Purines con un 60% menos de amoníaco con la fertirrigación

Una nueva investigación logra reducir el impacto ambiental de los residuos del porcino utilizando sistemas de riego y manteniendo el rendimiento potencial del cultivo.

El amoníaco es una forma reactiva de nitrógeno que puede provocar efectos adversos en el medioambiente y en la salud. Su emisión y posterior deposición causa acidificación y altera las comunidades de plantas, dañando los bosques y la vegetación tanto de forma directa como indirecta. Además, contribuye a que las aguas tengan una mayor cantidad de nitrógeno, aparte de ser un precursor de partículas de pequeño tamaño que afectan a los sistemas respiratorio y cardiovascular. La ganadería y la aplicación de fertilizantes sintéticos son algunas de las fuentes de emisión de amoníaco. Ahora puede reducirse su impacto medioambiental. Al mismo tiempo que se ponen en valor los purines para aprovechar sus nutrientes, mejora su gestión y también del digerido (lodos de las plantas de biogás), se reduce el uso de fertilización mineral y se mantiene el rendimiento potencial del cultivo.

Una nueva investigación ha permitido constatar que las emisiones de amoníaco pueden reducirse en más de un 75% en la aplicación del digerido, incorporando el 50% en presiembra y el otro 50% restante con fertirriego, en comparación con las parcelas fertilizadas con las técnicas habituales. Además, en el caso del purín, y utilizando técnicas de fertirriego, se logra una disminución de estas emisiones en niveles superiores al 60% en el sistema de riego por pivot en relación a la forma de aplicación tradicional (sobre la superficie del terreno) y en más del 90% en riego por goteo enterrado. También se ha observado una reducción media del 25% en la cantidad de nitrógeno aplicado a los cultivos.

“El fertirriego con purín se hace sin cultivo para que puedan entrar las cubas y aplicarlo. El tema era utilizarlo cuando el cultivo necesita el nitrógeno -está establecido y está creciendo-, hacerlo con fertirriego y, sobre todo, atendiendo a la reducción de las emisiones de amoníaco a la atmósfera por su impacto ambiental y en la salud”, explica Lola Quílez, investigadora en el proyecto Life Arimeda de ‘Reducción de las emisiones de amoniaco en la agricultura mediterránea mediante técnicas innovadoras de fertirrigación con purines”, coordinado por el CITA.

“Los resultados son satisfactorios. También se ha reducido la cantidad de nitrógeno que se aplica en los cultivos. Esto es importante porque hay zonas con exceso y se produce contaminación del agua por nitrato”.

Este proyecto se ha llevado a cabo con purín de porcino en parcelas en Aragón, en concreto, de la zona de Ejea de los Caballeros y de La Litera por la concentración de explotaciones de porcino y cultivos de maíz. Todos los ensayos se han hecho con este cereal al estar muy extendido en la comunidad aragonesa y en el Valle del Ebro y tener unas necesidades altas de nitrógeno. Además, son zonas en las que abundan los sistemas de riego por pivot, técnica que se ha empleado al igual que la de riego por goteo enterrado. Parte de la investigación se ha llevado a cabo en Lombardía (Italia) para la parte de digerido.

En el proyecto se han realizado transferencias a otras parcelas de agricultores. “En el caso de los pivots nos funcionó muy bien y ya hay un pivot grande de 50 hectáreas, en la zona de Ejea de los Caballeros, que lo están aplicando desde hace tres años”. En este caso, además, los resultados han sido más positivos todavía porque el pivot está cerca de la granja, quedando conectada la balsa. “Cuando las parcelas están cerca de las granjas es una solución estupenda porque no hay transporte por carretera y se inyecta directamente. Es más fácil de manejar”.

Los momentos de aplicación del purín han sido objeto de análisis en el marco de este proyecto, que igualmente ha puesto el foco en reducir el uso de fertilizante mineral. “Habitualmente, se aplica el purín cuando se va a sembrar, luego siembras y, si necesita más nitrógeno, se usa el fertilizante mineral porque en ese momento no se puede entrar con la cuba al campo. Es ahí cuando aplicamos el purín en el fertirriego”, aumentando las posibilidades de uso del purín y reduciendo el empleo de fertilizantes minerales.

En el proceso de fertirriego ha sido clave la separación de las partículas en suspensión en el purín y digerido para que, “cuando se inyecte en el sistema de riego, no se taponen las tuberías, los aspersores, etc. Es un punto crítico. Aquí en el proyecto se han diseñado un par de equipos de separación, que hemos intentando que fueran sencillos y baratos”. Por ejemplo, en el riego por pivot, se ha trabajado con una rampa con un tornillo y se ha llevado la filtración hasta las 250 micras en una primera fase. En el riego por goteo, se ha utilizado un equipo que vibraba y tenía una malla debajo, logrando separar hasta 80 micras. “Funcionaron muy bien. Hemos evaluado los goteros tras los tres años y estaban en buenas condiciones y no habían sufrido ningún tipo de problemas”. Además, los separadores se montaron sobre plataformas móviles para moverlos de una granja a otra con un 4x4 y aplicarlo en diferentes zonas.

Económicamente es viable. “Sobre todo, si la granja está pegada al campo de cultivo, las cuentas se disparan. Es necesario hacer una inversión en los separadores y en una bomba que inyecte en el sistema de riego. Si el ganadero se hace cargo de la parte de la separación y considerando que el agricultor pague un 50% de lo que abonaría en fertilizante mineral, el purín se puede llevar” a más o menos distancia en función de la concentración de nitrógeno. “Se bajarían un 50% los costes de fertilización” en relación a los precios anteriores a las subidas continuadas de los últimos meses. El proyecto Life Arimeda, con un presupuesto de 2,6 millones, ha contado con la coordinación de CITA. Entre los socios figuran la Asociación Defensa Sanitaria Número 2 Comarcal Porcino de Ejea de los Caballeros, Mecániques Segalés, Riegos Iberia Resaber, Universidad de Milán (Departamento de Ciencias Agrarias y Ambientales), Asociación Regional Ganadera de Lombardía, Agriter Servizi SRL y Acquafert SRL.

Los próximos pasos

Tras la finalización del proyecto Life Arimeda, la investigación continúa con dos nuevos proyectos en macha. El ‘IMECO: Implementación de MTD para el control en la gestión y tratamiento de purines’ se centrará en el desarrollo y validación experimental de un sistema de gestión y tratamiento de purines para reducir las emisiones de metano y amoníaco, entre otras, tanto en el tratamiento en granja como en la aplicación agrícola para fomentar la eficiencia en el reciclaje de nutrientes y mitigando el cambio climático. Entre las mejores técnicas disponibles (MTDs) se valorará el cubrimiento de las balsas de almacenamiento con desarrollo de un digestor de biogás de bajo coste. Además, en el proyecto ‘Life Clinmed Farm: Towards a Mediterranean Climate Neutral Farm scheme’, financiado por el programa Life, se desarrollarán modelos de gestión del purín sostenible y eficaces en función de los recursos disponibles para aproximarse a las explotaciones agrícolas neutras desde el punto de vista climático.