Luz verde al Plan Estratégico entre las críticas de Andalucía

Bruselas ha dado el visto bueno al plan que regirá la aplicación de la PAC a partir de 2023 entre la oposición del campo andaluz, que afirma que perderá 500 millones.

La Comisión Europea ha aprobado el Plan Estratégico de la Política Agrícola Española (PAC) 2023-2027 para España, una decisión por la que el ministro de Agricultura, Luis Planas, se ha felicitado.

Los agricultores y ganaderos españoles contarán con más de 4.800 millones de euros anuales en ayudas directas, de las que un 61% irán destinadas al apoyo a la renta (a través de la ayuda básica y el pago redistributivo), un 23% al pago por compromisos ambientales (ecorregímenes), un 14% a ayudas asociadas para ciertas producciones y actividades ganaderas, y un 2% para el pago complementario a jóvenes.

Entre las principales novedades destaca el nuevo pago redistributivo, una ayuda a la renta adicional para las primeras hectáreas de cada explotación destinada a favorecer la redistribución de ayudas hacia las pequeñas y medianas explotaciones, en su mayoría de carácter familiar y profesional.

Además, el plan reserva aproximadamente 230 millones de euros anuales para ayudas específicas para los jóvenes, a través del pago complementario de las ayudas directas y de los fondos de desarrollo rural destinados a impulsar la primera instalación. Otra de las novedades reside en que las mujeres que se instalen al frente de una explotación agraria percibirán un 15% adicional en el complemento de la ayuda a la renta que reciben los jóvenes.

Junto con las ayudas directas, este plan incluye un presupuesto anual de 582 millones de euros para programas sectoriales (frutas y hortalizas, vino, apicultura) y de 1.762 millones de gasto público total para las medidas de desarrollo rural. El plan recoge el compromiso de España con los objetivos del Pacto Verde europeo. Así, se destinará un 23% del presupuesto de la PAC para llevar a cabo prácticas agrícolas o ganaderas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, a través de los denominados ecorregímenes.

Los ecorregímenes incluyen prácticas como el pastoreo extensivo, el mantenimiento de pastos, las rotaciones de cultivo, la agricultura de conservación, las cubiertas vegetales o las superficies destinadas a la biodiversidad. El Gobierno trabaja en los 18 reales decretos y una ley a través de los que se articularán la nueva política agraria.