El cereal se sube a la venta ‘online’ en un momento histórico de precios

Abastores crea una plataforma digital que genera más oportunidades de negocio al poner en contacto a agricultores y potenciales compradores de cereal, además de proporcionar información diaria sobre los precios para conocer el momento óptimo para su comercialización en el mercado.

Vender y comprar cereales en un clic ya es posible. Abastores ha puesto en marcha una plataforma online, que permite unir oferta y demanda con el fin de generar y ofrecer más opciones de venta a los productores. “Los agricultores profesionales venden al almacenista de siempre o a la cooperativa, pero cada vez están más profesionalizados y les interesa una mayor rentabilidad. Hay cerealistas que están por esta forma de trabajar porque generamos más oportunidades de venta” con esta plataforma pionera en España, que también tiene ventajas para los compradores (ganaderos, fábricas o almacenistas), afirma Carlos García, CEO y fundador de Abastores.

Esta plataforma online, que funciona sin intermediarios, se caracteriza por dar información sobre los precios de forma diaria a diferencia de las lonjas comerciales en las que los datos son semanales o quincenales. En ese tiempo, “ya hemos dado más información porque de un día para otro hay variación. Proporcionamos datos frescos diarios y basados en la realidad del mercado. Es un fiel reflejo de lo que está ocurriendo. Y, al final, si una persona está bien informada y de forma continuada, va a saber el momento más oportuno para la venta. Se da más rentabilidad”.

En Abastores no existe fijación de precios. “Vamos cogiendo datos de mercado en función de las operaciones que hacemos y de los operadores del mercado. Nuestro trabajo es coger esos datos para darlos a agricultores y operadores para que decidan”, añade Carlos García. Con este objetivo, Abastores ofrece información no solo diaria de los precios de cereal, sino también localizada, proporcionándola hasta por comarcas, para que el agricultor pueda optimizar la toma de decisiones por sí solo y cerrar la operación.

Abastores centra su actividad en cereales como la cebada, trigo o maíz, aunque el mayor número de operaciones se ha formalizado, por ejemplo, en avena y triticale porque “somos más útiles en aquellos mercados en los que hay menos liquidez”, como también sucede con el guisante y el sorgo.

La subasta es el sistema elegido para realizar las operaciones de compraventa. En general, tienen un tiempo limitado, normalmente un día, aunque hay productos que se agotan en horas o bien las ofertas se publican en diferentes momentos en busca de esa optimización de la operación.

El funcionamiento es sencillo, simplificando así los trámites. Los agricultores, que son los principales usuarios, solo tienen que registrarse en Abastores, facilitando datos comunes como el teléfono o el DNI -son validados-, aunque a su vez se han establecido otras vías de comunicación con ellos como Whatsapp, chat o teléfono. Una vez hecho el registro, tienen que indicar las características de los productos. Esta entrada se notifica a los usuarios que tienen intereses o necesidad de compra de materias primas, quienes también deben registrarse y ser validados para poder realizar su oferta de forma directa. En cada operación, se realiza de forma anónima hasta que se ultima, se recibe una media de entre cuatro y cinco ofertas para el producto del agricultor, quien no tiene que pagar ninguna comisión, lo que contribuye a su vez a la optimización de costes. Además, “el productor no está obligado a vender. Es un interés de venta. Es llevar el mercado offline al online, pero con más transparencia. Es como una lonja online”. De momento, ya se han comercializado más de 10.450.000 kilos de cereal.

En la actualidad, Abastores solo realiza el match entre oferta y demanda. “Se cruzan los datos, ellos negocian la operación y terminan de dar el OK. El reto de este año es poder hacer la transacción a través de la plataforma. Cualquier forma de ecommerce no nos sirve por las altas comisiones. Estamos llegando a acuerdos con entidades para, además, disponer de líneas de financiación. Queremos crear actividad transversal para dar mayor valor añadido”. De este modo, también se superarían algunas dificultades relacionadas con el pago porque hay quien puede pagar a 15 ó 30 días, pero hay otros pagos que se realizan en la carga, entre otras posibilidades. “Esto no es Amazon. Aquí las dos partes interesadas tienen que trabajar para cerrar la operación” y concretar estos aspectos y otros relacionados con, por ejemplo, la recogida del producto.

La plataforma funciona solo en el territorio nacional y puertos. “Es raro que se compre en otro país, salvo que sea un operador muy grande. No hacemos operaciones internacionales, pero sí el modelo es replicable en otros países. De hecho, hemos planificado la internacionalización, pero no como modelo de transacciones”.

Ampliación de capital

Abastores también amplía capital para “dar entrada a nuevos socios del sector y a personas que están apoyando la idea con una ronda de inversión con un 40% de capital público (hemos contado con el apoyo de ENISA y el Instituto de Finanzas de Castilla-La Mancha), y el 60% de inversores privados”.

La plataforma online toma así un nuevo impulso tras su nacimiento en la localidad de Turleque, en Toledo, y como fruto de la propia experiencia de Carlos García. El fundador procede de familia de agricultores en la que cada vez ha ido estando más inmerso en la gestión de los negocios agrícolas, a pesar de haber estudiado ingeniería. “Hay un salto generacional y ahí empecé a cuestionar por qué vender a este vendedor. Además, tenía la necesidad de vender a otros operadores y de comprar a otros agricultores”.

Con las pasarelas de compras empezó a preguntarse si esa experiencia se podría trasladar al mercado de las materias primas para hacer un mercado digital, llegando a su vez a la conclusión de que la mayor necesidad se localizaba en el cereal y las oleaginosas. Y así se gestó Abastores que también cuenta con sede en el vivero de empresas de Carabanchel, en Madrid, “porque nos resulta más fácil retener el talento, aunque mucho trabajo es en remoto”.