Agricultores en red cultivando sostenibilidad

Las prácticas de bajo impacto medioambiental, amigables con la biodiversidad, y la agricultura digital conviven en la red de fincas Bayer ForwardFarming

Aprovechamos la actividad de los pájaros e insectos para su propio beneficio y también para una agricultura sostenible”. Diego Valdenebro ha decidido sistematizar la protección y el impulso de la fauna y flora salvaje de la finca agrícola Las Cárdenas en Carmona (Sevilla). Pero su proyecto agrícola tiene un foco más amplio. “En juego está la sostenibilidad económica. Si no es rentable, deja de tener sentido hablar de su dimensión social y medioambiental”, afirma este agricultor que recuerda que el perfil de cultivos de la hacienda pasó del monocultivo del olivar en los años cincuenta del siglo pasado a varios “naipes” de la baraja que despliega la rotación de cultivos.

En la visita a la finca, Diego señala el trigo recién cosechado, el girasol emergiendo, la insospechada quinoa, los cítricos o la colza. “Agronómicamente, su manejo junto al del barbecho y las cubiertas vegetales aporta mejoras en la recuperación de la materia orgánica del suelo y el control de las malas hierbas”, añade. Son partes del enfoque holístico de la agricultura sostenible de la que ha cogido el testigo Patricio, su sobrino. Segunda y tercera generación de agricultores cuentan con el apoyo de la iniciativa Bayer ForwardFarming.

Buenas prácticas e innovación tecnológica

“La familia Valdenebro cultivamos diversidad de producciones agrícolas bajo la batuta de la agricultura de bajo impacto medioambiental, la protección de los recursos naturales y la biodiversidad, y la digitalización de los cultivos”, indica Patricio. Las prácticas que rodean estos ejes de sostenibilidad han designado a la finca Las Cárdenas como la primera explotación agraria española adscrita a la red Bayer ForwardFarming, de la que forman parte 24 fincas en una docena de países con el fin de compartir prácticas sostenibles y herramientas tecnológicas.

“La finca es un proyecto de futuro y eso lo vemos los jóvenes con la tecnología aplicada al campo. Así conseguimos una gran sostenibilidad, un gran respeto al medio ambiente y lo hacemos viable económicamente. Gracias a la agricultura sostenible la juventud tiene la gran alegría de poder quedarse en nuestra tierra”, subraya Patricio.

Diego y él se encuentran en la cuenca del río Guadalquivir, pero los recursos hídricos son cada vez más limitantes. “Tenemos un clima muy difícil. El déficit del agua se aprovecha al máximo rotando cultivos dependiendo de que demanden más o menos volumen hídrico”, comenta Diego. Esta medida se complementa con soluciones digitales como Climate FieldView que al igual que con otros recursos e insumos agrícolas, incrementan su eficiencia a la vez que optimizan la productividad de las cosechas.

Redes de transferencia de conocimiento

La protección del agua se refuerza con el tratamiento biológico de los residuos de productos fitosanitarios derivados de la limpieza de pulverizadores (Phytobac).

Estos agricultores practican la protección de cultivos inteligente mediante el monitoreo y modelización de plagas y enfermedades. En la finca han incorporado setos arbustivos autóctonos, cajas nido para aves y murciélagos e islas de vegetales en balsas de riego para que se refugien y aniden aves. “La protección de la biodiversidad y la agricultura son compatibles y se benefician mutuamente”, comenta Diego. Los conocimientos que se comparten para llevarlos a la práctica “van desde soluciones agronómicas personalizadas, como son semillas, productos biológicos y químicos para la protección de cultivos y soluciones digitales, pasando por la capacitación de agricultores para mejorar los estándares de su uso y así minimizar cualquier riesgo posible para la salud humana y el medio ambiente, hasta ofrecer colaboración con el resto de eslabones de la cadena alimentaria, centros de investigación, universidades y sociedad”, explica el director de Bayer CropScience Iberia, Protasio Rodríguez.

El programa Bayer ForwardFarming sirve de ejemplo sobre los tres compromisos adquiridos por la compañía para su segmento Agro en los próximos años: un 30% menos de impacto de los productos fitosanitarios, otro 30% menos de emisiones de gases invernadero y accesibilidad a la innovación a más de 100 millones de agricultores.

Este gremio va a asistir a una transición inédita en la forma de producir alimentos que orquesta el Pacto Verde, hoja de ruta para dotar a casi la totalidad del Viejo Continente de una economía sostenible y neutra climáticamente para 2050. Para lograr esta meta, la Estrategia De la Granja a la Mesa establece unos objetivos como reducir el 50% en el uso y el riesgo de productos fitosanitarios, disminuir como mínimo un 20% el uso de fertilizantes, restringir un 50% las ventas de los antimicrobianos empleados en la ganadería y la acuicultura, además de alcanzar un 25% de tierras agrícolas dedicadas a la agricultura ecológica.

Por otro lado, la Estrategia sobre Biodiversidad 2030 de la Unión Europea busca transformar un mínimo del 30% de las tierras y mares de Europa en zonas protegidas y devolver a un mínimo del 10% de la superficie agrícola unos elementos paisajísticos muy variados.