La granja digital también llega de la mano de las ‘telecos’

Vodafone apuesta por incorporar “valor añadido” a sus tradicionales servicios de conectividad con el diseño de soluciones tecnológicas “a medida” de las pymes agrarias y agroalimentarias

Es todo un cambio de paradigma en la digitalización de las pymes agrarias y agroalimentarias. Del qué hay en el mercado que me pueda servir al qué necesito para que me lo puedan desarrollar. El nuevo concepto para dar el salto a la granja 4.0 viene de la mano de compañías de telecomunicaciones como Vodafone, que salta de su tradicional papel de proveedor de conectividad al de impulsor y participante activo en el diseño y desarrollo de soluciones tecnológicas a medida para el campo.

“Hemos hecho todo un cambio de cultura en el que queremos incidir en el desarrollo de valor añadido por encima de la propia red de infraestructura o de telecomunicaciones. Si tú eres el enlace entre todos los elementos de conectividad que puedes dar a una empresa -desde la sensórica que tienen en sus instalaciones a la de campo o el tracking de activos mediante tecnología IoT- y te metes como participante para desarrollar todas esas capacidades podemos diseñar mejor las soluciones para nuestros clientes y ellos son los que van a tirar de tu propia red. En esa cercanía es donde estableces las relaciones a largo plazo”, explica Daniel Manzano, director de Innovación Corporativa de Vodafone.

Manzano es el responsable de conocer y desarrollar los nuevos servicios. “Trabajamos con un grupo de clientes inicial y los resultados los distribuimos a toda la cartera de clientes agro”. La metodología es mediante workshops en los que reúnen en un primer momento a clientes del mismo sector, a los que luego se incorporan otros perfiles de empresas a los que también les puede interesar y “les ponemos conjuntamente para sacar ideas”.

Normalmente trabajan con dos tipos de clientes, aquellas empresas que tienen el control de la cadena desde el campo hasta la transformación y las cooperativas de productores. “Con los retos que plantea cada uno podemos trabajar de manera particular para por ejemplo ayudarles a ser más eficientes en el campo con la utilización de imágenes por satélites o drones con tecnología 5G o la recogida de la producción con la visión artificial”. Las posibilidades son incontables: eficiencia energética, mejora del riego, control de parámetros del suelo, automatización o redes sociales para conocer el perfil del consumidor final.

Otras veces, se da el paso a proyectos en común. “Ahí si puedes entrar a plantearles un proyecto que aborden de manera conjunta y todos se beneficien de algún tipo de plataforma común y tengan más fuerza a la hora de gestionar”, como por ejemplo en lo que denominan la parte almacén -que va desde que coges el producto hasta que se entrega a la distribución- y que se va a poner en marcha con entre tres y seis clientes. Para más adelante, otro reto de mayor dificultad. Cómo se acercan estas empresas, ahora bloqueadas por la distribución, al consumidor final. “Ahora en muchas ocasiones no tienen marca, con lo que no se les conoce y no se puede saber su trazabilidad”.

Inteligencia artificial y Big Data

La filosofía de “partner digital” activo de Vodafone toma cuerpo en “Sensing4Farming’. A través de este proyecto, desarrollado en colaboración con Qampo y DigitalGlobe, se instalan una red de sensores en los cultivos que, combinados con imágenes de satélite multiespectrales de alta resolución capturadas durante todo el ciclo vegetativo de la cosecha, permiten medir factores ambientales claves como la humedad, la temperatura, la conductividad del suelo y la absorción de agua, así como el vigor y la salud de las propias vides. La iniciativa ya funciona en los viñedos de Bodegas Emilio Moro.

Gracias a la inteligencia artificial y la aplicación de tecnologías basadas en Big Data, estos datos se asignan y procesan utilizando una plataforma que integra datos geoespaciales, para posteriormente ser enviados a los viticultores a través de herramientas móviles en la nube. La solución permite a estos productores establecer la cantidad ideal de riego y fertilizante a utilizar en sus vides, decidir qué áreas necesitan ser podadas o el momento de cosecha óptimo.

Los sensores desplegados en el terreno utilizan una conectividad NB-IoT de Vodafone que permite utilizar baterías de larga duración o pequeños paneles solares de muy baja potencia. En este sentido, NB-IoT mejora significativamente el consumo energético en la transmisión inalámbrica de la información y su eficiencia espectral.

Los beneficios de la solución 'Sensing4Farming' incluyen reducción de costes en la producción debido al consumo reducido de agua, fertilizantes y energía; aumento de la cantidad y calidad de la producción al permitir una aplicación más selectiva de los tratamientos; y un menor impacto ambiental debido al uso reducido de fertilizantes.

“Hay mucho interés”

Daniel Manzano reconoce que en el sector agrario queda mucho por hacer en materia de digitalización “pero ahora hay mucho interés”. “Hasta ahora, dicho por ellos, se han acomodado mucho y de repente ven que, al igual que pasó con la supresión de las ayudas agrarias en Nueva Zelanda, donde tardaron siete años en adaptarse, aquí llegará algo similar y deberán competir con países como Holanda, que con mucha menos superficie de trabajo tienen muchísima más productividad, ven que algo tiene que cambiar”.

A esto se une el hecho de que muchos clientes que han hecho sus propios desarrollo ven que lo pueden hacer de forma distinta con partners con otras capacidades y no cargándoselo sobre sus propias espaldas”.

En un sector en el que los márgenes son muy exiguos y la competitividad global, el coste de la transformación digital es un aspecto muy a tener en cuenta. “Antes de implementar la tecnología vemos los precios. Si por ejemplo te voy a ayudar a localizar los palés de envío dentro de la fábrica vas a ver el impacto no sólo en tiempo sino en gestión del personal y garantizamos los ahorros”, asegura el director de Innovación Corporativa de Vodafone.

La optimización de los procesos productivos no sólo mejora el servicio al cliente, sino que permite una mejor gestión de la fuerza de trabajo. “A la vez que hacen que el proceso sea más eficiente permiten que el trabajador esté más cómodo, una de las principales peticiones que nos hacen”, subraya Daniel Manzano.