arranz, “este año, a pesar de haber amortizado parte del préstamo me han subido los intereses más del doble y las previsiones es que la escalada no se detenga”, señala este productor.

Para este agricultor, que tiene una explotación de cereal, girasol y guisantes, la situación se agrava porque el campo vive una tormenta perfecta. “A esta subida brutal de los intereses tenemos que añadir la de los inputs y la bajada que están sufriendo los precios de nuestros productos, principalmente el cereal. Concepción comenta que “todo lo que supere un 3% de interés hunde a cualquier explotación” y por eso pedía que “entidades financieras y Junta de Castilla y León lleguen a un acuerdo para buscar soluciones y alternativas a esta situación extraordinaria que ha sucedido.

Sin embargo, la rebaja del tipo de interés anunciada sobre el actual instrumento y solo para los préstamos nuevos, por lo que no afecta a los ya formalizados.

Pese a la rebaja del diferencial, entidades como Cajamar mantienen su compromiso con el sector. Su intención respecto al nuevo convenio anunciado por el MAPA, que cuenta con la adhesión, inicialmente, de diez comunidades autónomas, es permanecer adherida también al nuevo convenio para continuar facilitando las operaciones que se realizan a través de este instrumento.