Ricard Godia, presidente de la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (ASOPROVAC): “Detrás de las campañas anticarne está la ‘estrategia Windows’ aplicada a la alimentación”
Ricard Godia asume las riendas de ASOPROVAC en uno de los momentos más críticos para el vacuno de carne. A la caída del consumo por el Covid se suma la ‘expulsión’ de los ganaderos de las ayudas de la PAC, los altos precios de las materias primas y las campañas contra la carne a las que se ha sumado Pedro Sánchez
Perteneciente a una saga de varias generaciones de ganaderos, Ricard Godia reconoce que le gusta el asociacionismo “porque siempre me he implicado en el sector”. Experiencia tiene tras liderar durante varios años diversas organizaciones en Cataluña. Tampoco le falta la ilusión ni la valentía para defender con “orgullo” al vacuno de carne de la ofensiva de grandes fortunas por hacerse con el control de la alimentación.
¿Qué le han parecido las declaraciones de Pedro Sánchez sobre el excesivo consumo de carne en España?
Mucha, mucha, mucha indignación. Creo que Pedro Sánchez podía sentirse muy orgulloso de la dieta mediterránea, tan envidiada en otros países, y el hecho de que se decante por el abandono del consumo de la carne es como mínimo indignante. Estamos en uno de los países más longevos, en parte debido a la dieta mediterránea, y ahora nos ponemos a desestabilizarla. Una cosa que tenemos bien y la cambiamos. Luego, evidentemente, detrás ves las corrientes interesadas que puede haber y más dejándose hacer la foto al lado de Bill Gates. Sobran las palabras.
¿Detrás de la ofensiva anticarne hay intereses comerciales más que medioambientales o de salud pública?
Está muy claro. Un gran amigo y conferenciante ya me lo advirtió hace diez años: llegará un momento en el que alguien querrá poner un copyright en la alimentación humana. Estamos viendo eso, tal cual. Hay grandes fortunas que están diseñando la manera de quedarse con una porción de la alimentación y ésa es la estrategia. Hay poca gente que lo dude ya. Evidentemente tenemos que hacer mucho en el tema medioambiental, como todo el mundo, pero en el caso de la comida es una estrategia empresarial sin ninguna duda. Casi te diría, es la estrategia Windows aplicada a la alimentación.
¿Qué papel juega el vacuno de carne desde el punto de vista económico y socioeconómico en España?
Todo el mundo está hablando de la España vaciada. Sabemos que la alternativa en el interior es el turismo o mayoritariamente la ganadería. Si nos la cargamos no sé qué haremos ¿estaremos todos en las costas o en las ciudades? Es una lástima que en la estrategia de implantación de población no se tenga en cuenta la falta de oportunidades que tenemos en la España Interior y se critique el consumo de carne o se ponga al ganadero en entredicho. No tenemos alternativa, el ganadero ha estado aquí desde siempre, lo único que ha cambiado son los usos humanos. El ganado no tiene la culpa de muchos cambios, y se atiende a criterios de despiste, de confusión, donde grandes lobbys intentan quitar la atención sobre ellos y proyectarlos sobre otros. Y el más fácil es el hermano pequeño, que somos nosotros. Alrededor de 150.000 familias dependen de este sector de forma directa y más un millón indirectamente, lo que da imagen de su importancia. Pero también hace labor de limpieza de los bosques, mantiene el campo limpio, los pastos, que son un gran absorbente de CO2. Que se desista de todo esto va a tener repercusión. En los incendios de Valencia de 2012 las emisiones de CO2 fueron 24 veces superiores a lo que emite una granja de vacuno de carne. Las emisiones en España son muy inferiores a los de otras formas de producción del mundo porque somos muchos más eficientes. Según la FAO la ganadería emite un 7% del total y la suma de transporte, la industria y la generación de energía está en el 64%. Además, es un 7% que se secuestra de la atmósfera, que va a los pastos, que luego cuando lo consumen los animales se vuelve a emitir. Es un ciclo cerrado, no como otros, en los que se sacan del subsuelo se lanzan a la atmósfera y ahí se quedan.
¿Qué efectos ha tenido en el vacuno de carne el cierre de la hostelería por el Covid? ¿Se ha compensado con más ventas en el canal de Alimentación?
Ha sido un efecto muy duro y muy cruel en los precios. Las piezas más nobles han quedado stockadas al cerrarse el canal de Hostelería. Eso supone que el precio medio de toda la canal haya bajado mucho y estemos en unos niveles medios que hace mucho que no se veían. Últimamente se han incrementado un poquito y tenemos la esperanza de que después de la crisis todo se solucione. Pero nos hemos visto en la crisis mediática, la del Covid y ahora nos está asomando otra, la de las materias primas. A corto plazo esperamos que la apertura de restaurantes provoque una subida rápida del consumo, aunque la restauración está trabajando con mucho miedo y la gente tampoco lo ha perdido del todo. Tiene unas costumbres muy arraigadas de este año y no se ha soltado. El verano será mejor que el año pasado.
Hablaba antes de la crisis de la subida del precio de las materias primas. ¿Cómo está impactando?
Personalmente, es la que más temo. En las crisis de ventas, bajas precios y puedes quitarte stock. El problema que tenemos ahora es que nuestro ciclo de producción es largo y tienes animales en las granjas que tienes que alimentar sí o sí. Tienes de 8 a 12 meses por delante que vas a tener que sufrir. Esto te va minando porque te reduce el cash y, como pasó en la crisis del cereal de 2012-2013, la gente se queda bastante entrampada y suele haber una gran bajada de producción. Entonces fue de un 10 a un 15% y si esto se alarga, esta vez puede ser mucho mayor. El precio de la carne está un 6,15% por debajo del año 2012 y el de los piensos un 3,6% por encima. Y aquella crisis de las materias primas tuvo más impacto que la de las encefalopatías y se han necesitado casi 10 años en recuperar los niveles de producción. Estamos muy preocupados.
¿Provocará el cierre de explotaciones?
Para personas de cierta edad o ganaderos que no le ven ya rentabilidad, sí. Según la red del Ministerio que analiza los costes, beneficios y rentabilidad, en años normales y sin la ayuda de la PAC no son rentables. Si sumas esta crisis será fatídico.
Han denunciado el Real Decreto de transitoriedad de la PAC ante el Tribunal Supremo y han elevado una queja a la Comisión Europea ¿Confían en que pueden ganar?
Tenemos muchos argumentos y muchas posibilidades. Es verdad que la convergencia nos ha dado de lleno porque teníamos el valor de los derechos altos ya que en su momento se decidió de esa manera, pero el motivo de recurrirlo ha sido porque el Ministerio no ha valorado la diferencia entre la producción del norte y la del sur de Europa. Aquí teníamos una manera de distribuir las ayudas muy correcta, aceptada por Europa y que nos comprometía a un mantenimiento del campo, a no acoplar las ayuda a la producción. Este decreto da a eso un gran vuelco sin necesidad, porque la UE no lo imponía, sino que pedía que siguiésemos como hasta ahora. No entendemos por qué se ha hecho, si son decisiones a merced de los lobbys anticarne. Estamos en situación de indefensión y en un acople de las ayudas que la OMC prohíbe expresamente.
¿La convergencia del valor de los derechos no es el principal problema entonces’
La convergencia supone reducciones de hasta el 25% en algunos casos, pero eso casi da igual porque lo que plantea el Ministerio es que un porcentaje importante de ganaderos directamente se quede fuera. El principal problema es el cambio de criterio en la justificación de las ayudas por superficie, que expulsa del sistema a un número importante de ganaderos porque no podrán acceder al pago desacoplado, que supone de media un 75% de la ayuda que recibe el sector de cebo. Confiamos en que nos den la razón porque tenemos el precedente de Portugal, que planteó una modificación similar y la Comisión la denegó. Lo que plantea el Ministerio es un acoplamiento encubierto de la ayuda. Si te obligan a llevar tu propio ganado para mantener esa superficie estás incentivando la producción, que es contrario a los acuerdos que tiene suscritos la UE ante la OMC y ha dado lugar en el pasado a represalias importantes. Y hay un ejemplo clarísimo por el que consideramos que esto es injusto. A un agricultor nadie le obliga a tener su propio tractor ni a cultivar con su propio tractor, pero al ganadero sí. Hay un agravio importante. Quien esté afectado por este caso tendrá una convergencia del 100%.
¿Cómo está el relevo generacional?
Hace un par de años te hubiese dicho que el sector estaba haciendo una reconversión y la gente se estaba animando y dando el salto. Desde Asoprovac habíamos impulsado la tecnificación, que hubiera alicientes, se había puesto en marcha la Interprofesional pero ahora la gente se está asustando y marchando. Esta medida del decreto de transitoriedad está afectando fundamentalmente a los jóvenes porque muchos se habían acoplado con este tipo de pastos y los ha dejado fuera. La gente está asustadísima y algunos están abandonando el sector y otros se lo están planteando.
En estos días se cierra el modelo del Plan Estratégico Nacional sobre la PAC. ¿Qué pide el sector del vacuno de carne?
Llevamos ya mucho tiempo adaptándonos y preparándonos para la nueva PAC. No esperábamos esta zancadilla. Estábamos trabajando en ecoesquemas para reducir contaminaciones, somos los europeos más eficientes en producir un kilo de carne en materia medioambiental...La verdad es que tenemos pocas expectativas, pero tenemos que seguir intentándolo. Pero hoy por hoy no pinta bien. Me sabe mal contestar a tantas preguntas con negatividad, pero es lo que estamos viendo. El Gobierno no está cogiendo el sector para ayudarle y nuestras propuestas se quedan en standb by. Nuestra propuesta en sostenibilidad es de las más serias, basadas en un proyecto Life y veremos a ver si tiene cabida en la futura PAC. Por cierto, no es distinto a lo que están planteando nuestros colegas italianos, franceses, etc. Allí desde sus gobiernos hay más predisposición a incorporar estas cuestiones que están basadas en criterios científicos y que realmente pueden generar un cambio en las emisiones y en la promoción de mejores políticas medioambientales. Es un planteamiento muy en línea con lo que quiere la Comisión Europea en el Pacto Verde. Cuando Europa sacó el ecoesquema era muy parecido a lo que estábamos planteando, pero cuando ves las propuestas del Ministerio te sorprende que no están recogidas tal y como pide la UE.
¿Qué pasa entonces con el ministro?
Todavía no se ha entrevistado con nosotros. Eso quiere decir algo. Con todos los ministros hemos tenido interlocución, pero este no se ha dignado ni a recibirnos. Con la situación tan dramática que hemos vivido en 2020 o con las propuestas a nivel de PAC, el sector y la asociación más representativa se hubiese merecido una reunión. El trabajo que estamos realizando a nivel de sostenibilidad y las propuestas de PAC se lo hemos presentado al Ministerio de Transición Ecológica y les ha gustado mucho. Sería curioso que Agricultura nos cerrase la puerta y nos la abriera el de Transición Ecológica.
A nivel asociativo ¿Qué objetivos se marca?
Tenemos que cambiar la imagen del sector y utilizar toda nuestra fuerza de lobby para comunicar lo que estamos haciendo. Evidentemente estar en la PAC, es vital. Sin ella las explotaciones tienen un peligro muy grave de subsistir. En materia de comercialización siempre he tenido una gran confianza en la Interprofesional Provacuno, que el sector tiene que apoyar para intentar repartir el valor en los distintos eslabones. Tenemos una producción muy buena, muy valorada en el mundo que tenemos que saber vender. Pero para eso sobre todo nos lo tenemos que creer nosotros.