Labiana: innovación farmacológica al servicio del bienestar animal

Dos nuevos medicamentos afianzan el liderazgo del laboratorio que la compañía tiene en Terrassa, cuyo actual plan de negocio pasa por el lanzamiento de nuevos productos propios que reducen el uso de antibióticos, minoran el estres de las animales y mejoran la rentabilidad para los ganaderos.

El bienestar animal se ha convertido en un concepto cotidiano y, teniendo en cuenta, no sólo el reto alimentario que se avecina, sino también la creciente presencia de mascotas en nuestras vidas, se vislumbra que ha venido para quedarse. Y es que, independientemente de que el destino sea la producción cárnica, a la sociedad le preocupa cada vez en mayor medida minimizar el estrés y sufrimiento de los animales, así como disminuir su mortalidad prematura, sus enfermedades y lesiones; una preocupación que, ni qué decir tiene, comparten los ganaderos, para quienes ese bienestar va intrínsecamente unido a la rentabilidad de sus explotaciones. Y todo ello tiene, por supuesto, un fiel reflejo también en el que es el mayor fabricante farmacológico veterinario de España, Labiana Health, que no deja de dar pasos que reafirman su compromiso con ese bienestar animal.

Con casi 65 años de trayectoria a sus espaldas, la compañía nacida en Terrassa (Barcelona) se convirtió el pasado junio en el primer laboratorio veterinario español en salir a Bolsa -concretamente en el BME Growth-. Dio el paso “después de haber hecho los deberes en casa”, expone la directora de Comunicación y Relaciones con los Inversores, Cristina Ramos Recoder, y con el reto de obtener financiación por un valor de 20 millones de euros.

Tras este hito, ha llegado otro de suma relevancia a su área de salud animal (Labiana Life Science): la puesta en el mercado de dos medicamentos que, además de romper moldes, afianzan el actual plan de negocio de la compañía, focalizado, tal y como explica el director comercial, Antonio Ortiz Romera, en el lanzamiento de nuevos productos propios como principal vector de crecimiento.

Acción prolongada contra infecciones

No fue como se esperaba ese salto al mercado bursátil español debido a la prolongación del conflicto bélico en Ucrania, pero la empresa decidió seguir adelante con su plan para obtener financiación con la que cubrir las fuertes inversiones realizadas en los últimos años -por las cuales el grupo ha crecido considerablemente con la adquisición de cuatro plantas de producción en Serbia y sendas filiales en Turquía y México-, y para consolidar su crecimiento. En ese plan se enmarcó el lanzamiento de un primer medicamento veterinario de nombre Labimicyn LA 300 que irrumpió con el cartel de pionero, ya que se trata del primer inyectable del antibiótico de amplio espectro Oxitetraciclina 300 mg/ml. Llegó al mercado a finales de octubre del pasado año con autorización para su administración sobre ovino y bovino, dos de las principales producciones ganaderas de Europa, y con la multiplicidad de aplicaciones como principal fortaleza, ya que permite hacer frente a un gran número de bacterias patógenas, pudiéndose usar para el control y tratamiento de una amplia gama de infecciones comunes sistémicas, respiratorias, urinarias y locales.

Por otro lado, Labimicyn LA 300 ha sido englobado en la categoría D de uso prudente de la clasificación que realiza la Agencia Europea del Medicamento, lo que implica, expone la responsable de I+D de Labiana Life Sciences, María Jesús Crespo, que es un medicamento de primera elección en veterinaria y que, por tanto, contribuye a la reducción del uso de antibióticos esenciales para la salud humana. Asimismo, está dentro del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), acción cuyo objetivo es reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos y, consecuentemente, reducir el impacto de este problema sobre la salud de las personas y los animales.

En la práctica y dentro del marco de la granja, a estos beneficios cabe sumar el que mayor impacto tiene en la cuenta de resultados del ganadero. Y es que, se trata de un medicamento veterinario de acción prolongada que se traduce en una actividad antibacteriana sostenida; es decir, supone menos inyecciones y, con ello, menos estrés para el animal y una recuperación más rápida, con la consiguiente reducción de costes para el profesional.

Anti-inflamatorio para cuatro especies

Sólo un mes y medio después de ese lanzamiento, Labiana daba un nuevo paso en su plan de crecimiento con Tolfelab 40mg/ml, un medicamento veterinario de administración inyectable; más concretamente, un anti-inflamatorio con propiedades prolongadas en el tiempo que puede prescribirse como coadyuvante en el tratamiento de enfermedades que cursen con dolor e inflamación en bovino, porcino, perros y gatos.

Su aplicación en estas cuatro especies es, precisamente, uno de los puntos fuertes de este medicamento no sólo porque supone un gran avance desde el punto de vista de la sostenibilidad y la mejora de procesos, sino porque, además, representa una clara ventaja respecto a la competencia que, como expone Ortiz, desarrolla productos específicos para animales de producción ganadera o de pequeños animales.

Por otro lado, Tolfelab repercute también beneficiosamente en el bolsillo del ganadero o empresa de producción ganadera destinada a la alimentación humana, ya que cuenta con tiempos de espera muy bajos, una propiedad que, sin duda, resulta de gran valor en el tratamiento de dolencias y enfermedades en estos destinatarios.

Tanto Labimicyn como Tolfelab han salido de Terrassa, donde la especialista en inyectables estériles cuenta con una de las mayores fábricas de inyectables de salud animal de toda la UE; un centro de producción que cuenta con 10.600 metros cuadrados y con una plantilla de 194 personas con perfiles muy diversos, desde químicos a biólogos, pasando por veterinarios o ingenieros, en la que hay una mayoría de mujeres (más del centenar) y en la que el 57,4% de los puestos directivos están también ocupados por ellas. Con uno y otro, la compañía, que solo en esa planta de Terrassa fabricó el pasado año 5.030.492 viales inyectables (5-500 ml) y 407.453 ampollas inyectables, caminó hacia su objetivo de alcanzar los 60 millones de facturación.