Consumidores más seguros
gracias al etiquetado inteligente

La etiqueta es el único medio por el que el consumidor puede llegar a conocer con garantías lo que tiene en el plato. Los etiquetados inteligentes que trasladan la realidad del origen del alimento con más detalle son una oportunidad para los productores para diferenciarse y comunicarse con sus clientes

Miguel Ángel Velasco se ha metido en muchos charcos y ha salido de muchos de ellos impermeable. Apostó por introducir la raza de bazadaise en su finca del Valle del Lozoya, en la sierra madrileña de Guadarrama. “Es un tipo rústico de vaca que se adapta a las condiciones montañosas y climáticas de mi entorno”, afirma el ganadero.

La buena conformación de estos bovinos con origen en la región francesa de Burdeos es una ventaja comercial a la que algunos productores se han anclado para que los animales formen parte de sus rebaños.

Miguel Ángel también se adentró en la cría de bueyes de distintas razas de vacuno al abrigo del auge que este tipo de carne ha logrado en los últimos tiempos. La crisis sanitaria del Covid-19, que ha estrangulado al canal Horeca, su principal cliente, provocó que se fijara en la puntera tecnología que cuelga de los cuellos de sus reses.

En tiempo real, los collares inteligentes identifican la posición de los animales y recogen datos de su temperatura superficial y su actividad física cuando se encuentran esparcidos por el monte a más de 2.000 metros de altura, en las estaciones más benignas climáticamente. El volumen constante y fiable de información de estos dispositivos, creados y desarrollados por la empresa española Digitanimal, le llega al ganadero de modo coherente vía app en el móvil para que tome las mejores decisiones en la cría inteligente y sostenible de sus vacas.

“¿Por qué no monitorizar todo el proceso de producción desde la granja a la mesa?” En eso coincidieron Miguel Ángel, Carlos y Rubén; estos últimos, dos de las tres personas que fundaron está compañía que monitoriza más de 10.000 cabezas de ganado en el mundo. La sensorización se instala también en básculas, comederos y bebederos. “Nuestra báscula inteligente controla la evolución del peso que cada día gana el animal, que está dotado de un crotal con sensores que le identifica además de su lote y que puede avisar del volumen de agua y el intervalo temporal en que la ha consumido”, indica Carlos Callejero. “Estos datos se reflejan en la app del dispositivo del ganadero, que así puede establecer un mejor precio de comercialización del animal, según su ganancia de peso”, apunta Rubén Blanco.

Para el ganadero, semejante tecnología “basada en la sensorización de muy alta frecuencia, el Internet de las Cosas (IoT), big data, analytics e inteligencia artificial puede controlar a prueba de toda garantía la trazabilidad de la carne con valor añadido que produzco para que mis clientes puedan acceder a ella a través de un código QR en el envase”, comenta Miguel Ángel, que comprueba que de esta manera potencia la comercialización a través de la venta online para llegar directamente a los hogares, dadas las serias dificultades para seguir suministrando a restaurantes.

“Había que sacar mis productos de alguna otra forma”, señala el productor que ha creado la marca de Cumbres de Guadarrama y cuenta con una página web concreta para manejar su comercio online y que se ha generado por Digitanimal, que pretende apoyar así a pequeños ganaderos en el comercio electrónico.

Para los responsables de Digitanimal, “la perspectiva del despliegue tecnológico de sus dispositivos inteligentes contribuye a estrechar la brecha digital entre ganaderos y consumidores, sobre todo cuando estos exigen cada vez más un compromiso más firme de los productores para una crianza ética, respetuosa con el bienestar animal y con el medio ambiente”, subraya Carlos Callejero.

Mapas, fotos y la información escrita de la pieza de carne a los que puede acceder el consumidor tras leer el código QR que acompaña al producto es la documentación precisa y atractiva de su trazabilidad basada en datos objetivos recolectados por los sensores desde el origen y tipo del animal, cría y alimentación hasta la salida a consumo. Si se incluye la garantía extra de la tecnología blockchain, aumentaría la confianza del comprador. “Es a lo que básicamente aspira el proyecto europeo Cattlechain para conseguir una trazabilidad total en el consumo de productos lácteos y cárnicos, y del que Digitanimal forma parte”, explica Rubén Blanco.

“Sabemos dónde va nuestra fruta”

Gracias al escaneo por los consumidores de la etiqueta que llevan las naranjas de la empresa Sunaran SAT, su director de Producción, Juan Manuel Ortiz, conoce en qué mercados de exportación se consumen, aunque no se hayan enviado específicamente allí. “Así sabemos dónde va nuestra fruta directamente”.

Acercarse más al cliente final es uno de los objetivos de los etiquetados inteligentes como el desarrollado para esta empresa productora por Naturcode. Su CEO, Fernando Vázquez, declara que “en España, hay 900.000 referencias de alimentos y bebidas, solo 100.000 digitalizadas. En Europa, de 15 millones y menos del 10% lo están. Nosotros conectamos a productores, distribuidores y consumidores, mediante etiquetas inteligentes, fundamentadas en un código QR o chips NFC”. Lo que no figura en una etiqueta convencional, Naturcode lo suple como canal de comunicación de 360 grados: Para el consumidor, información exhaustiva del alimento o bebida, comunicación personalizada con el productor e incluso comprar sin intermediaros; para el productor y fabricante, análisis de mercado, gestión de fake news y promoción de productos; para el distribuidor, surtido ideal por tienda, por poner un solo ejemplo.

El consumidor desconfía

El consumidor desconfía de la información que recibe. “Un año más cae el interés por la etiqueta como principal fuente de información, le sigue Internet, para el que la gente joven es la más receptiva y permeable”, afirma Manuel Martín, del departamento jurídico de la Federación Unión Cívica Nacional de Consumidores y Amas de Hogar de España (UNAE) que colabora con Naturcode, al hilo de la Encuesta Sobre Hábitos de Consumo 2020 de la Mesa de Participación Asociaciones de Consumidores (MPAC). En ella figura también la conclusión de que alrededor de un 39% de los encuestados considera útil la información que ofrece el etiquetado y un 22% sigue creyendo que es confusa. La etiqueta inteligente es un campo para desterrar dudas.