“Los ‘influencers’ agrarios, con su ejemplo, impulsan la digitalización del sector”

Dos décadas al frente de la Comunicación de COAG le han permitido conocer en profundidad las raíces del campo español. Natural de Pedro Muñoz, en Ciudad Real, con “la mayor concentración de viñedos de Europa”, Rubén Villanueva, lleva en el ADN una fuerte conexión con el sector agroalimentario

Aunque inició su andadura como becario en las tareas comunicativas de Médicos Sin Fronteras, casualidades de la vida, un Máster le llevó hasta COAG. Desde el año 2000 es la voz en los medios de comunicación de miles de agricultores y ganaderos españoles, tarea en la que tiene una máxima: reportarles “notoriedad y reputación”. No siempre es fácil, reconoce, pues “la atención es un recurso escaso; hay una competencia brutal por que tu mensaje se escuche”, y, además, tienes que conseguir “una información en positivo, una percepción del sector cada vez mejor”. Los medios generalistas no se lo ponen fácil, pero la cosa cambia cuando hablamos de la transformación digital en el campo. Eso, afirma, “vende bien”.

Rubén Villanueva es, precisamente, un gran defensor e impulsor de esa transformación digital. “Vimos que iba a llegar para quedarse” y había que abrazarla. Por dos motivos, explica: desde un punto de vista estratégico, supone una “producción más sostenible, una mayor eficiencia para los profesionales y una minoración de costes”, mientras que, además, existe un componente “social” en esta “revolución democrática”. Él, particularmente, desde COAG, pero también como jefe de prensa del Foro para el Impulso de la Transformación Digital en el Sector Agroalimentario (DatAgri) y como profesor en cursos, seminarios y másters, ha luchado y está luchando por que “ningún profesional se quede fuera de ella”.

“El principal freno es crear esa cultura en el agricultor de base, en esos mayores de 50 años que no son nativos digitales a quienes les cuesta ver los beneficios de la transformación digital para su explotación y su cadena de valor”, dice, pero ese hándicap se contrarresta con esos otros nuevos agricultores y ganaderos que irrumpen “con estudios universitarios, con idiomas, con conocimientos tecnológicos, que aportan un barniz de innovación a la explotación agraria”. “Tenemos ya influencers del sector agrario que, con su ejemplo, dinamizan la transformación digital y la impulsan”, dice Villanueva, antes de subrayar que la aplicación Whatsapp es una de sus principales herramientas y que, más allá de su propio círculo, estos mismos profesionales están ayudando a humanizar la profesión, a dar a conocer a ese “agricultor del siglo XXI” que difiere mucho de la imagen y los falsos mitos que hasta ahora los urbanitas tenían de él. Contribuir a cambiar esa percepción y ayudar a que se valore el “apasionante y gran trabajo que realizan quienes nos alimentan”, es, concluye Rubén, lo más bonito de su trabajo. Pero las aspiraciones de este gran comunicador no se quedan aquí; en esa valorización busca dar un paso más: ya promueve una asignatura que aúne agricultura, alimentación y medio ambiente para que desde la edad escolar conozcamos el origen de los alimentos para, en el futuro, ser consumidores sensibles no sólo a precios, sino al valor y calidad del trabajo.