Un ‘trader’ virtual al alcance de pymes y productores

Claire Global irrumpe como ‘marketplace’ a nivel global para conectar a productores, distribuidores y consumidores con el apoyo de la Inteligencia Artificial y el ‘machine learning’

Cuando hace tres años Ramón Sánchez-Ocaña y su mujer pensaron en las posibilidades que ofrecía el tratamiento masivo de la información para no dejar escapar oportunidades en su negocio de compraventa de productos alimentarios pocos eran los que habían oído hablar de la Inteligencia Artificial y el machine learning en este sector.

Después de 15 años de experiencia en la exportación de cerdo, pollo o pescado a países de Asia, África y América, su compañía Meat to trade and food se había hecho un nombre en el comercio internacional de productos alimentarios. Pero no era suficiente. “Veía que se nos escapaba negocio porque los traders vivimos de la información y cuanta más tengamos más oportunidades”, afirma este empresario. De ahí surgió la necesidad de crear una herramienta que les ayudase a conocer al instante lo que sale al mercado para revenderlo, en definitiva, un “robot” que automatizara lo que hacían con llamadas a los proveedores. Tras varios intentos con compañías tecnológicas, contactaron con la americana BIGML, pionera a nivel mundial en machine learning “e interesada sólo en proyectos pioneros”, explica Sánchez-Ocaña. Y nació Claire Global, un marketplace a nivel global que funciona desde enero y que permite a pequeños productores y pymes agroalimentarias disponer de su propio “trader” virtual.

“Con este marketplace respondemos a la necesidad de conectar, comprar y vender productos en todo el mundo de manera más rápida y sencilla a través del uso de tecnologías predictivas”, afirma el directivo extremeño, que resalta que “el perfil del usuario engloba desde los grandes players de la producción y distribución agroalimentaria hasta pequeños y medianos compradores y vendedores. Ahora lo hemos abierto también a los consumidores”, explica el directivo.

Sin las barreras del idioma

La operativa es muy sencilla y comienza con el registro de la empresa, que crea su perfil y muestra sus productos en este escaparate “online” con sus precios. Cualquier duda se puede resolver entre los participantes en el intercambio a través de un chat “que no tiene barrera de idiomas porque tu escribes en tu idioma y él lo recibe en el suyo, explica Sánchez-Ocaña. “Claire actualiza los productos cada muy pocos días”, añade.

La tecnología de IA y machine learning aplicada a la plataforma permite crear un sitio dinámico con sistemas de recomendación que aprende de los intereses de los usuarios. A los vendedores les ofrece orientaciones de pricing, pronósticos de ventas para la gestión del stock o sugerencias de servicio de transporte, con cotización de coste por trayecto. Y a los compradores les envía notificaciones de que se han puesto a la venta productos que les pueden interesar.

También realiza análisis de tendencias y datos de mercado para que los usuarios tomen decisiones informadas. “Da el soporte y la facilidad a grandes empresas y pymes de tener un catálogo propio digitalizado en un marketplace del siglo XXI”, indica el CEO de la compañía, lo que permite que “no se escape ni una operación”. En esencia, Claire Global funciona como un trader que cruza oferta y demanda y pone en contacto al comprador y al vendedor, que luego efectúan la transacción de forma independiente. Incluso se puede automatizar todo el proceso: "Alimentas datos, estableces las órdenes y la plataforma va ejecutando las compras".

La confianza es otro de los pilares con los que este proyecto quiere distinguirse. “Todos los usuarios que se registran son contrastados por Dun&BradStreet, la compañía más grande del mundo en validación. Ahora, el directivo está negociando para poder suscribir un seguro en tiempo real y con entidades financieras para ofrecer servicios de factoring.

Los avances no se detienen ahí. “Somos los únicos también en España a los que han concedido la conexión con Wechat, el Whatsapp que usan los chinos que compran todo por ese canal. Eso supone que nuestros productos los podemos proyectar a millones de personas”, explica el empresario, que avanza también que van a empezar “aunque de manera muy básica, con la aplicación móvil para mandar mensajes de voz”. Ahora, Claire Global tiene casi 400 empresas registradas de 39 países, aunque se necesiten otras 300 para que se alcance las plenas potencialidades.

La compañía cobra un 1% al vendedor. “Somos muy baratos para como está el mercado”, afirma Sánchez-Ocaña, que añade que “el campo necesita romper la barrera de la comunicación y para ello precisa de herramientas digitales para internacionalizarse: que alguien en Extremadura pueda vender su producto en Estocolmo es la clave”, afirma.