Juan Ignacio Zoido, eurodiputado y portavoz de Agricultura del Grupo Popular Europeo en el Parlamento Europeo: “Tenemos que evitar poner en riesgo la seguridad alimentaria de Europa con el Pacto Verde”

Juan Ignacio Zoido capitanea en Europa la oposición a las estrategias medioambientales, cuyos objetivos y plazos pide replantear para no reducir la capacidad productiva de la agricultura. “La invasión de Ucrania nos ha devuelto a la realidad y tenemos la responsabilidad histórica de garantizar el suministro de alimentos”.

Con la crisis de Ucrania ¿es más necesario que nunca un replanteamiento de los objetivos medioambientales de la PAC?

La Política Agraria Europea es sin duda replanteable en toda su amplitud. Si tenemos en cuenta el estudio del Joint Research Centre (JRC) que advertía de que con las estrategias De la Granja a la Mesa y Biodiversidad 2030 se reduciría la producción de alimentos, se incrementarían los precios y el coste de los insumos, que coincidía con el informe realizado por Estados Unidos, no hay más remedio que concluir que nos tenemos que replantear los objetivos de esas estrategias y sobre todo los plazos que se habían establecido para frenar el Cambio Climático.

¿Cree que se pondría en riesgo la soberanía alimentaria de la UE? ¿Se está pegando Europa un tiro en el pie?

Si continuamos por esa senda no cabe duda. La obsesión del vicepresidente Timmermans por reducir nuestra competitividad nos va a restar muchísima capacidad de producción. La invasión de Ucrania por parte de Putin nos ha hecho despertar de este sueño de abundancia y bienestar, nos ha devuelto a la realidad y eso nos está obligando a reorientar las prioridades a marchas forzadas. Hoy por hoy el suministro de alimentos para millones de europeos, y hay que ser claro, no está garantizado, pero lo que todavía es más grave es que tampoco lo está para los millones de refugiados ucranianos que están llegando a nuestros países o para los que están resistiendo en ciudades que son devastadas por los ataques de Putin ni para los millones de habitantes del Norte de África que dependen del trigo de Rusia y de Ucrania para sobrevivir. Por tanto, nosotros como potencia agroalimentaria que somos tenemos una responsabilidad histórica para garantizar los alimentos a todos ellos porque los informes de la propia FAO y de Naciones Unidas están hablando ya de crisis de hambruna. La única forma de hacerlo es corrigiendo esto y es lo que pedimos al comisario de Agricultura, que los agricultores y ganaderos puedan producir al máximo, que no se les ate de pies y manos con las normativas medioambientales. Tenemos que evitar poner en riesgo la seguridad alimentaria de Europa con algunas iniciativas del Pacto Verde.

Pero el ministro de Agricultura dice que es un debate falso...

Lo que le falta al ministro es realismo. Hay una carga muy ideológica en el Gobierno español que no solo le impide ver las necesidades desde el punto de vista alimentario, sino también los criterios científicos. Le voy a poner un ejemplo. El informe del JRC sobre la Estrategia de la Granja a la Mesa, que nos sustrajo el señor Timmermans y no nos lo enseñó hasta que prácticamente se habían votado las estrategias, ya decía que había más de 30 millones de europeos antes de la crisis del coronavirus que no tenían liquidez para adquirir alimentos de calidad a diario. Tras la crisis de la pandemia y ahora con la invasión de Ucrania, con el incremento de los precios y la reducción de la producción, cuántos millones de europeos van a estar en esa situación. No ver eso es no ver la realidad y el Gobierno debe abandonar la ideología y ser serio y riguroso. Pero esa carga de ideología no solo la tiene el Gobierno de España porque los socialistas en el Parlamento Europeo también han votado en contra de las enmiendas que presentamos para que se ralentizasen las estrategias medioambientales. Y lo que fue más grave es que votaron para que se acelerara su implantación, lo que me parece de una inconsciencia absoluta sobre el riesgo que estamos asumiendo por una falta de alimentos que ya se está notando en los supermercados de toda Europa, así como por el incremento de precios, que en algunos casos en España se han incrementado un 100%. Si tenemos una crisis económica, si producimos menos y aumentan los precios que me digan cómo van a poder adquirir los alimentos los europeos.

Hablaba del informe de la JRC que se ocultó en un cajón. ¿Alguna responsabilidad en eso tendrá el comisario?

Claro que tiene. Yo fui de las primeras voces, sino la primera, que se alzó contra Timmermans cuando estábamos todos confinados y se empeñaba en sacar la estrategia de La Granja a la Mesa. Entonces le dije que cómo se iba a aprobar en medio de una crisis como la que estábamos viviendo, que afectaba no solo a Europa, sino a todo el mundo, sin tener una evaluación de impacto. Luego la tuvo y la escondió. Y presentó las estrategias con el comisario de Medio Ambiente y la comisaria de Sanidad. Faltaba el de Agricultura, al que ni siquiera llamaron. Janusz Wojciechowski desde luego es responsable por omisión y por no haberse plantado ante el vicepresidente primero, que es quien está liderando estas estrategias.

Es un comisario cada vez más cuestionado ¿no?

Aquí se habla de que nunca ha habido un comisario que pinte menos, pero no en Agricultura sino en cualquiera responsabilidad. Y fíjese, está en el Grupo del ECR, es decir, en el que está Vox. Estas son las incongruencias que uno se encuentra en los debates políticos y me pregunto si no se dan cuenta a dónde estamos abocando a un sector tan, tan necesario y que fue fundamental en la creación de la Unión Europea para suministrar alimentos de calidad a un precio razonable. Y se hizo cuando veníamos de dos guerras mundiales que habían provocado una hambruna en todas las naciones de Europa. Ahora que estamos en una situación crítica seguimos planteándonos la oportunidad o no de hacerlo. Hagámoslo, pero con todos las excepciones y requisitos para que sea viable.

¿Al final la realidad se impondrá y la UE dará marcha atrás?

Creo que la UE no va a tener más remedio que rectificar. Cada día que pase la situación va a ser mucho más catastrófica, y no quiero pecar yo de alarmismo porque soy optimista por naturaleza, pero vemos que cada vez vamos a peor porque esos productos, como el aceite de girasol, están haciendo más falta, se utilizan en la industria alimentaria y ya no es solo que hayan disparado su precio, sino que no hay. Como eso, tantos y tantos productos. Si lo unimos a la crisis económica vamos a entrar en una espiral difícil de gestionar. En el Parlamento vamos a seguir peleando para que las medidas sean más flexibles, para que podamos importar más productos y los Estados miembros puedan tomar medidas y no se vean encorsetados. Pedimos mayor flexibilidad, pero además fondos excepcionales para que agricultores y ganaderos puedan salir adelante.

Usted ha criticado el recorte de los Fondos de la PAC para España. ¿El Gobierno ha hecho una mala negociación?

Si. Desde el primer momento advertimos que se estaba haciendo mal, que perdíamos un 10% del importe y lo negaron, pero cuando han llegado los fondos lo hemos podido comprobar. Se hizo una mala negociación porque no era un objetivo prioritario y preferente del Gobierno de Sánchez. Con el PP en el Gobierno, tanto con Rajoy o con Aznar siempre se priorizó el campo y tuvimos unos ministros de los que no se puede dudar en cuanto a fortaleza y firmeza en las negociaciones. Con el Gobierno de Sánchez se ha transigido en un tema que para España es irrenunciable y la consecuencia es menos dinero, más requisitos y condiciones, y por tanto menos rentabilidad para los agricultores. Ha habido una renuncia por parte de Planas, que de esto sabe, por eso su responsabilidad es mayor, porque ha cedido ante la presión de la vicepresidenta primera, Teresa Ribera, que es la que lidera estos temas en España como Timmermans lo hace en Europa.

¿La PAC del 2023 nace muerta?

Estoy muy preocupado con la PAC en España porque en el Plan Estratégico que ha presentado ha sido quizá el plan estratégico que más requisitos de la Granja a la Mesa ha incluido sin que fueran necesario y hemos pedido su paralización porque no va a hacer viable ni la agricultura ni la ganadería.