Antonio Moreno Soriano, presidente de la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (Ailimpo): “El sol y el Mediterráneo hacen del español el mejor limón del mundo”

Estar siempre vinculado al ciclo de la vida” es la gran dispensa que, dice Antonio Moreno Soriano, le ha otorgado su condición de “agricultor e hijo y nieto de agricultores”. “Me apasiona”, subraya sobre ese privilegio al que este murciano, “de Cieza”, suma el de ser, desde hace un año y medio, el mayor representante de un cultivo, el del limón, en el que nuestro país goza de una posición de auténtico lujo: líder mundial en exportación en fresco y segundo procesado. Según el presidente de Ailimpo, detrás de ese sobresaliente papel hay un factor primordial: “un trabajo excepcional por parte de los agricultores, y también del resto de agentes que intervienen en la cadena de valor, las industrias y las comercializadoras”.

A él se suma, además, un importantísimo plus: “Nuestro sol, el Mediterráneo, nuestra latitud, nuestra agua, etc.”, dan como resultado “unas condiciones muy especiales”, únicas. Así, el limón que se cultiva en nuestra geografía -fundamentalmente en Alicante, Murcia, Málaga y Almería-, es “el más sostenible del mundo”, dice con orgullo; un producto absolutamente fresco, “ya que puede recogerse y estar en cualquier parte de Europa en 48 horas”, y con plenas garantías de calidad y seguridad alimentaria, ya que sigue los estándares más exigentes del mundo.

Pese a ello, ni qué decir tiene, sufre amenazas y, en este sentido, el punto de mira está en “las producciones de terceros países” que confluyen con las cosechas nacionales de las distintas variedades de limón fino y de nuestra joya de la corona, la variedad autóctona verna. Producciones, enfatiza este agricultor que comparte explotación de frutales en cotitularidad con su mujer, que “no están sujetas a la estricta normativa que nosotros tenemos en la UE”, ni siguen el modelo de responsabilidad social corporativa español, tampoco en cuanto a condiciones laborales para los profesionales. En algunos casos, los trabajadores de esos países cobran “una décima parte del salario” que perciben los 20.000 hombres y mujeres -en empleo directo-, que trabajan las 40.000 hectáreas del campo limonero español y que se encargan del envasado, procesado y comercialización de las 1.290.744 toneladas de limones que producen sus nueve millones de frutales; una plantilla que, además, está al 50% integrada por mujeres, porcentaje que crece hasta la práctica totalidad en almacén y manipulación. Para marcar más distancias con esos competidores y “llegar a estratos sociales con los que no hemos sido capaces de conectar”, Ailimpo acaba de lanza la campaña Welcome to the lemon age. El reto, transmitir la importancia del cítrico amarillo como fuente de salud y darle más peso a su calidad en la restauración para que ningún otro le dispute el maillot amarillo.