Cooperativas que son el motor económico de su provincia

Cuatro de estas compañías de economía social (Coren, Dcoop, Copiso y Cobadu) lideran la facturación empresarial en su territorio y otras 16 se encuentran en el ‘Top 5’.

En el medio rural, las cooperativas emergen como verdaderos oasis económicos que canalizan la actividad de miles de agricultores y ganaderos. Junto a la comercialización y transformación de sus producciones para incrementar su valor añadido, les abastecen de insumos imprescindibles como fitosanitarios, fertilizantes o combustible y ofrecen asesoramiento agronómico. Estas estructuras empresariales, vitales para la rentabilidad del sector primario y para asentar población en la España vaciada, adquieren en ocasiones tal dimensionamiento que se convierten en el principal motor económico de su provincia.

En España hay cuatro cooperativas que encabezan el ranking de facturación provincial y otras 16 se encuentran en el Top 5. Entre las primeras se encuentran Dcoop, Coren, Copiso y Cobadu mientras que en el segundo bloque hay gigantes como Covap, Anecoop, Única o Agropal (ver gráfico).

Dcoop, el ‘rey del aceite’

En Málaga, Dcoop es una de las empresas referentes dentro y fuera de la provincia. La semilla que pusieron en 1980 una veintena de almazaras se ha convertido hoy en el primer productor de aceite de oliva del Planeta y embajador del “oro líquido” español por todo el mundo.

La compañía que preside Antonio Luque ha ido creciendo de forma imparable gracias a la diversificación de su actividad y de su base territorial. Hoy engloba a 180 cooperativas y 75.000 ganaderos y agricultores de Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, País Vasco y Extremadura.

La cooperativa comercializa aceite, aceituna de mesa, vacuno de carne, porcino blanco, leche de cabra, cereales, vino, almendras y pistachos. En 2020, su facturación, incluyendo las empresas participadas, superó los 1.300 millones de euros y su actividad genera 813 puestos directos y otros 1.102 indirectos.

Su liderazgo agroalimentario ha estado basado en buena medida en su visión exportadora. El grupo cooperativo obtiene en el exterior el 52% del total de su facturación y tiene presencia en 79 países.

Entre los servicios que prestan al agricultor, la cooperativa destaca el asesoramiento, la formación y ayuda para transformar el cultivo, las consultas veterinarias, provisión de productos fitosanitarios, abonos y otros insumos... “no con el fin de vender, sino bajo el concepto de ser eficientes y tener seguridad alimentaria”.

Ese liderazgo empresarial, lleva parejo una activa participación en la vida económica y social de los territorios en las que tiene actividad, con presencia en Cámaras de comercios o asociaciones empresariales, apoyo a ONG o instituciones culturales.

Coren, gigante avícola

En el otro extremo del país, nos encontramos con Coren, con sede en Orense, que acapara ni más ni menos que el 50% del sector agroganadero de Galicia. Su origen se remonta a finales de la década de los años 50, cuando los americanos promovían en Europa la avicultura orientada al mercado y proponen al gerente de UTECO, Eulogio Gómez Franqueira crear 20 granjas de 5.000 pollitos suministrados por la norteamericana Swift. Se crea entonces una cooperativa con 20 socios con la filosofía de vivir dignamente del campo en una Comunidad marcada por la pobreza y la emigración.

Tres años después deciden desvinculares e iniciar su andadura en solitario, lo que obligó a crear una estructura propia y promueven un matadero avícola y una fábrica de piensos y después su primera incubadora.

A medida que pasaba el tiempo su actividad crecía. En 1975 se constituye la cooperativa de producción de huevos y 20 años más tarde inició su internacionalización con la llegada a Portugal primero y a Rumania después. A la vez, entra en nuevos sectores ganaderos, como el vacuno de carne o el porcino.

Al mismo tiempo, la cooperativa se convierte en el líder en distribución avícola de nuestro país con la puesta en marcha de un centro de Procesado en Santa Cruz de Arrabaldo, que supuso la mayor inversión de la historia del grupo, 250 millones de euros.

Hoy día, cuenta con 4.739 socios y da empleo a 3.240 personas. Está presente en más de 50 países de los cinco continentes. La facturación exterior del grupo representa más del 30% de su volumen de negocio.

La cooperativa que ‘cultiva cerdos’

Al igual que Coren, la soriana Copiso nació en 1967 como una reacción a la sangría que supuso la marcha de miles de familias de los pueblos sorianos hacia las grandes ciudades en busca de un porvenir en la incipiente industrialización de nuestro país.

Copiso es hoy la principal cooperativa productora de porcino de España, con 978.462 cerdos vendidos en 2020. Una de sus ventajas competitivas es su modelo de economía circular, ya que utiliza los cereales que producen sus socios agricultores, lo que permite que la compañía soriana no tenga problemas de suministros como los provocados por la guerra de Ucrania. La idea de que el agricultor de Copiso cultiva cerdos utilizada por los responsables de la cooperativa, refleja muy bien el valor de la economía circular y la importancia de la integración de la agricultura y de la ganadería, puesto que los agricultores también se benefician económicamente de la gestión de la producción porcina y de su comercialización.

El volumen de negocio de Copiso y de sus empresas vinculadas fue en 2020 de 299,7 millones. Respecto a los cereales, en la campaña 2020-21, se recogieron unas 220.000 toneladas, así como más de 16.100 de girasol. Cuenta con 140 trabajadores directos, si bien su efecto multiplicador en el empleo indirecto suma cientos de puestos más. La cooperativa ha sabido profesionalizarse e impulsar la modernización de la actividad agro-ganadera en la provincia. Para ello, una de sus apuestas es la investigación y la innovación, por lo que su participación en proyectos de I+D+i es una constante. Por ejemplo, dispone de un centro porcino experimental, en el que se hacen continuos estudios nutricionales sobre alimentación, para conseguir una mayor calidad de la carne. En unos meses obtendrá los primeros lechones de la granja de selección genética de Portillo de Soria, que se puso en marcha a mediados del pasado mes de marzo, y que está destinada a ofrecer cerdas madres a núcleos porcinos de multiplicación de Europa.

La líder en Zamora

En 1979, 300 ganaderos zamoranos pusieron en la localidad de Moraleja del Vino las bases de lo que hoy es Cooperativa del Bajo Duero (Cobadu), que además de ser la empresa que más factura en Zamora, puede presumir de ser la cooperativa española de primer grado con más volumen de negocio.

Tres años después de su creación, comenzó la actividad fabril con la producción de ocho millones de kilos de pienso. Progresivamente incorpora nuevos servicios, como la asistencia veterinaria, fundamentalmente para las explotaciones de porcino. A la vez, la cooperativa comienza a extenderse como una mancha de aceite por la provincia, con la creación de almacenes y oficinas de venta de productos zoosanitarios.

En 1996 empieza la fase de dimensionamiento con la incorporación de las sociedades cooperativas de comercialización de lechones. Paralelamente, la cooperativa dio un salto cualitativo con la adopción del sistema de integración de granjas, que supone el cierre del ciclo del porcino ya que comienzan a comercializar la producción de sus socios ganaderos.

A partir de 1999 construyen su segunda fábrica de piensos y compran Fertiblend, dedicada a la comercialización de gasóleo y fertilizantes. Un año después, Cobadu comenzó la comercialización de leche, de carne de vacuno y de ovino. A día de hoy cuenta con casi 11.000 socios y tiene presencia en Extremadura y Portugal.