La agricultura, el eslabón “más fuerte” durante la pandemia

El valor añadido del sector primario avanzó un 5,3% el pasado año lo que limitó la caída del sector agroalimentario al 2,5% provocados por la industria y la distribución

El sector productor, tradicionalmente el eslabón más débil en las relaciones comerciales de la cadena agroalimentaria, fue el pasado año el más fuerte en cuanto a comportamiento económico. El Observatorio de Cajamar sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo constata en su informe de 2020 un crecimiento del 5,3% en el valor añadido del sector primario -agricultura, ganadería y pesca-, un dato positivo que, aunque no permitió compensar el retroceso de la industria y la distribución sí limitó la contracción del sector en su conjunto al -2,5%.

España fue uno de los países más afectados por la crisis del Covid-19, con una caída del PIB y el empleo del -10,8% y el -5,2%, respectivamente. Aunque el sector agroalimentario -incluida la distribución- también sufrió el pasado año las consecuencias de la crisis, el descenso registrado en valor añadido y empleo -estimado en el -2,5% y -4,6%, respectivamente- reflejan un mejor comportamiento que la economía en su conjunto. Especialmente destacable fue la evolución de la actividad primaria -agricultura, pesca y ganadería-, que demostró su carácter estratégico con un crecimiento de su valor añadido del 5,3%. Sin embargo, los buenos resultados del sector primario no fueron suficientes para compensar los efectos de la pandemia en la industria agroalimentaria y la distribución. Esta última vio especialmente perjudicada por las restricciones al canal Horeca -hoteles, restaurantes y cafeterías-, amortiguadas, por el aumento del consumo de alimentos en los hogares.

Pese al descenso del -2,5% registrado en el valor añadido, el sector agroalimentario -sector primario, industria y también distribución- aumentó ligeramente su peso en el PIB nacional hasta suponer el 9,7% del total, 0,8 puntos más que en 2019 y 3,2 puntos por encima de la media europea (6,5%), lo que muestra la mayor especialización de la economía española en este sector.

En total, el valor añadido del agroalimentario en España ascendió a 99.355 millones de euros. Con estas cifras, nuestro país se situó como la cuarta economía del sector agroalimentario de la UE, ya que aportó el 12,7% del VAB comunitario del sector. España es el principal productor de ganado porcino, aceite de oliva y cítricos de la UE-27, con una cuota de mercado del 21,7%, 40,5% y 61,1%, respectivamente.

La crisis causada por la pandemia también tuvo consecuencias negativas sobre el empleo, según revela el Observatorio de Cajamar sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo, elaborado en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). La mayor caída de empleo se dio en el sector primario (-7,7%), seguido de la industria de la transformación (-6,2%) y el comercio (-2,1%). En total, el sector agroalimentario sufrió un descenso del número de ocupados del -4,6%. Aun así, el empleo del sector representa el 11,7% del total de ocupados en España, con 2,27 millones de trabajadores y trabajadoras.

Más competitivos que la UE

Joaquín Maudos, director adjunto del Ivie y coautor del informe junto a la economista Jimena Salamanca, destacó durante su presentación, que la productividad del sector agroalimentario -valor añadido por ocupado- se sitúa un 38% por encima de la de la UE-27, y que es mucho más competitivo que el europeo porque sus costes laborales por unidad de producto (CLU) son un 32% más reducidos. En comparación con la media de Europa, destaca sobre todo la elevada competitividad del sector primario -sus CLU son un 71% más reducidos-, siendo también más competitiva la industria de la transformación (con un CLU un 18% inferior a la UE-27). En cambio, el sector de la distribución de alimentos y bebidas en España es un 5% menos competitivo que la media europea.

En cuanto a las exportaciones, durante 2020 y a pesar de la pandemia, volvieron a registrar un máximo histórico al alcanzar los 54.840 millones de euros, tras crecer un 2,3%, casi cuatro veces más que la media europea. Por productos, destaca el aumento del 23,5% de las ventas al exterior del sector porcino, gracias a la mayor demanda de China, que vio mermada la producción interna a causa de la peste porcina africana. El sector agroalimentario aporta el 20,4% del total de las exportaciones de bienes de España y es la cuarta economía exportadora de la UE-27 con el 10,3% de las exportaciones agroalimentarias comunitarias.

España encadena dos décadas ininterrumpidas de superávit comercial del sector agroalimentario, pero el crecimiento registrado en 2020 fue muy importante, ya que se elevó un 25,4% hasta situarse en un máximo histórico de 18.429 millones de euros, el segundo superávit más alto de la UE-27 por detrás solo de Países Bajos.

El informe destaca el crecimiento del 1,1% en el número de empresas exportadoras del sector, que alcanza las 18.077 compañías, lo que es un rasgo a remarcar en el contexto de la crisis del Covid-19. También en este aspecto, la resiliencia del sector agroalimentario ha contrastado con la destrucción del tejido productivo exportador en el país durante 2020, con la desaparición del 6,3% de compañías exportadoras en el conjunto de sectores productivos.

Sobre este tema, Roberto García, director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, destaca la progresiva diversificación del destino de nuestras exportaciones. “Si en el año 2008 los 27 países que conforman la actual Unión Europea representaban el 72,6% de nuestras ventas al exterior, actualmente suponen el 62,8%”.

Por lo que respecta a la inversión empresarial en I+D, alcanzó los 354 millones de euros en 2018 -último dato disponible-, lo que representa un crecimiento del 11,7%, que casi duplica al registrado por el sector en la UE-27 (6,5%) y ayuda a disminuir la brecha que todavía existe con Europa, ya que el esfuerzo inversor del sector agroalimentario está por debajo del europeo desde hace más de diez años.

Next Generation

Para el presidente de Cajamar Eduardo Baamonde, los datos de este informe “aportan una información clave para conocer la evolución del sector y especialmente este año para adoptar decisiones sobre inversiones futuras a realizar con los fondos comunitarios y en concreto con los fondos Next Generation”.