El “apagón” de los invernaderos holandeses relanza a Almería

Optimismo generalizado en el sector hortícola español bajo invernadero. La reducción de la producción de Holanda, nuestro principal competidor, por los altos precios de la energía ha disparado el interés de las cadenas de distribución europeas por cerrar acuerdos y garantizarse el abastecimiento en invierno.

Los comerciales de los stands de las empresas hortofrutícolas con invernaderos en la costa almeriense y granadina apenas han tenido tiempo para tomarse un descanso durante la recién clausurada Feria Fruit Attraction ante la avalancha de cadenas de distribución europeas intentando cerrar acuerdos para sus producciones.

El temor a un posible desabastecimiento del mercado por la importante reducción de la producción de los invernaderos holandeses y de otros países del Centro de Europa derivada del incremento de los costes energéticos ha hecho que los gigantes europeos de la distribución intenten “blindarse” con la producción de nuestro país, capaz de garantizarles el suministro en invierno al aprovechar la abundante luz solar y no depender de las fuentes de energía fósiles. A esto se une que la reconocida calidad y seguridad alimentaria otorga también a las hortalizas españolas ventaja frente a otros competidores como Marruecos o Turquía.

Los primeros productos de los invernaderos españoles han empezado a llegar este otoño a los mercados europeos, con noviembre, diciembre y enero como los meses más fuertes en una campaña que se prolonga hasta finales de la primavera, explica Luis Miguel Fernández, gerente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal). Sin embargo, esta ventana se ha ido estrechando progresivamente por la competencia holandesa, que comenzaba a producir en marzo y copaba también el invierno, algo que ha provocado varios años de precios ruinosos para los productores españoles.

“Este año no van a utilizar la luz led por la noche ni el gas para hacer cogeneración por lo caro que está y no les compensa. La suerte que tenemos es que no vamos a coincidir con ellos y eso nos deja a nosotros más solos en el mercado”, añade Fernández.

El nuevo escenario ha empezado a tomar forma en Fruit Attraction. “Por primera vez en muchos años los clientes están detrás nuestro y en la Feria se ha evidenciado. Es una situación a la que nosotros no estamos acostumbrados y tenemos que manejar: poder satisfacer a nuestros clientes en volumen, pero también en calidad, seguridad y servicio”, explica Fernández quien añade que “hay acuerdos, pero muchos proveedores no quieren cerrar precios” tras 15 años en los que la distribución ha impuesto sus reglas. “Además, los costes van creciendo mes a mes y te puedes pillar los dedos”, indica.

Francisco Góngora, presidente de la Interprofesional Hortiespaña, que agrupa a 101 empresas productoras y comercializadoras de frutas y hortalizas y del sector ornamental bajo invernadero, asegura que “en gran medida está todo vendido, pero luego hay que ver la incidencia que tiene la política de precios, pero hay muy buenas perspectivas”.

“Aquí tenemos siempre un producto que apuesta mucho por la calidad, en el que se utiliza la lucha biológica y no se emplean fitosanitarios” explica Góngora para justificar que la apuesta de los operadores europeos por nuestro país frente a otros productores como Marruecos o Turquía no es casualidad.

En ese mismo sentido, Luis Ángel Fernández, de Coexphal, señala que “llevamos desde 2006 sin una alerta sanitaria y países como Marruecos o Turquía tienen todas las semanas alguna. Ahí está también el esfuerzo de Almería, que se ha sabido adaptar a la lucha biológica, a los métodos productivos respetuosos con el Medio Ambiente, a ser más sostenible y a vender un producto limpio y con garantías, lo que no pueden hacer otros orígenes. Y eso lo están pidiendo los mercados y por eso prefieren venir aquí a comprar seguridad”.

Tras varios años de campañas muy complicadas, el optimismo en el sector es evidente ante una previsible mejora de precios que permita hacer frente al incremento de costes del que el sector no ha escapado. “Las perspectivas son buenas porque sabemos que no vamos a competir con Holanda, aunque es un país que todavía importa mucho y reexporta. Lo importante es que no nos afecta esa crisis energética porque todo se hace con el sol y no necesitamos luz artificial ni calefacción. Pero sí nos afecta la subida de los plásticos -el que ha tenido que cambiarlos le ha costado un 60% más que hace tres años-, los fitosanitarios han subido un 50%, los fertilizantes algunos ni están y los que hay están carísimos, la semilla ha crecido mucho, etc. Estamos hablando que entre producción y comercialización se han podido incrementar los costes entre un 40 y un 50% y eso hay que llevarlo al precio de venta o el productor pierde dinero”, asegura Luis Miguel Fernández.

Esta campaña se prevé una superficie cultivada en torno a las 35.000 hectáreas, similar a la de la pasada temporada. Según el consorcio Cute solar, se estima un incremento en la superficie destinada al cultivo del tomate, pepino y pimiento del 14, 5 y 2%, respectivamente. En cambio, el calabacín está afrontando una campaña marcada por un descenso del 15%, al igual que la berenjena, que ha visto reducida su superficie de cultivo en un 10%.

Con todo y con ello, el sector espera unas cifras de producción similar a la de campañas anteriores y que rondan los 4,5 millones de toneladas, una producción capaz de abastecer al 50% del mercado interno y al 60% de los mercados europeos durante los meses de invierno.

Aumenta la superficie bajo control biológico

El 74% de los principales productos hortofrutícolas que se cultivan en los invernaderos solares del sur de España -pimiento, tomate, berenjena, pepino, calabacín, melón y sandía- se hace con técnicas de control biológico, un 2% más que durante la pasada campaña. La aplicación de fauna auxiliar para el control de plagas en el pimiento alcanzará esta temporada el 99%, superando el resto de productos. En concreto, el 79% de la superficie destinada al cultivo de berenjena se realiza con esta técnica, más del 80% en el caso del pepino, el 70% en el tomate y el 25% en el cultivo de calabacín.