El sector agroalimentario pide a los políticos que escuchen a la Ciencia
La Alianza por la Agricultura Sostenible (ALAS) ha impulsado el Manifiesto por la Agrociencia, en el que hace un llamamiento a las Administraciones para que la toma de decisiones que afecten al sector estén basadas en la evidencia científica y no se cierre la puerta a la innovación y los avances tecnológicos
ALAS invita a todos los actores del sector a sumarse al Manifiesto, suscrito inicialmente por una decena de organizaciones representantes de toda la cadena de valor del sector agroalimentario. “Hacemos este llamamiento ante los retos inminentes que asumimos desde el sector, como el Pacto Verde Europeo y la Estrategia de la Granja a la Mesa, de la Unión Europea, o el Plan Estratégico de España para la PAC post 2020, del Gobierno español, entre otros”, asegura Pedro Gallardo, presidente de la Alianza.
“Solo una toma de decisiones que reconozca el papel de la innovación en la agricultura y se base en la ciencia nos permitirá tener éxito en esos retos y mantener la competitividad, el empleo, la producción, la modernización, y la transición ecológica justa que permita combatir la despoblación en las zonas rurales”, enfatiza el responsable de ALAS.
El manifiesto lanza una serie de propuestas concretas dirigidas “a las Administraciones Públicas, a nuestros representantes electos, a los agentes económicos y sociales, y a la sociedad en general”:
1-Potenciar el papel del sector agrario como sumidero de carbono, facilitando a los agricultores la sostenibilidad de sus producciones.
2-Considerar la agricultura y la ganadería en España como un laboratorio europeo para el cambio climático por su mayor exposición a las consecuencias de este fenómeno. Para ello, el manifiesto pide la creación de servicios de asesoramiento al sector para mejorar su capacidad de adaptación.
3-Flexibilizar el objetivo de reducción del 50% del uso y del riesgo de los productos fitosanitarios establecidos en las estrategias De la Granja a la Mesa y Biodiversidad 2030, de la Comisión Europea, y establecer unos plazos realistas y un marco regulatorio apropiado que permita acelerar la introducción de nuevas soluciones, incluidos productos fitosanitarios con menor impacto, como sustancias de bajo riesgo o biosoluciones. Para ello es necesario la elaboración de un estudio de impacto basado en evidencias científico-técnicas que evalúe la viabilidad de la propuesta y sus consecuencias para el sector.
4-Poner en valor el papel que la tecnología y la digitalización desempeñan en toda la cadena de valor agroalimentaria y fomentar su desarrollo y adopción mediante una regulación concreta.
5-Establecer, como solicita también la comunidad científica, por parte de las autoridades europeas un marco regulatorio basado en criterios científicos, proporcionado y razonable que permitan a los agricultores utilizar las variedades mejor adaptadas a los desafíos fitosanitarios, competir en condiciones de igualdad y poner en valor los recientes avances en técnicas de edición genética, como los merecedores del premio nobel de química en 2020, que dan lugar a nuevas y precisas herramientas para mejorar las plantas cultivadas, recuperar variedades tradicionales y generar otras nuevas que posibiliten sistemas de producción de alimentos abundantes y saludables, más sostenibles y resilientes.
6-Poner en valor la transformación que la ganadería y las organizaciones interprofesionales del sector en España ha llevado a cabo para ir más allá de las exigencias europeas de bienestar animal, como el proyecto Compromiso Bienestar Animal, un esquema de certificación con los estándares más exigentes del mundo en este ámbito, y favorecer el acceso a innovaciones y desarrollos tecnológicos en ganadería y reconocer los beneficios del consumo de carne roja o elaborada dentro de una alimentación saludable equilibrada y variada.
7-Para asegurar que la ciencia y el criterio científico prevalecen en la toma de decisiones y estos se trasladan a la regulación solicitamos la creación de una oficina de asesoramiento científico, con área de especialización en el ámbito agrario, para contribuir a los trabajos del Congreso de los Diputados.
El documento ha sido impulsado por ALAS y cuenta con la adhesión inicial de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEACSV), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX), la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Cooperativas Agro-alimentarias de España, la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA), la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) y Foro Interalimentario. Además, se han adherido ya Fundación para la Aplicación de Nuevas Tecnologías en la Agricultura, el Medio Ambiente y la Alimentación (Antama) y Alimentos por la Ciencia.
Para Aepla, uno de los impulsores de la iniciativa, resulta imprescindible impulsar la agrociencia como motor para la consolidación de un modelo productivo sostenible en términos de crecimiento, acción climática, modernización y transición ecológica justa, especialmente para las áreas rurales, afectadas además por su creciente riesgo de despoblación. Es preciso, añaden, tener presente que el desarrollo y fomento de la agrociencia no solo es un elemento clave para favorecer que nuestro sector agroalimentario continúe siendo altamente competitivo en un mundo cada vez más globalizado, sino también para garantizar el mantenimiento de aspectos claves para el bienestar y calidad de vida de nuestra sociedad, como son la seguridad alimentaria, el crecimiento económico, la estabilidad del empleo y las expectativas de desarrollo rural, y muy especialmente en un contexto como el actual, marcado por los irreparables efectos de la pandemia de Covid-19 que sigue golpeando con fuerza nuestra sociedad. En definitiva, “una apuesta fuerte, decidida y conjunta, basada en la ciencia, la innovación, la continua modernización y la competencia en igualdad de condiciones, y alejada por tanto de criterios subjetivos y sesgados”, concluyen.