Las cooperativas se suben a la ola de la producción ecológica

El número de compañías que apuesta por la producción y comercialización de alimentos denominados ‘bio’ ha crecido un 250% en la última década y son ya responsables del 31% de la producción total en nuestro país al alcanzar una facturación de 827 millones de euros, casi 9 veces más que en el año 2011.

El apetito de los consumidores por los productos ecológicos no ha pasado desapercibido para las cooperativas españolas, que se han sumado con fuerza a la que parece una ola imparable. En apenas una década, el número de compañías que producen y comercializan alimentos orgánicos ha registrado un notable impulso: de apenas 121 compañías que apostaban por este método de producción en 2011 (un 4% del total), se ha pasado a las 424 que se registraron en 2020 (16,5%) tras una subida anual del 9,6%.

Según los últimos datos del Observatorio Socioeconómico (OSCAE) que elabora Cooperativas Agro‑alimentarias de España, las ventas de productos ‘bio’ suponen ya una importante fuente de ingresos para estas compañías: 827,7 millones de euros, casi 9 veces más que los 96,9 que se alcanzó en 2011.

Esta apuesta por los productos orgánicos ha contribuido también de forma notable al incremento de la cuota de las cooperativas en la producción total española. Así, de apenas el 10% que suponía en 2011 se ha pasado al 31%.

Estos datos reflejan la capacidad de adaptación de las cooperativas de nuestro país a los mercados como fórmula para dar salida a las producciones de sus socios.

La última edición del Observatorio Socieconómico fue presentado en la Asamblea General de Cooperativas Agroalimentarias, que contó con la presencia del ministro de Agricultura, Luis Planas, en el que se hicieron entrega de los premios anuales, que recayeron en Trops, Coagral, Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte y COVAP. En el acto, su presidente, Ángel Villafranca, reivindicó el papel de estas compañías en la fijación de empleo en las zonas rurales de nuestro país, con un incremento en 2020 del 7,3% en el número de trabajadores directos (fijos y eventuales), hasta alcanzar los 120.000, en un contexto especialmente difícil como fue el del Covid. De ellos, el 46% es empleo femenino.

La última radiografía revela la buena salud del cooperativismo español, cuya facturación ha crecido un 50% durante los últimos 15 años. En el ejercicio analizado, la cifra de negocio se redujo un 1,3%, al pasar de 30.556 a 30.170 millones, una caída mucho menor que el de todo el sector alimentario, que retrocedió un 5,3%, principalmente por la bajada de producción olivarera y, por ende, de la facturación del aceite de oliva y la aceituna de mesa y, en menor medida, por el descenso de facturación de vino y de carburantes, como consecuencia de la caída del consumo derivada de la situación Covid-19. En contraposición, fue un buen año para el sector de las Frutas y Hortalizas, en especial, para las Hortalizas.

El 65% de la producción agraria

La facturación directa total del Cooperativismo agroalimentario (incluyendo en este caso las sociedades de capital participadas), equivale al 65% de valor de la Producción Final Agraria y el 26% del valor de las ventas netas de la industria alimentaria española, pese a que supone solo el 12% del colectivo.

En internacionalización, las cooperativas agroalimentarias redujeron un 0,4% sus ventas en el exterior, que no empaña la buena evolución en este capítulo, con un incremento significativo del 82% entre 2011 y 2020.

En el año 2020 casi el 30% de las cooperativas exportaron y el valor generado representó el 31,8% de la facturación total del sector. Asimismo, representaron un 15% de la facturación exportadora del conjunto del sector agroalimentario español (sin incluir la pesca).

Otro de los aspectos en lo que se continúa avanzando, aunque a mucho menor ritmo del esperado, es el dimensionamiento de estas compañías. Aun así, según el Observatorio se observa un efecto de concentración empresarial ya que disminuye el número de cooperativas, a la par que se incrementa su facturación, el tamaño medio de cada empresa y las ventas por empleado.

Una tendencia, sin embargo, que es heterogénea, ya que mientras ha disminuido el número y la facturación de los estratos inferiores (especialmente microempresas), se ha incrementado en el caso de las de mayor tamaño.

Mujeres en Consejos Rectores

Donde la evolución del cooperativismo presenta peores datos es en la presencia femenina y de jóvenes en los órganos de representación. Así, en el primer caso, pese a que las mujeres representan un 27,6% de la base social, sólo representan un 9% en la composición de los consejos rectores, un 4,1% ostentan la presidencia y un 12,8% ocupan puestos de dirección.

En el segundo caso, los jóvenes representan un 10% de la base social, un 8,7% de la composición de los consejos rectores, el 3,8% ostentan la presidencia y un 6,3% puestos de dirección.