Nueva vida a los residuos: postres, gominolas o envases sostenibles

La economía circular es uno de los grandes aliados a favor de la sostenibilidad de la agroalimentación y cada día surgen nuevas iniciativas para el aprovechamiento de los residuos. Los dos últimos proyectos que han salido a la palestra son su utilización para la obtención de gominolas o envases compostables.

Foodwaste for Foodpack es una iniciativa de simbiosis industrial entre empresas del sector agroalimentario: Atmetller Origen, Delafruit y Cobeveragelab; del sector del packaging: Samtack y Salaet, con el apoyo del Consorcio de la Zona franca y Mercabarna, y el acompañamiento del centro de investigación IRTA. Prevé crear un nuevo sistema circular entre el sector alimentario y del packaging en el cual los residuos generados por la industria agroalimentaria sean convertidos en materia prima destinada al sector del envase y embalaje para producir packaging primario o secundario compostable.

Foodwaste for foodpack supone así una oportunidad para reducir el impacto ambiental derivado de los residuos orgánicos de la producción de alimentos, convirtiendo el subproducto orgánico en materia prima de alto valor añadido que provea una alternativa sostenible al uso de materias primas vírgenes y al plástico.

El material a base de fibras se obtendrá mediante la tecnología existente para la fabricación de papel, cartón y/o fiberboard con una formulación que no comprometa su compostabilidad y la valorización final del envase. Se buscarán aplicaciones del resultado obtenido como material de envasado por alimentos y se trabajará para funcionalizar estos materiales y dotarlos de propiedades antimicrobianas que contribuyan a alargar la vida útil de los alimentos.

Mientras, AINIA, el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) y Productos Lácteos Romar participan en un proyecto de valorización de subproductos agrícolas de cítricos, sandía y caqui con propiedades tecnológicas y nutricionales mejoradas con los que elaborar postres lácteos, gominolas, snacks o toppings.

En él se investiga la posibilidad de sustituir algunos de los ingredientes estabilizantes y texturizantes habituales en la elaboración de postres lácteos y en gominolas, por extractos ricos en pectina obtenidos a partir de los residuos. Además, con la fracción rica en fibra que queda en dichos residuos tras la extracción de pectina, se trabaja para obtener productos extruidos como toppings para postres lácteos.

Según explica Amparo López, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) “estamos trabajando en la caracterización y la implementación de procesos para mejorar la funcionalidad de las pectinas con la finalidad de poder utilizarlas como ingredientes sustitutivos de otros aditivos con propiedades estabilizantes, gelificantes, etc., sin que pierdan sus propiedades organolépticas ni físico-químicas”.

AINIA está evaluando las propiedades tecnológicas de las pectinas procedentes del caqui para la elaboración de gominolas. “Los primeros resultados indican unas buenas propiedades de gelificación, además de dar lugar a un producto que tiene una apariencia más natural y que posibilita utilizar una dosis menor de pectinas para su fabricación”, ha explicado María Teresa Navarro, del departamento de Tecnologías de productos y procesos de AINIA.

Asimismo, la empresa Postres lácteos Romar está trabajando con estas pectinas en nuevas formulaciones de productos como natillas y cremas.

Toppings ricos en fibra

Otra de las líneas en las que se trabaja es la utilización de la fibra restante tras la extracción de pectina de los distintos subproductos, para desarrollar productos extruidos (tipo snacks o toppings) con alto contenido en fibra y otras sustancias con alto contenido nutricional.