Castilla y León financia a los jovenes la compra de tierras

La dificultad de acceso a la propiedad de la tierra es uno de los principales hándicaps para lograr el rejuvenecimiento de un sector que envejece a marchas forzadas. Castilla y León se convierte en la primera comunidad que proporciona a los jóvenes créditos avalados para la adquisición de fincas

La falta de tierras en propiedad supone un auténtico lastre para lograr explotaciones competitivas que mejoren su rentabilidad. Las altas inversiones necesarias para apostar por cultivos de mayor valor, como los leñosos -viñedo, almendro-, o para incorporar infraestructuras que aumenten la producción hace que un joven se lo piense dos veces a la hora de modernizar fincas en las que no tiene garantizado el tiempo de arrendamiento y por tanto el plazo necesario para amortizarlas. Es la pescadilla que se muerde la cola: sin tierras en propiedad, la modernización no llega y sin ésta la rentabilidad necesaria para hacer atractiva la actividad.

La falta de financiación hace prácticamente inaccesible para los jóvenes que adquieran unas tierras en propiedad con precios generalmente altos. Y las dificultades de acceso al crédito están directamente relacionadas con la escasa capacidad de los que se incorporan al campo para presentar garantías a las entidades financieras que les abran el grifo de la liquidez.

Castilla y León es la primera región que ha dado un paso en firme para impulsar el acceso a la tierra de los jóvenes al poner en marcha una línea de ayudas inédita en nuestro país por la que se avala el crédito necesario para la compra de estos bienes rústicos.

La Comunidad es una de las que cuenta con menor índice de tenencia en propiedad en España: solo el 24% de sus casi tres millones de hectáreas de cultivo de secano declaradas por perceptores de la PAC lo es en propiedad, y poco más, un 29,4%, de la superficie de regadío. Estos porcentajes están muy por debajo de la media, ya que un 49,9% del secano y un 57,6% del regadío es propiedad de los agricultores que los trabajan en España.

La última línea de ayudas puesta en marcha por el departamento que dirige Jesús Julio Carnero pone a disposición de los jóvenes créditos avalados que pueden destinar al 100% a la compra de tierras -antes sólo se podía destinar el 10%-. El 80% de esta financiación está garantizada por la Junta a través del denominado Instrumento Financiero y el resto por los bancos.

Dos ayudas y dos créditos

De esta manera, la incorporación de jóvenes sufre un empujón importante ya que estos créditos se pueden compatibilizar con las ayudas a la incorporación, de hasta 70.000 euros, y con la subvención y préstamos incluido en la Línea de Inversiones en Explotaciones Agrarias. “Un joven puede optar a dos ayudas y a dos créditos a la hora de incorporarse”, explica Mercedes Berciano, Jefa de Servicio de Inversiones en las Explotaciones de la Consejería de Agricultura.

El importe del préstamo va entre un mínimo de 10.000 euros y un máximo de 400.000 en el caso de los jóvenes si los piden como personas físicas. Si se trata de una asociación, el tope es de hasta un millón de euros. Este tipo de financiación “viene a solucionar un problema importante no sólo en el acceso a la compra de tierras, sino un problema de liquidez. Muchos jóvenes nos planteaban la puesta en marcha de proyectos interesantes, pero no lo podían hacer porque carecían de liquidez ya que los bancos no les concedían esos préstamos por falta de garantías. Muchas veces tenían que avalarles la familia casi empeñando todo el patrimonio”, añade Mercedes Berciano.

La línea de ayudas a la compra de tierra se enmarca en toda una ofensiva del consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero, para facilitar el rejuvenecimiento del medio agrario, ya que prácticamente se ha triplicado las cuantías de la línea destinada a la incorporación, que han pasado de 27 millones a 76 millones, mientras que para la modernización se han incrementado de 9 a 26 millones de euros.