La pasión por el campo se convierte en moda

Una joven agricultora cordobesa e ‘instagramer’ de éxito crea su propia marca de ropa, Lorew, con el vehículo que más se identifica con el sector primario, el tractor, como emblema

Ya podíamos vestir prendas con un cocodrilo bordado, con el logo de un jugador de polo a caballo, con la serigrafía de un puma y hasta con una calavera como insignia de marca. Pero desde hace apenas medio año, también podemos lucir ropa con un tractor como emblema diferenciador.

Lo ha hecho posible Lorena Guerra Sánchez, una joven agricultora cordobesa que, en el transcurso del verano pasado, pensó en la posibilidad de tejer lazos entre sus dos pasiones, el campo y la moda. El resultado es Lorew -con pronunciación anglosajona-, una marca de ropa que apenas medio año después de su lanzamiento definitivo ya cosecha muy buenas ventas y, lo más satisfactorio para su creadora, el aplauso y la aceptación de la gente del campo.

Ingeniera técnica Agrícola en la especialidad de Agropecuaria por la Universidad de Sevilla, reconoce Lorena que nunca había tenido contacto alguno con el mundo de la moda, si bien le atrae “de siempre” y, a sus 33 años recién cumplidos, es de las que gusta ir al campo, “no digamos como para ir a una boda, pero sí cómoda y arreglada”. “Me gusta sentirme a gusto, no ir de cualquier manera porque también tenemos que tratar a menudo con proveedores, con el personal de un taller, con representantes de productos, etc.,” afirma para explicar que, aunque no es en absoluto una fashion victim, sí es una máxima para ella la de sentirse bien consigo misma y cuidar su aspecto ante los demás.

Y de esa búsqueda de ropa cómoda y que haga a los profesionales del campo sentirse identificados e identificables con su trabajo de una forma original surgió la idea de incorporar un tractor a sus prendas. “Soy una apasionada de los tractores y pensé que es un símbolo muy asimilable con el campo y que a la gente le iba a gustar; a menudo trabajas con casas que te regalan gorras y objetos con su logo, y pensé que me encantaría llevar prendas con un tractor”, recuerda la creadora de Lorew sobre el arranque impulsivo, “prácticamente de un día para otro”, de su curiosa e innovadora aventura empresarial.

Beneficio para el medio rural

Perfilada la idea en su mente, la creadora echó mano de un estudio de Sevilla para crear su logotipo, lo registró junto a la marca, buscó proveedores para sus prendas y recurrió a una modista de su entorno para completar el círculo y, a la vez, cumplir una de las premisas irrenunciables para ella: que la actividad redunde en beneficio del medio rural y de su pueblo, Aldea de Cuenca, una pequeña localidad del municipio cordobés de Fuente Obejuna, de apenas 200 habitantes.

Desde finales del pasado año, Lorew vende polos, camisetas, sudaderas con cremallera, chalecos acolchados y polares, chaquetas polares, gorras con el lema sobreimpresionado Pasión por el campo, cuellos y mascarillas, todo ello para hombre, mujer y niño. Lo hace a través de su tienda online en www.lorew.es, donde la propia Lorena hace las veces de embajadora de la firma luciendo sus prendas en el catálogo virtual, y, además, con un importante flujo comercial, reconoce la impulsora de la nueva marca del tractor cuyo producto estrella han sido “los polares durante el invierno”. Ahora, y de cara al verano, son las prendas destinadas a los más pequeños de la casa las que parece que ganan protagonismo en los encargos.

“Seguiré en la agricultura”

Mucho, sin duda, está pesando en el más que satisfactorio estreno de Lorew el éxito que igualmente Lorena Guerra Sánchez cosecha en Instagram, donde su perfil suma más de 24.600 seguidores. Lo abrió hace unos dos años con la idea de dar visibilidad al mundo rural y al trabajo de la mujer en él, “demostrar que no es poder, es querer” ratifica Lorena antes de reconocer que “todavía hay muchos prejuicios”. Además de servirla de plataforma para lanzar ese mensaje y de reportarla “algunas colaboraciones con casas de semillas o fitosanitarios”, su cuenta (@agricola_lorew) se ha erigido también desde hace unos meses en el perfecto escaparate para su nueva marca de ropa.

Incluso, a Lorena Guerra le ha llegado ya una propuesta desde el sector de la moda para la innovadora marca del tractor. No obstante, y sin querer desvelar detalles al respecto, asegura la creadora que creó su marca para aunar dos de sus pasiones y que el camino de Lorew lo marcará “lo que vaya surgiendo”.

Lo que sí tiene perfectamente claro esta joven cordobesa sobre lo que está por venir es que ella va “a seguir en la agricultura” y trabajando sus tierras, porque es lo que quiere. Y no es de extrañar su apego y amor al campo porque Lorena Guerra lo ha mamado desde la cuna. “Mi abuelo y mi padre han sido agricultores”, dice antes de señalar que ahora es ella quien comparte con su hermano, Luis Ceferino, la explotación familiar, dedicada sobre todo al cereal, al olivo y en algunos momentos al girasol, aunque el padre “sigue llevando las riendas del carro”, matiza sobre el importante asesoramiento que les brinda.

De su trabajo diario, Lorena considera lo más duro lidiar con la meteorología, pues no siempre viene como los hombres y mujeres del campo esperan, y, sobre todo, “los precios que hay”. “Los verdaderos agricultores -afirma- no queremos subvenciones, sino unos precios justos por la calidad de nuestros productos”, afirma antes de subrayar que se ven obligados a asumir muchos costes que para nada se ven reflejados en el precio al que luego tienen que vender.

No obstante, pese a los problemas que, por naturaleza o burocracia, siempre se adhieren al campo, para esta agricultora pesan más los pros: “el contacto continuo con la naturaleza, las vistas, el respirar aire puro cada día, el mandar en lo que haces...”, enumera antes de destacar, como lo más gratificante, “la recompensa que llega con la cosecha”, con la recogida de algo en lo que te has “implicado”, que has trabajado día a día y que “es tuyo”, dice esta joven rural, ingeniera técnico, amante de los tractores y emprendedora que, tras una primera etapa profesional en empresas privadas, está “súper convencida de haber hecho lo correcto” cuando hace unos seis años decidió volverse a su pueblo y arraigar en la tierra de sus orígenes para, como señala en su cuenta de Instagram, sentirse “una privilegiada cada mañana”.