Los inversores miran al campo: sube un 28% la venta de fincas rústicas

Durante los últimos 12 meses se vendieron 158.482 fincas rústicas, un 28,6% más, según el ‘I Informe Cocampo sobre la estructura del suelo rústico en España’, que refleja también la necesidad de dinamizar el mercado de la tierra. El 31,3% de los titulares de explotaciones son mayores de 65 años.

Existe, además, un creciente riesgo de fragmentación a causa del elevado volumen de fincas rústicas que se heredan cada año, dividiendo los terrenos generación tras generación. Esto pone en riesgo la viabilidad de la economía rural: los datos revelan que la renta de los agricultores está fuertemente correlacionada con la dimensión de sus explotaciones, a medida que aumenta el tamaño de estas, la renta se incrementa.

Se trata de un problema creciente, según se advierte en el informe de Cocampo: las fincas heredadas aumentan a un ritmo del 31%, con 174.599 propiedades transmitidas por este motivo en los últimos 12 meses. Por ello, nuevas iniciativas para consolidar (reagrupar) el suelo se hacen necesarias para asegurar la sostenibilidad del campo.

Las cifras de los últimos 12 meses (158.482 fincas rústicas vendidas) demuestran el interés creciente de los inversores -un 28,6% más de operaciones de compraventa que el año pasado-. Aún así, la movilidad de la tierra en España continúa siendo baja: anualmente la compraventa de suelo rústico en nuestro país representa únicamente el 0,25% del total.

Según valora Regino Coca, fundador y CEO de Cocampo, “estos datos ponen de manifiesto el creciente interés por el suelo rústico. España es la cuarta potencia agroalimentaria a nivel europeo y octava a nivel mundial, los profesionales agro conocen el potencial del sector y están invirtiendo para conseguir explotaciones más grandes que ofrecen mayor rentabilidad. Por otro lado, se estaría produciendo un desplazamiento de inversores que ante la inflación, la inestabilidad de los mercados financieros y la regulación en el inmobiliario urbano, ven en el suelo rústico una inversión alternativa. Y por último, en el contexto de la pandemia, se están adquiriendo fincas rústicas con fines residenciales o de cambio de estilo de vida”.

Las explotaciones aumentan su tamaño

El análisis de Cocampo, el nuevo portal inmobiliario que facilita la compraventa y el arrendamiento de terrenos rústicos, desvela que el número de explotaciones agrarias se ha reducido un 12% desde 2005, afectando principalmente a las explotaciones pequeñas: en la última década han dejado de existir 136.485 explotaciones de 5 a 1 hectáreas (35% menos) o de menos de 1 hectárea (39% menos). Además, la superficie total de las explotaciones se ha reducido un 9% desde 2005. Aunque las grandes fincas, de más de 100 hectáreas, han crecido casi un 10%, pasando de 47.296 en 2003 a 51.798 en 2016.

La Superficie Agrícola Útil (SAU) ha disminuido un 7%, equivalente a 1,6 millones de hectáreas, en los últimos 11 años, pero ha sido en una proporción menor que la pérdida de explotaciones. Esto supone que ha aumentado la superficie media de las mismas, pasando de 23 hectáreas, de media, a 24,5 hectáreas, lo que representa un incremento del 6,5% en el tamaño de las explotaciones. Este aumento se ha dado principalmente en las explotaciones más grandes. Respecto a Europa, España se mantiene por encima de la media en el tamaño medio, que está en 15,2 hectáreas.

En propiedad

La mayor parte (59%) de la superficie agraria se tiene en régimen de propiedad. Los propietarios son, en su mayoría, una persona física (93,2%), que, además, es normalmente el jefe de la explotación (75,6%). Los propietarios jefes de explotaciones gestionan el 60% de la superficie agraria. Las sociedades mercantiles representan el 2,6% de las explotaciones y el 11,5% de las superficies, es decir, gestionan explotaciones de mayor tamaño. En cuanto al género existe una gran brecha en la tenencia de tierras con solo un tercio de las explotaciones en manos de mujeres. Las explotaciones agrarias arrendadas representan el 32% del total. En el mercado de viviendas este porcentaje es muy inferior, donde las alquiladas solo suponen un 13%, señala el Informe de Cocampo. En términos de superficie, el 41% del terreno rústico en España está arrendado, siendo inferior al de otros países de la Unión Europea como Francia (82%), Alemania (65%) o Italia (53%).