La inteligencia artificial aporta verdadero valor al agricultor

Inmaculada Martínez, la científica española que diseña el futuro de la agricultura mundial desde el G7, destaca en el V Foro Datagri, celebrado en El Egido (Almería), el papel trascendental que en su opinión va a jugar la IA para lograr una agricultura más sostenible económica y medioambientalmente.

La sostenibilidad ha llegado para quedarse, no se va a ir; todos saben que deben apuntar a una agricultura verde y la inteligencia artificial viene para ayudarles”. Así podría resumirse el mensaje que Inmaculada Martínez, científica experta en IA, trasladó a los más de 800 inscritos presenciales y más de 500 seguidores online que el Foro Datagri ha reunido en su quinta edición, celebrada los pasados 10 y 11 de noviembre en el Auditorio Municipal de El Ejido y en la Estación Experimental ‘Las Palmerillas’ de Cajamar.

La cita más importante del país sobre la transición digital en el sector agroalimentario reunió a más de 40 ponentes para, a través de disertaciones, mesas redondas y talleres, volver a analizar por quinto año consecutivo la situación actual del tejido productivo primario en este proceso de digitalización que se considera esencial para su competitividad.

Una de las ponencias que más interés suscitó fue la de la también asesora del Gobierno británico y del Parlamento Europeo e integrante destacada de la Asociación Global sobre Inteligencia Artificial (GPAI), Inmaculada Martínez. Martínez aludió a la IA como elemento clave para afrontar los desafíos que en materia de producción alimentaria nos trae ya el siglo XXI en un contexto de crecimiento poblacional que elevará la cifra de habitantes del planeta hasta los 9.700 millones en 2050. Desafíos como los asociados al cambio climático, la erosión de la tierra cultivable, la demanda global de productos específicos fuera de lo que sería considerada su temporada, la preservación del agua potable o la reversión creciente de los hábitos alimentarios humanos hacia productos de origen vegetal.

“La inteligencia artificial genera verdadero valor para el agricultor”, destacó Martínez antes de destacar la condición de esta herramienta como perfecto aliado para el profesional, al que ayuda a obtener productos de más calidad. Además, añadió, reduce el margen de error, con lo que le ahorra costes, le permite optimizar recursos y, en definitiva, mejora sus márgenes de rentabilidad.

Desarrollos de gran impacto

En esa misma línea, la científica española que diseña el futuro de la agricultura mundial desde el G7 puso sobre la mesa algunos de los desarrollos de IA que están contribuyendo a que la agroalimentación dé pasos agigantados, con especial acento en los datos de los satélites. “Tener ojos en el campo permite tener un campo muy controlado”, afirmó sin dejar de reseñar también los sistemas robóticos automatizados o el internet de las cosas aplicado, ambos esenciales para la optimización del trabajo y la práctica de una agricultura de precisión que resulta vital para evitar el desperdicio.

Martínez, que hizo también un repaso por algunas de las nuevas tendencias y tecnologías emergentes de IA que ya se ven en países como Japón y que permiten, por ejemplo, detectar entre miles una naranja que ha sufrido un golpe y que, por ello, se va a deteriorar y no debe llegar al lineal de venta, concluyó su intervención poniendo el acento en la importancia de los datos. “La gente está aprendiendo a leer etiquetas”, dijo, y por ello va a ser fundamental ofrecer al cliente información sobre cómo se ha criado un animal, si se le han suministrado antibióticos, etc. En este sentido, subrayó, los gobiernos van a tener que buscar crear bases de datos agrarias comunitarias que ayuden a analizar y predecir lo que va a venir, más allá de por un interés individual, por el bien común”.

Previa a su intervención, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, subrayó que la aplicación de las tecnologías digitales resulta “imprescindible” para la competitividad económica y medioambiental del sector agroalimentario, “no ya en el futuro, sino en el momento actual”, en el que la transición digital “se ha convertido en una palanca de crecimiento económico y una herramienta para la recuperación”.

No obstante, Planas reconoció que queda mucho por hacer en cuestiones como la utilización de datos, el comercio electrónico o las competencias digitales dentro de un sector en el que, como apuntó, dos de cada tres profesionales son mayores de 55 años; pero, en este sentido, remarcó las líneas que el Gobierno de España impulsa para facilitarles ese tránsito.

El titular de la cartera de Agricultura, Pesca y Alimentación aprovechó la ocasión para, en el “epicentro de la hortofruticultura de Europa”, en alusión a Almería, destacar el cambio “espectacular” de la agricultura de esa provincia con una producción hortofrutícola que alimenta a Europa sin necesidad de utilizar gas y sin emisiones de CO2. Ese cambio, esa conversión de Almería en referente, añadió, tiene mucho que ver con la innovación y la digitalización en sus invernaderos, infraestructuras de cultivo en las que esta quinta edición del Foro ha focalizado sus miras de un modo especial.

No más burocracia

Por su parte, Miguel Padilla, secretario general de COAG, reclamó un “aplazamiento de la entrada en vigor del cuaderno digital derivada de la nueva PAC especialmente para el caso de los titulares de explotación de mayor edad. “Esto no supone un rechazo al papel que tienen que jugar la Administración en la transformación digital porque los datos y la información constituyen un activo estratégico de la explotación agraria, pero “debemos evitar que la burocracia se convierta en una barrera para la supervivencia de nuestro modelo de agricultura social y profesional, mayoritario en España”.

La segunda jornada de Foro Datagri estuvo dedicada a conocer la estación experimental ‘Las Palmerillas’ de Cajamar, un centro ejemplo de la innovación que ha acompañado al desarrollo de los invernaderos almerienses.