Todas las claves para no dejar escapar los fondos Next Generation

Los fondos europeos para la recuperación se presentan como una oportunidad histórica para impulsar la competitividad y sostenibilidad del sector agroalimentario. Además del Perte, que el Gobierno ha ampliado de 1.000 a 1.800 millones de euros, existen otras ayudas a las que se pueden acceder

Banco Sabadell se ha convertido en un actor relevante a la hora de facilitar el acceso de las pymes agroalimentarias a los Fondos Next Generation con los que la UE quiere impulsar el tejido productivo de nuestro país. La entidad ha diseñado un sistema de acompañamiento en el que “de forma proactiva”, además de facilitar financiación a sus clientes, les orientan a la hora de acceder y gestionar las ayudas, para lo que cuentan además con un equipo de 50 consultores especializados de PwC.

En esa línea, bajo el título Perte agroalimentario. Cómo puede beneficiarse tu explotación de los fondos europeos, Banco Sabadell celebró un webinar con el objetivo de que “el sector agroalimentario se prepare estratégicamente para aprovechar la oportunidad de transformación que suponen los Next Generation”, explicó Mireria Pont, del Hub Empresas de la entidad bancaria. Una oportunidad, según el director de la División Agro de la entidad, José Antonio Morante, “para todas aquellas empresas que estén pensando en invertir en sostenibilidad, economía circular, eficiencia energética, digitalización, etc., y crean que nosotros podemos sumar”.

Carmen Urraca, directora de Fondos Europeos de Sabadell, explicó que dentro del Plan de Recuperación, las ayudas al sector productor se concentran en el Componente 3, con una inversión de 1.050 millones para agricultura, ganadería, alimentación y pesca. “Más de la mitad de esos fondos están destinados al incremento de la eficiencia y la sostenibilidad de los regadíos, un factor muy importante en nuestro país porque está muy relacionado con el Cambio Climático. Otros focos están en la economía circular y digitalización y seguridad alimentaria”, aseguró.

Una parte importante de los fondos se canalizará a través del Perte Agroalimentario, el cuarto aprobado de los nueve que hay previstos. Tenía inicialmente una dotación de 1.002 millones con tres focos: Fortalecimiento industrial, con 400 millones; digitalización 454, e I+D+i.

Anna Merino, directora de Economics en Strategy, el área de Consultoría Estratégica de PwC España, destacó la “relevancia” del sector agroalimentario de nuestro país, con un peso de entre el 10 y el 11% del PIB, una balanza comercial superpositiva y que se ha demostrado muy resiliente durante la pandemia. “Era algo que antes no se había tenido en cuenta hasta el test de mercado que supusieron las manifestaciones de interés (MDI). El Gobierno se dio cuenta de que había una cantidad enorme de proyectos de inversión, tanto de la producción como de la transformación”, aseguró. “El Perte es positivo porque se basa en lo que ha pedido el sector, pero se ha quedado corto no, lo siguiente, y la dotación económica tenía que haber sido mucho mayor, como había prometido el Gobierno”, advirtió. Las palabras de Merino fueron premonitorias porque hace escasos días el presidente Pedro Sánchez anunció otros 800 millones más.

Unos fondos que deben ayudar al sector “a adaptarse” a las grandes tendencias globales derivadas de los cambios demográficos, una revolución tecnológica que “es ya presente”, los nuevos hábitos de consumo o las exigencias medioambientales. Aspecto este último en el que incide la normativa europea en torno al Pacto Verde, que en el sector agroalimentario se asienta en la Estrategia De la Granja a la Mesa. “Pero es que además ya nos están apretando nuestros clientes, los consumidores, nuestros competidores, nuestros mercados”, afirmó.

Pese a que en el Perte agroalimentario, advirtió Anna Merino, “hay una parte importante pensada para instituciones públicas, son muchas las líneas a las que las pymes pueden acogerse”. Así, en los ejes 1 y 2 se pueden acceder a bastantes ayudas fondos, aunque es más difícil en el 3, centrado en la I+D+I.

En el eje 1 de Perte todavía falta que se publiquen la orden de bases que permita el pistoletazo de salida a las solicitudes por lo que “hay tiempo todavía”. Cualquier proyecto tiene que tener de forma obligatoria alguna actuación relacionada con la trazabilidad y seguridad alimentaria que se pueden complementar con las de competitividad y sostenibilidad. (Ver gráfico en la siguiente página)

“Hay actuaciones que se tienen que presentar sí o sí y puede hacerse de forma individual o conjunta. Aunque esto último puede parecer muy complicado, no lo es en realidad porque no se tienen que crear nuevas compañías, pero si se tienen que trabajar un poco porque las empresas no están acostumbradas a colaborar”, advirtió.

En el eje 2, “hay cierta trampa” porque está incluido el kit digital, con 2.800 millones, pero solo 275 millones son para digitalización de agro. “En este eje, el tema de agentes del cambio (dotado con 27 millones) es muy interesante, porque aunque hay poco dinero permitirá a las empresas beneficiarse de descuentos en la cotización a la Seguridad Social en la contratación de personas que te ayuden en la transformación digital. Es bastante relevante para las pymes”.

Otro de los aspectos que “vale la pena mirar” son las partidas destinadas a la Formación para expertos en transformación digital de las pymes, mientras que en el eje 3 de I+D+I “es más para instituciones, como el Ministerio en el caso de los laboratorios vegetales o las ayudas a los centros tecnológicos”.

En su opinión, aunque son cantidades pequeñas, es relevante que las pymes se planteen presentarse “porque son ayudas incentivadoras de inversiones que muchas empresas tenían previsto hacer y se van a agilizar o incluso se puedan ampliar”. El Perte es compatible con otras ayudas nacionales o autonómicas, como las de eficiencia energética. “Hay un montón de temas para beneficiarse, como el Moves 3 para conseguir cargadores de vehículos eléctricos en vuestras instalaciones. Estamos hablando del 50% de la inversión”.

En esta línea explicó que en noviembre salió también una línea de ayudas de 307 millones que se suman a los 1.000 millones del PERTE que van a gestionar las comunidades autónomas “porque el Ministerio no tiene capacidad”. Esto se concreta en cuatro programas para la gestión de estiércoles en ganadería (85 millones); transformación y modernización de invernaderos (120 millones), eficiencia energética (25 millones) y Agricultura de precisión (79 millones). Aquí ya se conocen los porcentajes de subvención, aunque ninguna comunidad ha sacado todavía las bases de las convocatorias.

Otro aspecto a tener en cuenta es que las ayudas no tienen carácter retroactivo y es recomendable que las empresas pidan tres presupuestos “por prevención”, advirtió.