Las trabas burocráticas frenan la promoción agroalimentaria en China

El Gobierno de Pekín obliga a las denominaciones de origen e interprofesionales a abrir una oficina y a designar un representante legal para poder operar. La Policía realiza visitas a los eventos de promoción para advertir de una normativa cuyo incumplimiento pueden suponer hasta cinco años de expulsión

La conquista del mercado chino, ‘el Dorado’ para muchos de los productos agroalimentarios de nuestro país, se complica tras las nuevas exigencias burocráticas que el Gobierno de aquel país ha puesto para realizar actividades de promoción, principal instrumento de denominaciones de origen y asociaciones interprofesionales para conquistar a los consumidores asiáticos. La alerta la dio la propia Comisión Europea hace apenas unos días. Desde Bruselas se comunicó a los Estados miembros las nuevas reglas de juego para realizar las campañas de promoción que se nutren de fondos de la UE.

Ante los “problemas detectados” en una serie de programas cofinanciados, las autoridades comunitarias “alertaban” a las asociaciones que tienen previsto concurrir a las convocatorias de ayudas para la promoción de los productos agroalimentarios de la UE en China tener en cuenta las nuevas exigencias legales. La Comisión, que reconocía “seguir muy de cerca” la situación, iba más allá e invitaba a los posibles afectados a “reevaluar su capacidad para implementar dichos programas” en aquel país.

La CE se refería a la “Ley de la República Popular sobre la Administración de las Actividades de las Organizaciones No Gubernamentales de Ultramar en la China continental”, aprobada por el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo el 28 de abril de 2016 y en vigor desde el 1 de enero de 2017. En esencia, lo que establece esta ley es que todas las organizaciones que estén realizando actividades de información y promoción y en sus países de origen no tengan la consideración de sociedades mercantiles serán consideradas como una ONG y deben aplicar una legislación que las obliga a inscribirse en un registro, abrir una oficina y nombrar a un representante legal, unas gestiones que, además del coste económico, pueden suponer al menos seis meses de trámites burocráticos.

Se trata de una ley de “control político” que solo se ha venido aplicando a las ONG de carácter social, pero que desde febrero de este año se ha extendido al resto. Y la inquietud ha cundido entre muchos operadores europeos, que han decidido paralizar sus actividades de promoción por el momento en un país que es especialmente estricto en la observancia de sus leyes. El incumplimiento puede suponer un veto de hasta cinco años en territorio chino.

Aunque por el momento sólo parece que se está aplicando en algunas provincias, especialmente en Shangai, y es a título de “aviso” la alerta ha corrido como la pólvora porque se trata de una ley que depende del Bureua de Seguridad no del de Comercio y por tanto, es directamente la que llama a los operadores o se presenta directamente en los actos de promoción, como ha ocurrido en el caso de una agencia italiana.

Alemania lo paraliza

Países como Alemania ha decidido hace dos semanas suspender sus actos presenciales por el momento y mantienen solo los online. En España, la DO Rueda, que tuvo que retirar sus logos y los de la DO Ribera del Duero, con la que promociona conjuntamente en el mercado asiático, está evaluando el coste de los nuevos requisitos para establecer su estrategia futura.

Junto al vino, el sector del aceite de oliva es otro de los afectados. La Interprofesional del Aceite de Oliva ha ralentizado sus acciones promocionales en ese mercado a la espera de completar las acciones burocráticas ante el Gobierno chino.

Mientras, otro de los operadores españoles más activos en China, la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca, asegura tener ya una oficina en el país asiático.

Más allá de la Unión Europea, otros países se han adelantado. Operadores como el California Wine Institute o el Consejo de la Almendra de California, que fueron los primeros a los que se dirigieron, ya se han registrado.

Sin embargo, la asociación inglesa WSET, la más grande del mundo en formación en vino, y con más de 190 academias en China, han optado por parar hasta que no se resuelva todo ante la tormentosa relación entre Reino Unido y China, que ha expulsado a periodistas.

Con más de 20 años de experiencia, José Manuel Chicot, director de EnAsiagestión, una agencia española de promoción y organización de eventos que tiene como cliente a la DOc Rioja y a Vinos de España explica que “a nosotros, que desarrollamos una intensa actividad para nuestro cliente, fueron de los primeros en contactar. Y aquí cuando la policía te llama para que te pases por comisaría vas temblando”. Su gran conocimiento del país les está permitiendo sortear las trabas. “Rioja ha decidido abrir oficina y estamos solucionando el problema. Tenemos contacto con la policía, les decimos donde vamos a ir y que estamos haciendo los trámites para cumplir la Ley, pero si no ven que vas por el buen camino te pueden dar un disgusto”, afirma este emprendedor que se ha convertido en ‘guía’ de operadores de otros países. Y advierte que “hay quien está cometiendo el error de decir que como no me han llamado directamente o en mi ciudad no están haciendo nada, se puede meter en un gran problema”, advierte.

Nuevo enfoque

Lo que parece claro es que a partir de ahora va a cambiar la forma de enfocar la promoción en el país asiático. “Si tienes una estrategia diseñada porque consideras que China es un mercado relevante tienes que hacerlo siguiendo la Ley” afirma Chicot. La principal complicación es encontrar a alguien que te lo gestione administrativa y fiscalmente. “Va a suponer que un capítulo de tu presupuesto lo vas a tener que dedicar a esto. El primer año para crear esa estructura mínima y a partir de ahí el coste de mantenerla, que será bastante bajo”, explica.

Tener personalidad jurídica en China está sujeto a impuestos, al igual que tener un representante legal. “Nosotros recomendamos que, a menos de que sea estrictamente necesario, el representante legal (chief representative) esté en España, con lo cual su tributación del IRPF en China sería cero, pero las declaraciones tienes que hacerlas”, añade el director de EnAsiagestion.