Ignacio Elola Zaragüeta, presidente de la Interprofesional Láctea (Inlac): “Cuando ganaderos
e industria trabajamos unidos al sector lácteo
le va mejor”

Ignacio Elola Zaragüeta, consejero delegado de Grupo Lactalis en España, preside desde noviembre la Interprofesional Láctea Inlac, desde donde emplaza a productores e industria “a buscar lo que nos une” para afrontar retos como el de “trasladar al consumidor las bondades de los lácteos para aportar valor a toda la cadena”

¿Cómo ha respondido el sector lácteo durante esta crisis?

Ha dado una lección de compromiso. Entendimos que era fundamental garantizar el abastecimiento y en ese objetivo han trabajado todos los agentes del sector, acudiendo a las granjas, a las fábricas o trabajando desde casa con un gran espíritu de responsabilidad. Ha sido un año complejo porque tras unas primeras semanas en las que las compras fueron masivas, se fueron moderando. Aunque este mayor volumen ha permitido compensar de alguna manera los impactos negativos: caída en la restauración o el descenso de las exportaciones en productos de valor añadido como los quesos, que han vivido meses muy complicados.

¿Cómo les está afectando esta segunda ola de cierres de la hostelería?

Lo estamos notando. Sobre todo han provocado una complejidad enorme en la cadena de suministro y, como en muchos otros temas, debemos ir trabajando hacia una unidad de mercado en España que nos permita gestionar de una manera más eficiente. El hecho de aplicar medidas distintas, horarios distintos en cada Comunidad ha provocado complejidad en la cadena logística

Más allá de esta crisis. ¿Qué valoración hace sobre la evolución de las ventas de productos lácteos en los últimos años?

Aquí de nuevo hay distintas valoraciones a realizar. El sector lácteo ha sufrido durante años un significativo descenso del consumo, más marcado en la leche líquida y en menor medida en los yogures y postres lácteos. Eso es un hecho objetivo y marca la agenda de Inlac, por lo que una de sus prioridades es poner en valor los aspectos nutricionales de los productos lácteos para frenar este descenso. Además, en el caso de los quesos tenemos mucho camino por recorrer, porque el consumo per cápita es de 9 kilos, muy pequeño si nos comparamos con Grecia, con 25 kilos o Francia, 23,7. Eso nos abre una enorme posibilidad de incrementar con campañas como Quesea, que busca incrementar el consumo de quesos fabricados en España. Una de las cosas que nos preocupa, en la que debemos seguir trabajando, es la cuestión de las importaciones de quesos de bajo valor, un hecho que no es puntual. Cada año entran en nuestro país unas 200.000 toneladas de quesos de bajo valor, como barras, rayados, que son excedentes de producción del norte de Europa. Hay batallas que hemos ganado pero hay otras que tenemos que pelear y ésta es un de ellas.

Uno de los frentes del sector ha sido que las bebidas vegetales no se pudiesen vender como leche. ¿Han hecho mucho daño?

Todo el consumo que sustituye al lácteo evidentemente acaba dañando. Tenemos que ser capaces de hacer esa tarea didáctica sobre las bondades de la inclusión de los lácteos en una dieta equilibrada y saludable, que contemple también la actividad física. Hay que hacer mucho hincapié en la ingesta de tres lácteos al día, que es algo que aparece en todas las guías de alimentación establecidas por todas los organismos nacionales e internacionales, independientes y perfectamente validados.

Desde marzo, es obligatorio que se cubran los costes de producción en los productos agrarios. ¿Cómo ha afectado a las relaciones entre los eslabones de la cadena?

Lo importante es que trabajemos en encontrar el buen equilibro de la cadena y trabajar para que el consumidor perciba el valor añadido del producto lácteo y esté dispuesto a pagar un precio razonable porque entonces seremos capaces de añadir valor a toda la cadena. El trabajo está bien orientado aunque existen todavía algunos elementos que hay que aclarar en un sector que ha trabajado durante los últimos años de forma cohesionada y que ha entendido muy bien, tanto productores como industria, que tenemos que encontrar la fórmula para incorporar valor a nuestro productos. La experiencia nos ha demostrado que si trabajamos unidos nos va mejor.

Al director general de Fenil no le constaba que hubiese cierres de granjas por no cubrirse los costes de producción. ¿Comparte ese diagnóstico?

El cierre de explotaciones nunca es una buena noticia si supone el abandono de la actividad, porque nuestro sector vertebra ese concepto de lucha contra la España vacía. Para mí que cierre una explotación porque cese su actividad es un fracaso y nos debe preocupar. Desde INLAC debemos trabajar en la dignificación del papel del ganadero y en la creación de centros de formación y capacitación de los jóvenes para que se garantice el relevo generacional. Por otro lado, en ocasiones lo que se producen son fusiones de explotaciones en SATS que les permite ganar tamaño, invertir e innovar, y eso es síntoma de buena salud del sector.

Hablaba del relevo generacional. ¿La lucha contra este problema no pasa por mejorar los precios en origen?

La única forma para que la actividad siga siendo atractiva tiene que ver con que toda la cadena de valor sea retribuida de forma adecuada. Tenemos que explicar mejor el valor de los productos lácteos y que al final el consumidor pague algo más porque eso revertirá en toda la cadena. Es la única forma, si no, será muy complicado. Cuando comparas la evolución de un litro de leche en el lineal ves que ha variado muy poco respecto a hace unos años.

La ganadería puede jugar un papel importante contra la despoblación. ¿Qué impulsos se debe dar desde las Administraciones?

Se están dando pasos muy interesantes. Hace unas semanas asistíamos a la presentación de un plan de la Xunta de Galicia en ese sentido. Cada comunidad tiene realidades distintas y es muy difícil hacer un plan a nivel nacional. Galicia, por ejemplo tiene explotaciones muy pequeñas, con minifundios, requiere medidas para aumentar el tamaño, siempre dentro del respeto a la sostenibilidad y el medio ambiente. Hay mucha capacidad en ese sentido. Todas las administraciones están trabajando en ver cuáles son los problemas y dar soluciones. Lo importante es que se haga un trabajo muy ad hoc en función de las necesidades de cada comunidad. Y ahí tengo que decir que en Inlac me he encontrado es una interprofesional cohesionada y destacar el trabajo de la anterior presidenta, Charo Redondo, de COAG, que ha hecho un excelente trabajo intentando fomentar el diálogo entre nosotros y con las administraciones para tener esa visión común. Creo que tanto productores como fabricantes estamos muy alineados con los retos de consumo, sostenibilidad medioambiental o innovación que tenemos por delante.

¿Cómo afronta el sector las mayores exigencias de sostenibilidad de la PAC y de los consumidores?

Ése es un tema fundamental. La nueva PAC es la más medioambiental que hemos tenido y creo que con acierto y ajustándose a las demandas de la ciudadanía. Es fundamental que trabajemos en ese sentido. Ahí hay un trabajo ya realizado de cada uno de los agentes de la cadena en la reducción de las emisiones de CO2, en el consumo de agua, en la gestión de los purines...Existen multitud de iniciativas que nos están permitiendo afrontar ese reto. Y no sólo por la demanda de los ciudadanos sino por la propia responsabilidad del sector, que está haciendo inversiones en energías renovables, en reducción del desperdicio alimentario, en la circularidad de los envases...

Al sector se le pone también en el punto de mira por el bienestar animal. ¿Qué mejoras se pueden implementar?

El sector trabaja desde hace muchísimos años, quizá de una forma no muy conocida, en el bienestar animal. Lo que estamos haciendo en los últimos años es trabajar en certificados que no es sino recoger y confirmar el trabajo que se está haciendo. Invitaría a todo el mundo a conocer cualquier granja y verán que el trato que reciben los animales es exquisito y el compromiso de todo el sector es claro en favor del bienestar de todos los animales.

Parece que el Gobierno no subirá el IVA a los productos lácteos azucarados ¿supongo que desde Inlac aplauden la medida?

La aplaudimos y hemos trabajado explicando los motivos por los que entendíamos que no era una buena medida, ni una buena solución ni la más efectiva porque hemos demostrado nuestro compromiso en avanzar en reducir el azúcar añadido allá donde teníamos capacidad. Pero creo que lo más importante es decir que la contribución de la leche o de los lácteos en la ingesta diaria de azúcar es muy baja, de solo un 4% según el estudio Anibes, y son ricos en aporte de proteínas, calcio y vitaminas.

¿No sé si el hecho de que hay un conflicto abierto entre productores e industria por la multa de la CNMC puede enrarecer el ambiente en la interprofesional?

Como presidente de Inlac tengo que hablar del conjunto del sector y no de aspectos que tienen que ver con empresas concretas o con situaciones puntuales. Además, es un asunto que está judicializado. Creo que lo importante es hablar de los retos comunes, del trabajo que tenemos por delante. Más allá de las diferencias que existen y siempre existirán en un sector tan complejo como el nuestro, el objetivo es buscar lo que nos une para seguir avanzando juntos.

El sector agroalimentario en general clama contra las denominadas fake news. ¿Cómo está afectando al sector lácteo y cómo se pueden combatir?

Nos preocupa por el impacto que tienen, especialmente porque estamos hablando de aspectos que tienen que ver con la salud y con la toma de decisiones en base a noticias sin ningún tipo de credibilidad. Nosotros estamos combatiéndolas con evidencia científica. En Inlac contamos con un comité científico que nos asesora, que nos provee de los estudios necesarios y en definitiva tratamos, a través de la objetividad y de la evidencia científica, de explicarnos y ser didácticos. Entrar en debates cuerpo a cuerpo no lleva a nada y tenemos que apostar por poner en valor producto lácteo basado en un equilibrio de la dieta y la salud de los ciudadanos y explicar las bondades de un sector que en España factura en torno a los 13.000 millones de euros y da empleo a 30.000 personas. Es un sector que vertebra, que da mucho empleo, y añade valor y nos diferencia.

Cree acertado que la AICA publicite los nombre de quienes incumplan la Ley de la Cadena Alimentaria. ¿No puede hacer un daño reputacional muy grande?

Es un tema que estamos hablando con las administraciones. La Ley de la Cadena tiene aspectos muy positivos pero también hay elementos en los que existen vías de mejora porque el impacto reputacional es luego difícilmente corregible, especialmente ante sanciones leves en una legislación muy compleja.

¿Ve conveniente la incorporación de la Distribución a la Interprofesional?

No. La interprofesional recoge al sector productivo y transformador. Ya existen suficientes mecanismos y ámbitos de relación entre todos los elementos de la cadena para encontrar esos puntos de equilibrio que son necesarios. Está el acuerdo lácteo de 2015, como ejemplo, que sentó a todos y esos son los lugares adecuados para ese tipo de debates. Tuvo un buen impacto pero hay objetivos todavía por cumplir y con los retos que tenemos sería interesante retomar ese tipo de iniciativas.