Galletas que abonan campos y alimentan el ganado

Cerealto Siro Foods lidera la transición a la economía circular de la agroalimentación con un modelo de valorización que convierte su subproducto en fertilizante, comida para los animales o energía limpia para sus plantas.

Cada año, en las fábricas de Cerealto Siro Foods se genera una importante cantidad de subproducto procedente de la elaboración de más de 374.000 toneladas de galletas, cereales, pasta y snacks. Su destino, sin embargo, no es el vertedero, sino que sustentan un modelo de economía circular que permite reutilizarlo para alimentar el ganado y producir fertilizantes para el campo o energía verde para que funcionen sus plantas.

Con “residuo cero” en sus fábricas españolas y portuguesa, la compañía que preside Juan Manuel González Serna es uno de los más claros y exitosos referentes en economía circular en nuestro país. De hecho, es uno de los elegidos por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) para demostrar que la reutilización y valorización de desechos no sólo es un compromiso ético con la sociedad y el Medio Ambiente para hacer frente al calentamiento global y la escasez de recursos naturales, sino una auténtica oportunidad para generar riqueza y empleo.

El pasado mes de marzo Cerealto Siro Foods participaba en la primera reunión del Grupo de Acción en Economía Circular, coordinado por Forética como partner en España del WBCSD y del que forman parte otras nueve grandes compañías españoles: Deloitte, Ecoembes, Ecovidrio, Endesa, IKEA Ibérica, ING, Nestlé, Saica y Vía Célere.

El objetivo de este grupo es apoyar a las empresas en la integración de la economía circular en sus estrategias trasladándoles sus iniciativas de éxito y dotándolas de herramientas y guías específicas, además de impulsar la colaboración con las administraciones públicas y líderes de opinión para acelerar la ansiada transición. El desafío no es pequeño: según el informe Circularity Gap Report publicado por la WBCSD, sólo el 9,1% de todos los recursos utilizados se reintroducen de nuevo en el sistema productivo.

El cambio hacia un modelo de economía circular en Cerealto Siro ha sido pilotado en primera persona por su presidente, Juan Manuel González Serna, quien desde el primer momento tuvo claro que los objetivos medioambientales, los indicadores y la estrategia, se definiesen al más alto nivel por el Consejo de Administración de la multinacional agroalimentaria. Un camino, que no solo ha supuesto inversiones muy relevantes, sino un cambio de cultura para que las áreas que conforman el Departamento de Operaciones - Calidad y Medio Ambiente- se volcasen en el proyecto. “Un proyecto de gran dimensión que demuestra que la sostenibilidad puede ser rentable además de ayudar al crecimiento económico y generar un impacto ambiental positivo”, afirman desde la compañía.

Nada va al vertedero

Desde el año 2018, Cerealto Siro Foods tiene implantado el Residuo 0 en sus plantas de España y Portugal, verificado por el auditor externo Det Norske Veritas (DNV), un objetivo que ha alcanzado dos años antes de lo previsto en su plan inicial. Nada va al vertedero. Todo el subproducto que se genera se separa en las mismas plantas y aquel en el que no se puede hacer segregación en origen se traslada a un Centro de Tratamiento para su reutilización.

La valorización de coproducto de Cerealto Siro se realiza a través de su partner en soluciones medioambientales, Subproductos Tuero que, por un lado, obtiene energía para las fábricas, fertilizantes para el campo y alimentos para la ganadería.

La planta de biogás de Venta de Baños de Tuero, se puso en marcha en el mes de junio de 2019, con una capacidad de gestión de 30.000 toneladas al año de residuos agroalimentarios como lodos, masas en mal estado, residuos orgánicos de supermercados, restaurantes, etc. En esta planta no solo se recepcionan los residuos de Cerealto Siro Foods, sino también los de otros clientes externos, lo que permite que nuevas compañías se sumen a la economía circular. Esta planta abastece de gas natural a la fábrica de pasta que la multinacional agroalimentaria tiene en la misma localidad palentina, que ya ha logrado reducir su huella de carbono en más de un 50% y su factura energética en casi un 20%.

Además del biogás, la planta obtiene otro subproducto procedente de la digestión de los residuos, el llamado digestato o digerido, un fertilizante orgánico de alto valor añadido por su carga orgánica y su concentración en NPK. El digestato resultante del proceso se destina al fertilizado de los campos de los que luego surgirá la materia prima para la producción de alimentos. El círculo se cierra.

El sector primario también es destino de otra de las actividades de valorización de Tuero: la transformación de las mermas de productos alimentarios no aptos para consumo humano en materia prima de alta calidad, con alto valor nutricional, para la fabricación de pienso animal. La compañía ha puesto recientemente en marcha una nueva planta en Oliveira de Azeméis, (Portugal), a la que se sumará en otoño una nueva en Venta de Baños, que sustituye a la que fue destruida por un incendio en octubre del año pasado.

La planta de Portugal, en la que trabajan nueve personas, está operando a máximo rendimiento 24 horas, siete días a la semana, permitiendo a Tuero reforzar su posicionamiento en el mercado ibérico, así como mantener su compromiso con sus proveedores y clientes y dar continuidad al servicio, tras el incendio. La nueva fábrica palentina, cuya construcción está ya en marcha, contará con la última tecnología en gestión de subproducto y los más estrictos estándares de calidad, lo que la convertirá en la planta más moderna de Europa. Una vez que ambas plantas estén operativas, desde la fábrica de Oliveira de Azeméis, en la región de Oporto, Portugal, Tuero dará servicio a sus clientes de Portugal y Galicia y desde Palencia (España) se gestionará el servicio al resto de clientes españoles. La inversión económica de ambas plantas asciende aproximadamente a 20 millones de euros.

La reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos que se consigue a través de la economía circular es fundamental para crear un mundo Hambre Cero y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, un compromiso que Cerealto Siro Foods promueve también a nivel institucional en el sector agroalimentario. De hecho, la compañía preside el Comité contra el Desperdicio Alimentario y el Comité de Sostenibilidad de la Asociación española de fabricantes y distribuidores (AECOC).